Hotel Singularity // Tae

Capítulo corto V

¿Alguna vez rebosaron de tanta alegría que sintieron un estremecimiento por todo el cuerpo y no lograron contener sus peculiares impulsos? Esperaba que ese no fuese un síntoma ligado a algún padecimiento psiquiátrico.

Rodeé por la cama una y otra vez. Varias veces me enfrenté al borde y evité caerme, pero eso no me detuvo. Cada vez que recordaba su rostro y asombrosa figura, una corriente se apoderaba de mi cuerpo, sentía mariposas en el estómago, mi corazón palpitaba con fuerza y un inevitable calor se invadía mi cara. ¿En qué momento me transformé en un adolescente enamorado?

Me levanté en un salto para encender la radio. La melodía de (They long to be) Close to you incentivó a mis pies a que se deslizaran por mi habitación, y mis brazos rodeaban el cuerpo invisible de la mujer de mis sueños. Extrañaba bailar con ella. Unas cuantas baladas después, Thriller de Michael Jackson cambió el ambiente, pero inmediatamente sentí la necesidad de bailarla. Pocas personas conocían mi secreto: era un excelente bailarín. Imitar algunos de los pasos del artista me resultó sencillo y divertido.

En secreto, escuchaba y veía cada lanzamiento de Michael e intentaba aprenderme sus coreografías. Ese era mi pasatiempo oscuro, ¿quién podría imaginar que un "antipático" y futuro heredero tenía un talento oculto tan peculiar?

Canté a todo pulmón:

'Cause this is thriller, thriller night
There ain't no second chance against the thing with forty eyes, girl

Y lo acompañé con sus respectivos pasos de baile; sin embargo, una carcajada me impidió continuar con la coreografía. Jungkook. ¿Quién más podía se aparte de él?

—¡Saluda a la cámara, Taehyung Jackson!

Deseé perseguirlo, pero las medias no facilitaron mi deseo, en lugar de ello me resbalé y acabé con un tobillo torcido. La venganza nunca tarda, pronto le llegaría a ese hacedor del mal. Y no, no era parte de esas personas que se sentaban a esperarla, sino que, siempre tomaba la justicia con mis propias manos. Bueno, siempre y cuando se trataba de usurpador que se hacía llamar mi hermano, aunque no tuviéramos ningún parentesco. En momentos como ese, me asaltaba el vil pensamiento "¿Por qué mi padre lo acogió?". Gracias a ese ser ignominioso, sufrí innumerables momentos bochornosos.

Debido a mi lesión de guerra, me di por vencido. Gateé hasta la puerta de mi habitación y la cerré con seguro, luego, me movilicé hasta mi cama. El sudor se deslizaba por cada poro y tenía el cabello empapado. Deslicé la camiseta blanca sobre mi cabeza hasta despojarme de ella, e hice lo mismo con el pantalón corto y las medias.

En una noche tan brillante, la cereza del pastel sería soñar con ella, la dueña de mis pensamientos, labios y todo mi ser. Sin saberlo, me poseía y tenía en la palma de su mano. Bendita sea la noche en la que la conocía a mi amada señorita Dubois.

*****

¡Hola! Espero que se encuentren bien. Me di cuenta que pasaron 2 años desde la última actualización. Siempre me sorprendo por lo rápido que pasa el tiempo.

Le tengo mucho cariño a esta historia, por lo que me niego fervientemente a dejarla inconclusa, y menos cuando lo mejor está por venir. Pronto subiré más capítulo. 

Me despido, aunque en esta ocasión espero no tardar en regresar.