Buenos días alegría, les recuerdo que hace dos días exactamente hubo un momento que marco al grupo de alcohólicos con problemas en sus vidas. Si se preguntan que paso exactamente, hubo un secuestro y toda esa mierda que no voy a contar acá por que pueden ir a verlo fácilmente.
Nos desplazamos a un bello lunes.-no tanto para nuestra querida Iseul- quien apenas se levantaba y de paso iba tarde a la universidad, con unas ojeras que te cagas y un hambre del coño. Su mejor amiga Yeji, entro a la habitación con un desayuno para las dos, después de dos días de resaca por andar tomando hasta lo intomable.
-Aqui está, el desayuno. Provecho.- dijo Yeji llevando la bandeja a Iseul.
-No hacia falta que me dieras desayuno...-
-Sour, no comes bien desde hace días. Mejor aprovecha ahora ¿Si?-
Iseul para no discutir más, comenzó a comer junto a su mejor amiga mientras veían su serie favorita, sin saber que la pelirroja iba tarde a clases.
-Mierda que linda es Serena... Me encanta su cabello.- comento Yeji mientras comía un poco de fruta de la bandeja.
Iseul se dió cuenta de la hora, definitivamente iba más tarde de lo normal.
-Mierda, llego tarde a clases.- gritó Iseul alarmando a su amiga quien también se levantó pero se volvió acostar viendo que no era tan importante.
-Ay me asustaste Iseul... Mejor vete antes de que pongan un reporte.-
-Eso hago estúpida. Préstame una camisa tuya que no tengo más ropa.- gritó Iseul desde el baño mientras se ponía el mismo pantalón del viernes.
-Si, toma el que tú quieras...-
Iseul tomo una camisa que encontró en el armario de Yeji, se puso sus zapatos y agarro su mochila para irse. Sin antes de despedirse de su mejor amiga con un lindo abrazo y un beso en la frente.
-Te quiero, Y...-
-Yo más, I...-
(....)
Jeongin estaba terminando de desayunar en la gran mesa de la gran casa, dónde al parecer estaba la familia completa, menos su hermano quien todavía seguía en el extranjero trabajando para la empresa de su padre. Jeongin se pudo fijar de reojo como su madre lo miraba de manera preocupante.
-Yang Jeongin¿Dónde estuviste el viernes?...- pregunto su madre bajando aquella taza de café con patrones azulados.
-Estuve con Felix, en una fiesta...-
Al terminar de responder se pudo fijar en la mirada de su padre. No tomo esa noticia de la mejor manera.
-Sabes perfectamente que tienes que enfocarte en tus estudios ¿Verdad Jeongin?- pregunto su padre bajando los cubiertos hacia la mesa.
Jeongin asintio, y siguió comiendo como si nada hubiera pasado.
-Estas descuidado tus estudios, dijiste que querías ser abogado y no veo que te estés esforzando.- comento la señora Yang haciendo reír al pelinaranjo.
-¿En serio me estás diciendo eso? Cuando ni siquiera preguntan por mi, excepto el viernes que no fui a su estúpida cena a la casa de la prometida de mi hermano...-
-Yang Jeongin no respondas a tu madre de esa manera.-
-No, es que es verdad, me esfuerzo mucho para poder graduarme y salir adelante. A ustedes solo les importa que yo trabaje en la empresa para poder ser un esclavo más.- respondió Jeongin mirando fijamente a su padre.
-Jeongin, basta ya...- advirtió su madre.
-No madre,no. Hasta ahora sí se preocupan por mi cuando en todos estos malditos años lo único que hacen es criticar mi carrera y planear la boda de mi hermano. A ustedes solo les importa el puto dinero.-
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Bad Reputation
Teen Fiction-¿Por qué sigues hablando conmigo? Soy una mala reputación...- -No eres una mala reputación, para mí hablar contigo es lo mejor del mundo.-