El paseo de tus mismas lágrimas

XXV

-holaa Francis. Ah hola Mauri- comenzó emociono moviendo frenéticamente la mano para luego poner los ojos en blanco en la única frase mencionada.

-hola cielo, ¿Cómo estás?- se acercó para generar un abrazo

-bien ¿y tu?-siguió de largo ignorando el contacto- ¿Francis como estas?

Hizo actualmente como si el castaño no existiera en sus radares, totalmente desechable a su vista amorosa, para Álvaro solo existía ahora el hermano de su pareja en su radar visual ignorando todo hacia los lados, era demasiado hipócrita que se notaba en todos los ángulos de su rostro. Una rabia invadía su sangre pero se contenía sentándose en la silla más cercana a ellos disimulando sus evidentes celos. Cómo su pololo se interesaba más a su hermano de una forma interesada y en pocas palabras lame botas en cada cosa que hacía el Francis, simplemente se evidenciaba la "admiración" que tenia y hasta expresaba cada vez que tenía la oportunidad, como abrazaba y tocaba, con tan solo las palabras que salian de la boca de Álvaro desconfiaba tanto de el ya después de todo lo hablado con su hermano. Sabía que Francisco era alguien en qué confiar con esta situación. Primero, no era gay para nada, era la persona más hetero sexual que conocía hasta el momento. Segundo, es su puto hermano, ¿Quién sería tan hijo de puta para meterse con el pololo de su hermano?. Tercero, lo conocia como si el fuera su hermano, aunque lo era pero era un ejemplo.

Si se ponía a indagar en su propia cabeza salían algunas lágrimas de sus pupilas. Álvaro siempre iba a preferir a Francis. el es bonito aunque tiene mal humor aunque no lo quiere a él, el es bonito ante los ojos de Álvaro.

-toma cariño - mauricio extendió su mano entregando un trago que exactamente según el era fuerte, el indicado.

-no gracias, todavía no quiero tomar-rechazo sorprendente el trago- tómatelo tu si no es mucho problema Mauri.

-ehh pero ...- miro a su hermano quien hacía un gesto de disimular lo más que podía o eso entendía a su lenguaje de señas tan raro- ok mi amor, muchas gracias.

"Ahora el puto borracho seré yo" Mauri se sentó de un golpe y solo se atuvo a escuchar a los dos de sus compañeros.

-bueno, ¿Francis que has hecho?- Álvaro ignoro totalmente la presencia de su pareja.

- nada prácticamente que importe por ahora- respondió seco sin continuidad a la charla, sabía lo que estaba pasando pero se contenía para no gritarle puro garabato.

-ah... No importa, ¿Mauricio tu cómo estás, no has ido más a las prácticas en estos dias?-cuestiono y con sus ojos fue a mirar las manos que todavía estaban con un vendaje evidente- ¿por que tienes unas vendas en tus manos weon?

-me queme los dedos cocinando...- mintió.

-esta bien, igual puedes tocar con los dedos vendados, no seas exagerado como para faltar a la práctica- puso los ojos en blanco obviando el problema.

-no puede, tiene que recuperarse primero para tocar a la perfección-tomo compostura defendiendo el estado de su hermano de Álvaro en el cuál no podía decir nada bueno al parecer.

Alvaro se quedó callado y miro hacia la mesa aparentemente avergonzado por no poder hacer su humillación más placentera y salirse con la suya como siempre. Guío una mano a su nuca para comenzar una nueva conversación.

-creo que deberíamos ir a un bar o algo, estoy caleta de aburrido - puso los ojos en blanco rápidamente.

-no es necesario, estamos aquí todos solo para ver a Mauri ¿No es así?- alzo una ceja como podía para interrogar sin sospechas.

Alvaro se atragantó con su propia saliva tosiendo con frenesí un segundo sin ninguna respuesta por el mismo, se sentía algo expuesto o algo asi. La verdad es que solo vino a la casa de su pareja al escuchar que podría pasar más horas con Francis... Acepto la oferta en corto.