Parte 4

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Ambos hombres fueron a la cafetería y se sentaron en una mesa apartada de todo por petición de Gojo, la mesera ya lo conocía así que no hubo problema, se sentaron y les entregaron el menú de inmediato.

--¿Qué vas a pedir? -- Gojo estaba dudoso, quería saber más sobre los gustos de Geto —Tal vez un café con leche... Siéndote sincero, no soy fan de las cosas dulces. Me gustan, sí, pero prefiero mucho más las cosas saladas— Eso fue un golpe bajo para Gojo. Ya se había equivocado en uno de sus gustos —Entonces, en la siguiente salida te invitaré a un restaurante, ¿te parece?-- Geto se sorprendió, abriendo sus ojos un poco --Oh, no quise ser descortés, en verdad agradezco su invitación, pero tampoco deseo que gaste mucho en mi-- El de ojos azules solo soltó una animada risa --¡¿Bromeas!? ¡Soy el gran Satoru Gojo! Yo por ti sería capaz de comprarte esta cafetería-- Le giñó el ojo coqueto, y Geto solo respondió a su risa —Por su puesto que no, Satoru—.

Compartieron algunas risas y llegó la mesera, Suguru al final se decidió por un café con leche y unos sándwiches de crema batida con fresas por dentro, mientras que Gojo, empezó a ordenar medio menú --Y para terminar quiero un caramel frapucchino con extra caramel, crema chantilly, chispitas de colores y una cerecita, ¡y con leche light! Que estoy a dieta-- a la mesera le dolió la mano por tanto escribir, y dijo que se los traerían enseguida

--¿No crees que pediste mucho? ¿Cómo eres capaz de comer tanta azúcar?-- Ahora Geto era el que estaba curioso, es más, ¿cómo podría conservar esa atractiva apariencia si comía como un león? Incluso la mesera tenía suerte de que no habían ido a un restaurante —¡¿Hahhh!? Si solo es un pequeño antojo..-- Gojo fingió un puchero, y eso solo sorprendió más a Geto, sí, claro, solo un antojo..

--Suguru, estoy curioso, ¿cómo es que tu empresa te contrató para que modelarás?-- El de ojos morados se puso rígido, y sin notarlo empezó a temblar un poco, ¿qué debía de decir? --Oh, mi empresa contrata a varias personas para diferentes trabajos. Ya sea modelaje, que es mi caso, negocios digitales, entre más opciones-- "o tal vez streamers porno" pensó por un momento el de ojos azules, pero dejó el tema atrás --Dime, ¿en serio te gustaría que te enseñara a modelar?, digamos que... soy algo estricto-- A Geto eso no le importaba, con lo del modelaje estaba ganando un buen dinero. Incluso si la mayoría de sus ganancias iban para su empresa, en verdad le venía bien un extra para poder mantener los medicamentos de su tía --¡Sí! Quiero decir, sí, no importa si usted es estricto, la oportunidad que tengo en estos es única y no puedo rechazarla-- Gojo estaba que bailaba de felicidad, en verdad esto estaba saliendo muy bien. —¡Oh! Si tanto me insistes.. me tomare la molestia de cautivar a todos los hombres y mujeres con solo ver una foto tuya-- "Y obviamente yo estaría integrado a ese grupo", le faltó por decir.

--Gracias, Satoru...-- agradeció en un susurro sutil, y Gojo ya estaba derretido, en verdad le encantaba que dijera su nombre en ese tono... --Aquí está su orden, señores— dijo la mesera y entregó las bandejas, la mayoría contenía los platillos de Satoru, obviamente --Muchas gracias, que amable-- agradeció el de cabellos negros, mientras el albino ya devoraba todo lo que había pedido

--Sigo sin entender como eso te va a caber en el estómago... ¿es que acaso tienes 3 estómagos?-- Geto río un poco y Gojo también, no sin antes ponerse una mano en la boca, ya que la tenía llena —Te dije que esto es solo un antojo...~ además, hoy es mi día libre y tengo que aprovecharlo al máximo--

Geto miró su café y sintió lástima. Ese café tenía un gatito adorable y le daría pena que fuera tocado por sus labios —¿Suguru? ¿No te gusto el café?— Fue interrumpido por Gojo, a lo cual negó de inmediato —No es eso, es que simplemente no sabía que hacían diseños tan lindos en esta cafetería, me da hasta lástima beberme el café-- El albino río de nuevo, y le sugirió que probara primero los sándwiches de crema batida con fresas.

𝐒𝐧𝐨𝐰 𝐋𝐞𝐨𝐩𝐚𝐫𝐝Donde viven las historias. Descúbrelo ahora