𝐒𝐧𝐨𝐰 𝐋𝐞𝐨𝐩𝐚𝐫𝐝

Parte 9

Despertó, increíblemente adolorido. Todo su cuerpo estaba a punto de estallar.

Se quejó, sentándose en la cama con dificultad, mientras se sobaba la espalda. —¿Qué mierda pasó ayer?— se preguntaba, hasta que le llamó la atención un particular olor a comida. Dios, que rico olía... --Mghh... qué aroma más rico— y como si lo hubieran escuchado, Satoru entró —Veo que despertaste, te preparé un desayuno rico y saludable. No te preocupes, mire en tu refrigerador lo que te tocaba desayunar y te lo preparé--

Le dejó la bandeja de comida y a Suguru se le iluminó la cara, empezando a probarla —Delicioso...— Satoru sonrió, orgulloso —Creo que me merezco una ración de besos de mi querido Suguru— hizo un puchero en sus labios, y solo recibió un manotazo en toda la cara —Sigue soñando— Satoru rió. —Bueno, avise que hoy no podrías ir al trabajo, así que no hay problema, ¿verdad? Puedes ir al gimnasio, tómate el día libre--

Estuvieron charlando un poco y Satoru se despidió. Le había dado el día libre a Suguru, pero él no podía faltar. --Gracias— no podía ser malagradecido.

Y como le dijo Satoru, fue al gimnasio después de desayunar, debía aliviar su molestia en la cadera y en la mayoría de su cuerpo.

Hoy su rutina le había costado un poco más de trabajo por el mismo dolor. Se sentía avergonzado. Normalmente amanecía con dolor si era que tenía un largo stream la noche anterior, pero no tanto. --Suguru, te veo distraído, ¿pasa algo? —preguntó el entrenador, y este solo se avergonzó. --Oh, no se preocupe, es solo que...-- no terminó, pues para su entrenador él era como un libro abierto. --¿Tienes novio?-- preguntó, y en su pregunta había un tono picante. --¡No! No es eso... ¿amigos con derechos? Ni siquiera sé lo que somos, me tiene muy confundido-- respondió, no podía mentirle.

--¡Oh, vamos! No te desanimes, hay un buen ambiente en el gimnasio y no quiero que decaiga, cambiemos un poco el tema, ¿tienes fotos de él?-- Suguru se sonrojó. --Él está por todo el mundo...-- A su entrenador se le iluminó la cara. --Así que no solo te conseguiste un nuevo novio, ¿si no que es alguien importante? Eres un come solo, Suguru, dile que si de casualidad no tiene un amigo soltero para mí— Suguru rodó los ojos —No, pero mira, es él...— le mostró una de las millones de fotos que había de Satoru.

Se escuchó un grito en todo el gimnasio.

--¡¿ESTÁS JODIENDOME!?-- estaba más que sorprendido, juraba que se le iba a caer la cara de la emoción. --No, es solo que coindicimos en la misma empresa donde ahora modelo y...-- no podía terminar, pues su entrenador alardeaba cosas sin sentido, haciendo que se sonrojara.

Después de esa vergonzosa plática al punto de vista de Suguru, salió del gimnasio, recibiendo un mensaje de su jefe.

Sr.___
—Geto, he visto que últimamente
ganas más dinero, ¿te gustaría intentar algo nuevo?
—Enviado a las 10:30 A.M.
                                                                                                  Tú: Si, supongo que no estaría mal.
                                                                                                                      —Enviado a las 10:30 A.M.

Sr.___
—¡Genial! Sabía que podía confiar
en mi mejor streamer, ve a esta dirección
a las 7:40 P.M. haremos un show al aire libre.
—Enviado a las 10:32 A.M.
—Dirección enviada.
                                                                                                                      Tú: ahí estaré, señor.
                                                                                                         —Enviado a las 10:33 A.M.