Parte 5

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A Geto le estaba yendo bastante bien en su nuevo trabajo como modelo, y más el apoyo que Gojo le daba era aún mejor, en verdad pensaba que su vida podría mejorar. Algunas veces Utahime le marcaba para saber con cuál marca promocionar, ya que debían tener la opinión del modelo claramente, pero Geto siempre decidía modelar para casi todas las marcas que le daban ofertas.

Ahora no hacía más que lucir esa linda cara frente a las cámaras y dejarse tomar foto con la ropa que le prestaban en los ensayos, estaba feliz, al fin no le tenía que rogar a su jefe para que le diera un poco más de dinero y poder comprar los medicamentos a su tía.

Porque sí, le llegaba un dinero extra a su tía, pero eso era solo para las necesidades de la casa en la que se quedaba, Geto le tenía que comprar con su propio dinero sus medicamentos, comida y ropa para que ella viviera una vida cómoda.

Nunca se negó, sin embargo, algunas veces sí era tedioso. Pensaba algunas veces llevarse a su tía a su departamento con él, pero, ¿cómo le iba a explicar los gemidos? ¿Y cómo le iba a explicar eso a su jefe? Obviamente lo mandarían a tomar por culo, porque su jefe era un hijo de puta, pero Geto había sido ingenuo hace casi 3 años y ahora estaba pagando las consecuencias.

Echó un suspiro pesado, era martes y había terminado de promocionar para la marca Prada, tenía que lucir unos nuevas chaquetas de cuero que la marca había sacado, y, oh, dios, que bien le quedaba todo lo que se probaba.

Esos eran los pensamientos de Satoru. Iba a todas las sesiones de Geto con la excusa de "tengo que supervisar su trabajo y si necesita mejorar en algo yo mismo me encargaré de explicarle", y así era.

A Geto nunca le incomodó; se había acercado a su jefe aún más, tenían pequeñas pláticas en sus descansos, ya era así rutina que cuando estaba muy cansado, Gojo se acercaba lentamente y ponía una bebida fría en su mejilla izquierda.

--Geto, tenemos que volver a la empresa, ya terminaste, ¿no?-- Geto asintió, pero le pidió 5 minutos para poder ponerse su ropa original, y los de la empresa Prada les dijeron que no había problemas, que le regalaban ese conjunto, el cual Geto intentaba rechazar a toda costa. Sabía que era muy costoso y no quería ser irrespetuoso.

Pero Gojo lo convenció, además, él quería ver un rato más a Geto con esos pantalones negros que se le pegaban perfectamente a su piel, unos guantes, los cuales estaban descubiertos de los dedos, pero cubrían perfectamente la mano u la muñeca, una chaqueta de cuero grande, pero sin exagerar, y esa maldita camisa que le dejaba al descubierto su lindo abdomen. En verdad era un lujo ver a Geto lucir eso.

Y aparte de eso, hoy llevo una tierna trenza, la cual se encargaba de que estuviera todo el rato en su hombro, Gojo siempre se preguntaba, ¿cómo se sentirá jalar ese sedoso cabello? ¿A Geto le gustaría?

Salieron de la empresa y Geto seguía agradeciendo por su nuevo traje, Gojo lo subió a su camioneta, e iban platicando sobre ese atuendo.

--Suguru, deberías empezar a acostumbrarte... Algunas veces te darán pequeños regalos, no pienses que estás siendo egoísta-- Geto suspiró; tal vez su jefe tenía razón, e incluso se podría ver como que estaba siendo malagradecido. —Lo tendré en cuenta, gracias, Satoru-- Le dedicó una de esas sonrisas que hacían que Gojo se derritiera.

Llegaron a la empresa y, para sorpresa de Geto, Gojo se había alejado de él, Utahime le había hablado para algo importante, y él no iba a interrumpir, por más que quisiera seguir hablando con el albino.

Porque sí, el de ojos azules ya estaba llamando la atención del moreno, no sabía cómo ni cuándo, tampoco sabía si sus sentimientos eran claros, o solo estaba agradecido por todo lo que Gojo había hecho.

𝐒𝐧𝐨𝐰 𝐋𝐞𝐨𝐩𝐚𝐫𝐝Donde viven las historias. Descúbrelo ahora