Capítulo 3 - Uptown Girl. (Boy)

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Habrá violencia implícita en este capítulo, al igual que mención de lesiones y sangre. Tener cuidado.
AA.

Los días pasaban rápido cuando tenías cosas que hacer y cuando estabas ebrio. La remodelación no estaba siendo sencilla, incluso con el uso de magia. La casa era un desastre, tenían cosas tiradas por todas partes, tablas de madera, latas de pintura, rollos de tapiz viejo esparcidos por todas partes. Había llenado dos habitaciones con herramientas y cosas que necesitaba para arreglar la casa. Usaría magia, pero su propósito era remodelar la casa de la manera más muggle posible. Quería sentirse útil. Al final, Grimmauld Place era una casa de origen muggle, eso no era muy sangre pura de los Black.

Sus avances eran tirar, donar o vender cosas que estaban dentro de la casa. Había muchos objetos malditos, ropa y fotografías de la familia Black. Kreacher, no estaba de acuerdo conmigo al tirar todas esas cosas innecesarias.

Ese era otro problema, sus peleas con el elfo.

Él quería deshacerse de cosas que el elfo no, y viceversa.

Habían llegado a un acuerdo, sólo podrán reclamar cinco cosas ante la negativa del otro. Lo demás sería basura.

Kreacher había escogido las cosas de Regulus, e hizo su pequeña habitación con recuerdos de su antiguo amo. Había insistido en que tomara una habitación, pero el elfo escogió la alacena grande para sus cosas.

Yo solo escogí cosas de Sirius, en realidad, después de su muerte no entraba mucho en su habitación, pero tuvo que hacerlo para sacar todas las cosas que debían irse. Use los mismos hechizos que use en el retrato de madre para quitar sus posters y calcomanías en las paredes. No quería que se quedara nada, quería hacer de esa casa un hogar, no un santuario de recuerdos. Ya tenía suficientes malos recuerdos como para todavía mantenerlos vivos en las paredes de esa casa.

Para estar tan activo durante el día ayudaba el café con ginebra, era una buena combinación. Y es lo último que le quedaba de alcohol, tendría que mandar a Kreacher a comprar más. El viejo elfo siempre compraba ginebra, tal vez para castigarlo un poco. O tal vez para recordarle sus horribles decisiones. Siempre la tomaba cuando no había de otra. También servía para emborracharse más. No quiero recordar a Ginny, no en estos momentos.

Estaba en la sala, empacando las últimas cosas que Kreacher debía vender cuando sonó la red flú. Nadie me contactaba de esa manera, bueno, en realidad nadie lo contactaba de otra manera.

Fui a ver quién era y ese era Draco.

–Potter. Hablé con Scorpius. ¿Qué te parece venir esta noche al departamento? –me dijo sereno. Estaba sorprendido, no pensé que esto pasara tan rápido. Aunque en realidad su percepción del tiempo no era la mejor.

–Si, claro que sí. ¿Debo llevar algo? –le contesté emocionado.

–No, no es necesario. No vengas por aquí, aparécete. Quiero revisar que estés sobrio antes de dejarte entrar. Te veo a las 7 afuera del departamento. Adiós –se desconectó antes de poder decir algo más.

Mierda, había estado bebiendo. Necesitaba darse un baño y dejar de beber. Ya no fumaría ni bebería hasta después de la cena. Tendría que soportar solo con pastillas.

.

Se encontraba fuera del departamento de Draco, estaba recién bañado, con la barba rasurada y lo peor de todo, estaba sin fumar ni beber. Era una pesadilla.

Se sentía vacío, como si la vida no tuviera sabor y una opresión en el pecho, que no lo dejaba respirar. Estaba temblando, sudando frío, necesitaba un cigarro urgentemente, pero no podía. Debía resistir las siguientes horas, debía ser fuerte y después, podría refugiarse en el amargo sabor del alcohol.

El niño que vivió pero no aprendió a vivir.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora