Capítulo 10- Mr. Roboto.

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Advertencia: Este capítulo menciona maltrato infantil. Que les puedo decir, los Dursley son una mierda.

Por cierto, llore a mares editando la parte de Draco, no recordaba que tan triste está esa parte. O no sé si yo ando sentimental, pero si están en público, recomiendo que lo lean en privado por si les hace llorar el capítulo.
AA.

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Era sábado, mi cuerpo lo agradece. No tenía que levantarse a llevar a Scorpius a la escuela, podía quedarse un poco más en la cama improvisada que había hecho en el suelo del tercer piso. Había llegado en la madrugada, nos habíamos quedado conversando sobre nuestras vidas o cualquier otra tontería, cuando nos dimos cuenta, ya eran las dos de la mañana. Ann me dejó en la entrada, cuando crucé la puerta él único que seguía despierto era Kreacher. Quien se vio aliviado por verme llegar a casa en buen estado.

Me tengo que levantar en contra de mi voluntad. Fui a mi habitación para darme un baño, en mi cama estaba dormido Scorpius, lo dejé descansar más tiempo. Una vez que ya estaba listo, fui a la habitación de Draco. Hermione y Ron estaban con él, los tres me voltearon a ver. Draco estaba recostado con una bandeja de desayuno en su regazo, mientras los otros dos tenían una taza en sus manos. Al parecer había llegado en un mal momento, los tres estaban serios.

–Buenos días –Ron fue el primero en comenzar.

–Buenos días. Veo que los tres ya desayunaron.

–Si, son las diez de la mañana –Ron le dio un sorbo a su taza.

–¿A qué hora llegaste ayer? Te estuvimos esperando, pero... no llegaste. Te escuchamos llegar en un auto –Hermione ahora entra a la conversación.

–Como a las dos de la mañana. Ann me trajo a casa.

–¿Quién es Ann? –Ron preguntó.

–Es alguien del grupo. Ayer se nos hizo tarde. Fue su cumpleaños y fuimos a festejar.

–¿Ustedes van a festejar? ¿Los del grupo de alcohólicos anónimos? –Ron ahora lo decía con ironía.

–Si, Ron. Tenemos varias maneras de festejar...

–Hubieras avisado que llegarías tarde –Ron me interrumpió. Hermione lo tomó de la mano tratando de tranquilizarlo.

No entendía nada.

–No entiendo cuál es tu punto, Ron. Si quieres decirme algo, solo dilo. No comprendo por qué estás tan molesto.

Ron me miró, soltó un suspiro para decir.

–Nada, me voy. Tengo trabajo.

Con eso salió por la puerta de la habitación. Hermione solo me negó con la cabeza tratando de disculparse. Salió tras su esposo.

–Harry...

–¿Ya acabaste de desayunar? ¿Quieres que te ayude a darte un baño?

Paré las palabras de Draco, quién solo me miró y asintió con la cabeza.

Después de darle el baño a Draco, me pidió salir de su habitación así que lo cargué hasta el jardín, lo puse en la silla de ruedas que transfiguró Herms. Le puse una manta encima, las manos le seguían temblando, se quedó dormido de nuevo. No duraba mucho tiempo despierto, me sorprendía que pudiera formar oraciones coherentes. El lunes irían al sanador mental y esperaba que pudieran hacer algo con los malestares de Draco.

Cuando despertó Scorpius desayunos juntos, Hermione se había quedado en el jardín cuidando al dormido de Draco. Rose vino por Scorpius para ir a jugar al jardín. Termine de arreglar la cocina, para ir al jardín. Tomé mis herramientas para comenzar, en eso sentí un hechizo que se cernía sobre mí. Dirijo mi mirada hacia arriba, fue Hermione. Había silenciado nuestra próxima conversación de los niños y de Draco, aunque este seguía dormido.

El niño que vivió pero no aprendió a vivir.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora