"Me miró con altivez y reprimió una sonrisa. Sabía que ya había ganado, yo ya había caído en su trampa.
-¿Qué quieres que haga?- inquirí con dificultad.
-Entretenme- volvió a sonreír con satisfacción por desastre en el que me había convertido desde...
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Suguru Geto
Veo una, dos, tres veces...
Cuando llego a la vigésima por fin me cabe en la cabeza que lo que estoy viendo no es obra del estrés ni de la falta de sueño. Es real. Doy una respiración, profunda, pausada. Estoy intentando no rendirme ante la ola de ira que amenaza con nublarme el juicio.
Él lo sabía, lo sabía todo y no me lo dijo. Quiso que me diera cuenta por mí mismo.
"Me veo en la penosa obligación de desistir de mi participación en este proyecto por lo que, a su vez, debemos proceder con la cancelación del contrato..."
La inversión fue cancelada, mi inversión. Leo el documento en el que supuestamente doy de baja mi apoyo a la propuesta de Kento y de Riko.
Para empezar, yo no escribí esto.
Quienes me conocen saben que yo jamás les escribiría una carta en ordenador saludando con "Honorables señores", y con fuente cursiva, a mis amigos de toda la vida. Es más, yo ni siquiera habría rechazado algo tan importante con un intento de carta tan mediocre y mal redactada. Mis asuntos los manejo personalmente. Además, mi firma ya está en el contrato de inversión desde hace más de un año. Esta carta no cumple con las condiciones suficientes para absolver mi participación.
Ni esta carta, ni la muerte misma pueden dar marcha atrás a lo que hemos venido construyendo desde que mi padre ha puesto el ojo y ha querido meter mano sobre la NLC, la compañía de los Nanami.
Esta propuesta es la única manera que tengo de deslindarme de la firma de mi familia. Si logramos llevarla a cabo, podremos hacer competencia, podría unirme a los Nanami como un socio leal antes que sean consumidos por la alianza entre los Farré y los Geto.
Es mi única oportunidad.
Este intento de fechoría es inútil.
Pero si Kento me lo hubiera dicho antes...
Quizás yo lo habría previsto. Habría hecho algo para prepararme para enfrentar al león hambriento en el que se convertirá mi padre cuando se entere que tengo un fondo escondido que pienso usar para traicionarlo y hacerle la vida más difícil.
¡¿Qué pecado estoy pagando?!
Aunque si soy sincero, no sé si esto que hizo es una ayuda o un vago intento de hundirme.
El dinero de la inversión fue retirado de mi cuenta en el extranjero y fue transferido a otra cuenta, aquí, en el país.
¿Mal día para ser yo? Claro que sí, me han robado la identidad y una cantidad exorbitante de dinero. En esos fondos estaba gran parte de la herencia de mi abuela y también una parte considerable del dinero que he ahorrado desde que soy un mocoso.
