parte 4

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ALEXIA

Me encontraba en una junta con algunos empresarios, que querían hacer y unir nuestras empresas, Pero obviamente las negué, sus empresas son muy chicas a las que suelo unirme, muchas y pocas personas saben cuál es mi empresa principal y la que me genera todo el dinero que tengo, y bueno por eso muchos tratan y buscan la manera de unir la suya con la mía.

Y otro problema, bueno desde aquella noche no e dejado de pensar en aquella chica, a pasado todo un mes, y esa mujer sigue en mi mente las 24/7, cuando estoy cogiendo con Lucia, solo pienso en Samantha, esa hermosa mujer, y no se hagan, obviamente cuando lo hago con Lucia uso preservativo.

— bueno eso es todo por hoy – me levanté del asiento, dejando atrás aquellos señores que les negué la invitación a mi empresa.

— por favor señora Harrison – me pare en seco.

— no me digas señora, que este casada, no les da ese derecho a nadie en llamarme señora, no estoy vieja aun – segui caminando.

— si ok, Pero enserio necesitamos unir nuestras empresas, eso hará que los dos crezcamos mucho más – lo miré de reojo.

— mi respuesta seguirá siendo un No, señor Thomson – abrí la puerta de mi oficina – y que pase feliz días.

Me adentre a mi oficina, me senté en mi asiento del escritorio, sentía calor, me quite el saco, quedando con la camisa blanca desabotonada dos botones de arriba, necesitaba un café.

Llame a mi secretaria para que me pidiera el café de siempre, en unos minutos llego con el, les di las gracias y salio, me pare a mirar los edificios y las personas en la calle desde la gran altura, era una mañana bonita de eso no había duda, pero nadie podía dañarmela más que la persona que no quería ver hoy.

— hola querida – se acerca a mi dándome un beso rápido en los labios.

— ¿ Que haces aquí ? – le pregunté llendo directo al grano.

— ¿ Que no puedo venir a saludar a mi querida esposa ?

— no empieces – la mire mientras me sentaba — ¿ Que haces aquí?.

—tu padre te estaba llamando, y como no contestabas, me dijo que viniera por ti, quiere que vayamos a su casa para hablar, sobre nosotras.

Cómo siempre, ahora que quera, ese señor canoso.

— estoy ocupada, acabo de salir de una junta, y voy a empezar a trabajar ahora, dile que después – encendí la compu, para empezar a trabajar.

— oh no, vamos a ir, si o si, quieras a o no, el chofer de tu padre nos está esperando haya abajo – dijo acercándose a mi, cosa que no quiera, me pare cogí mi saco y salí.

— muévete, no quiero durar mucho tiempo haya, me estresa.

El auto, empezó en marcha, luego de unos minutos que parecieron horas llegamos a la casa de mis padres.

Nos adentramos a la casa, Lucia quiera agarrar mi mano Pero la aparté.

— no te preocupes no es necesario fingir delante de ellos – le dije, a lo que recibí una mala mirada de su parte.

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