Parte 8

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<ALEXIA>

Entré a mi oficina encontrándome a mi secretaria sentada allí, le dije que me pasara y dijera todo lo que tenía que hacer durante este día.

— y justo ahora tienes una reunión con otro empresario el señor Méndez – asentí

— dile que me de 10 minutos y estaré con el – mi secretaria salió de mi oficina y yo me centre en unos papeles mientras que en mi mente rondaba samatha y está hermosa tarde que pasamos en el parque.

Duelo de los 10 minutos salí de mi oficina, pero antes me fijé que Samantha no estaba en su escritorio y supuse que estaba dentro de la oficina, caminé para ir a la sala de juntas pero un casi grito me hizo girar llamando también la atención de los demás.

Miré a todos lados para saber de dónde vino el ruido, y un fuerte golpe se escuchó de la oficina de Gonzales, así que decidí ir a investigar que esta pasando.

Abrí la puerta bruscamente, encontrándome a una Sam casi pálida y al asqueroso de gonzales casi arriba de ella.

Me puse entre el medio de el y lo tiré al piso, le pedí a mi secretaria que llamara a los de seguridad, me despegue de el y fui corriendo a donde Sam al verla tirada en el piso pálida y desmayada.

¿ si estaba asustada ? La respuesta es si, tenía miedo si algo malo le pasaba a ella y a mi bebé.

Llame a mi médico personal para que la viniera atender, pero antes la llevé a mi oficina para tener más privacidad.

Al cabo de unos segundo llego y lo que la atendía yo fui a llamar a recursos humanos.

— me extrañaste verdad?– dijo mi mejor amigo entrando a mi oficina.

— este no es momento Jeison – le dije extendiendo la mano — ya dame esos papeles.

— ¿ qué esta pasando ? ¿ quién es ella ? – dijo apuntando a Sam que estaba en el sofá.

— Gonzales la trató de violar o algo así y parece que de tanta presión de desmayo – me miró preocupado.

— ¿ enserio ese hijo de perra hizo eso? – dijo levantándose con brusquedad — pero....¿ por qué la trajiste aquí, digo casi no te preocupas por nadie de tus empleados.

— por nada, solo es una persona especial.

— claro y yo soy virgen.

– ambos reímos — esta embarazada, tendrá un hijo mío.

Me volteó a ver con brusquedad y sorprendido a la vez.

— pero y lucia? .

— ¿ qué con ella?.

— nada.... Felicidades supongo y quiero ser el padrino – dijo dándome un abrazo con una sonrisa que iluminaba toda la oficina.

Salió de mi oficina y por Micrófono llamé a Gonzales, mientras llega yo agarré los papeles que Jeison me había traído y los firmé, en eso la puerta fue abierta entrando así el señor Gonzales.

Al entrar miró a Sam que estaba aún tumbada en el sofá, el médico me había dicho que todo estaba bien, que solo entró en pánico y por eso el desmayado.

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