Eclipse Couple

2.

Para desgracia de Luffy, esta guerra acaba con la vida de su hermano y de Shirohige. Más que eso termina lesionado de gravedad e inconsciente, de tanto esfuerzo puesto, desde Impel Down hasta ahora, que yacía casi sin vida junto con Jinbe, un antiguo Shichibukai que le había apoyado en su lucha.

Bajo el mar de hielo formado por Aokiji en las cercanías de Marinefird se podía percibir luces de un submarino. Su líder, había desenvainado su espada para posiblemente cortar el hielo encima de ellos.

- ¡Capitana, hemos encontrado un hueco en el hielo! – informa el oso –
- Pues subid a flote por ahí – manda su capitana envainando nuevamente la espada –

Su tripulación se prepara para subir a la superficie de inmediato. Law al enterarse de que el Sombrero de Paja había sufrido heridas graves tras tratar de salvar a su hermano, no lo pensó mucho y fue hasta Marineford.

- ¡Entrégame a Sombrero de Paja-ya! – pide la capitana de la tripulación Heart –
- ¿Don Sombrero de Paja? Vaya mote más raro le ha puesto... – opina Buggy, cargando los cuerpos de Jimbe y Luffy en el aire – ¡¿Y tú quién eres, mocosa?! –
- Puede que Sombrero de Paja-ya y yo acabemos como enemigos, pero no tengo nada en su contra – explica Law – Y que muriera aquí no tendría ninguna gracia ¡Por eso lo voy a sacar de estas aguas! ¡Yo me encargaré de su seguridad desde ahora! –
- ¡¿Cómo?! – cuestiona inaudito el payaso –
- ¡Soy médico! – responde ella desde su submarino –
- ¡¿Estás bromeando conmigo?! ¡¿Dónde se ha visto a un médico con una espada en la mano?! – pregunta Buggy fastidiado – ¡¿Y qué haces apareciendo de la nada con ese submarino?! –
- ¡No queda tiempo! ¡Entregámelo! – pide la novata del North Blue –
- ¡¿Y por qué debería dárselo a la primera persona que se me cruce?! – pregunta Buggy desde el cielo –
- ¡Capitana! ¡Los acorazados se aproximan! – señala un miembro de su tripulación –
- ¡Date prisa! ¡Tíranoslo! – pide la novata al payaso –
- ¡Capitana! ¡Ya casi estamos en su radio de alcance! – avisa Shachi –
- ¡Haz algo, Bepo! – mando el nuevo, que Law había liberado en Sabaody –
- ¡Ni que fueras la capitana, señor novato! – se queja el oso –

De un momento a otro el mar se agita debido al ataque de Teach contra Sengoku y Garp.

- Kurohige, ¿eh? Está como una dichosa cabra – Buggy reconoce de quien proviene los ataques del mar – Tengo que salir de este infierno cuanto antes –
Justamente después recibe un disparo de luz de parte de Kizaru, que fue al parecer de advertencia. Buggy no soporta más y le lanza los cuerpos inconscientes de Jimbe y Luffy al submarino de Trafalgar.
- Nos sumergimos – ordena la capitana –
- Lo hiciste bien en Sabaody al poder escapar de mí, Trafalgar Law... – Kizaru se prepara para volver a disparar –
- Menuda herida... ¿Seguirá vivo? – se pregunta Bepo cargando a Luffy – ¡Hay que darse prisa! –
Pero por fortuna los piratas de Shanks el Pelirrojo intervienen en la guerra. Shanks salva a Coby de una muerte segura por parte de su superior y le pide a Buggy llevar el sombrero de paja a Luffy del cuál recibiría como cambio un buen mapa del tesoro.
- ¡Capitana! ¡Capitana! ¡Como no nos larguemos nos van a acribillar! – el oso apuraba a Law a que cerrase la puerta del submarino, de la cual esta apoyada – ¡Se lo ruego, cierre la puerta! –
- Ya voy – contesta su capitana –
- ¡Oye! – grita Buggy –
- Espera un segundo – dijo Law escuchando su llamado –
- ¡No podemos esperar ni un segundo! – se queja el oso –
- ¡Te olvidas de esto! ¡Cógelo! – Buggy lanza el sombrero de paja –
- Nos ha lanzado algo – dijo Law y seguido la atrapa con su mano izquierda – Es su...
- ¡Capitana! ¡Deprisa, deprisa! – Bepo vuelve a apurar a Law –
- Ya, ya – Law entra al submarino –
Bepo cierra la escotilla y corre junto a Law hacia su salón de operaciones, entrega el sombrero a Penguin y se pone los guantes de látex.
- Venga, manos a la obra – estira los dedos dentro de los guantes con una sonrisa algo maniática – A este le han atravesado el tórax, está al borde de la muerte – diagnostica a Jinbe – Y Sombrero de Paja-ya tiene unas heridas externas bastante graves, pero las peores siempre son las más profundas –
- ¿Les ponemos anestesia? – le pregunta Penguin desde el monitor cardíaco –
- No hará falta. Ambos están tan malheridos que no notarán el dolor – responde su capitana – Da igual lo que les hagamos, no tienen fuerzas ni para quejarse. Esta operación promete cosas – sonríe ante tal libertad –