CAPÍTULO 14 (PARTE 2)

71 10 2
                                    

Pusiste las cosas que tenías en las manos sobre una pequeña mesa. Abrumada, soltaste un gran suspiro y te dejaste caer en el sillón.

-¿Estás 100% seguro?- tu mirada estaba perdida, tratando de entender lo que estaba pasando.

Claro que confiabas en las palabras de Alonso, pero esto era una coincidencia tan grande que era difícil de creer. Al menos que no fuese una coincidencia.

Alonso se acercó donde estabas, colocandose suavemente a tu lado- Yo... entiendo que no quieras creerme- dijo tomándote de la mano- y claro que hay una posibilidad de que me equivoque, pero te juro que su presencia me hizo sentir inmediatamente una sensación de... deja vu -continuó Alonso, apretando suavemente tu mano-. Fue como si una parte de mi pasado que había olvidado se activara al verlo.

Te quedaste en silencio, procesando lo que te estaba diciendo. Miraste al suelo, tratando de encontrar alguna lógica en lo que sentías. Era difícil creer que Jos, alguien con quien habías compartido momentos tan agradables, pudiera estar relacionado con el pasado de Alonso de una manera tan significativa.

-Es que es demasiado... -murmuraste, pasándote una mano por el cabello-. ¿Qué significa esto?

-Algo está conectado entre nosotros, algo que ni siquiera yo entiendo del todo -dijo, mirándote-. No sé si es coincidencia o si el universo está jugando con nosotros, pero lo que sentí fue real.

Te llevaste las manos a la cabeza. -Esto es muchísimo para procesar, Alonso. Apenas estoy comenzando a conocer a Jos, y ahora me dices que lo conocías cuando estabas vivo... No sé qué pensar.

Alonso se inclinó un poco hacia ti, su expresión llena de empatía. -No quiero confundirte más, solo quiero que estés a salvo. No sé qué significa esta conexión, pero te pido que tengas cuidado.

-Lo sé, y confío en ti, pero necesito entender qué está pasando. Jos no me ha dado ninguna razón para desconfiar de él.

-Puede que no sea consciente de lo que pasó en el pasado -admitió Alonso-. Pero algo en mi interior me dice que hay más en él de lo que aparenta. No te pido que lo alejes por completo, solo que vayas despacio.

Te quedaste en silencio, observando a Alonso. Su expresión era una mezcla de vergüenza y preocupación. Apretaste su mano suavemente, dándole a entender que, a pesar de todo, confiabas en él. La tensión en sus ojos se disipó apenas lo sintió, mostrando una leve sonrisa que intentaba tranquilizarte.

-Nunca te había sentido tan... tangible como ahora- dijiste con voz baja, sorprendida por la firmeza en su contacto, una sensación extrañamente real.

-Lo sé- respondió Alonso, mirándose las manos como si también él se asombrara de lo que ocurría- Siento que, entre más descubro sobre mí, más... sólido me vuelvo.

-¿Crees que eso tenga algo que ver con Jos?- preguntaste, más intrigada que nunca.

-Estoy casi seguro de que sí-

Suspiraste profundamente, intentando organizar el remolino de pensamientos que cruzaban por tu mente. Algo en todo esto no cuadraba, y los recuerdos comenzaron a filtrarse de forma más clara.

-Alonso... -lo llamaste, frunciendo el ceño mientras algunas escenas de tu pasado reciente cobraban sentido-, ahora que lo mencionas, creo que sí noté algo extraño.

Alonso te miró, sorprendido por tu tono serio- ¿Qué cosa?- preguntó.

- La primera vez que Jos vino a la casa, el mismo día que tú desapareciste por completo...-Hiciste una pausa, intentando recordar cada detalle- Cuando llegó, se quedó mirando la entrada por un momento... como si le resultara familiar, o como si algo lo incomodara. Su actitud cambió, se volvió distante, casi incómodo.

Alonso se tensó, como si tus palabras confirmaran sus sospechas. -¡Lo sabía! - dijo, con una mezcla de alivio y frustración.

Asentiste lentamente, recordando más detalles que en su momento pasaste por alto.- Y hoy... también lo noté. Cuando lo invité a entrar, dudó mucho antes de aceptar. Parecía que no quería cruzar la puerta, y una vez dentro, caminaba por la casa como si ya hubiera estado aquí antes.

-¡Ves!, no podía estar equivocandome en algo así.

Lo miraste fijamente, cayendo en cuenta de lo que estabas diciendo.

Alonso te observaba con intensidad, asimilando cada palabra. Te moviste en el sofá, sintiendo un nudo en el estómago mientras recordabas esos momentos, dándote cuenta de que había señales que antes habías pasado por alto.

-¿Crees que él... que Jos recuerda algo? -preguntaste.

-Algo debe recordar. Tal vez no conscientemente -respondió Alonso, su voz grave- No es normal que alguien reaccione de esa manera sin motivo-

Te mordiste el labio con la ansiedad burbujeando en tu interior. -Entonces, si él estuvo aquí antes, ¿por qué no me lo ha dicho?

-Puede que no lo sepa -dijo, su rostro reflejando una mezcla de preocupación y confusión-. O tal vez lo está bloqueando. O incluso... tal vez lo está ocultando a propósito.

Sacudiste la cabeza, incapaz de procesar todo de una vez. -Esto es demasiado. Quiero creer que Jos es... normal, que simplemente es un buen tipo y ya. Pero todo lo que estás diciendo tiene sentido. Hay algo raro en todo esto.

Alonso se inclinó un poco más hacia ti, su expresión más seria que nunca. -Tienes que ser cautelosa, ___. No digo que Jos sea peligroso, pero si hay algo en su pasado que lo conecta conmigo, puede que estés metiéndote en algo que ni él mismo entiende.

-¿Y qué hago? -preguntaste, sintiendo un leve temblor en la voz-. ¿Debo alejarme de él?

-No creo que sea lo más adecuado ahora. Pero mantén los ojos abiertos. Habla con él, trata de descubrir qué sabe. Quizás puedas averiguar más de lo que yo puedo recordar -respondió, apretando tu mano con firmeza.

El silencio se instaló entre ambos. La casa se sentía más pesada, cargada de un misterio que no habías visto antes, pero que siempre había estado ahí, esperando revelarse. Algo te decía que esa noche sería el punto de no retorno, que tendrías que empezar a cuestionar más de lo que habías imaginado.

Te levantaste del sofá, tomando aire para calmar tus nervios. -Lo hablaré con él, pero necesito tiempo para procesar todo esto. No puedo simplemente lanzarme a confrontarlo sin saber más.

-No, claro que no. Mira, deberías empezar por preguntarle por mi o algo.

-Sí, podría mencionar tu nombre de alguna manera...-reflexionaste en voz alta-, o incluso preguntarle si alguna vez conoció al dueño anterior. Así, cuando lo niegue, sabré que algo está mal.

-Vaya, pero que turbio se puso todo- soltó un suspiro- ¿estás cansada?

-Un poco sí- lo volteaste a ver- tal vez debería irme a la cama ya. 

-Vamos, te acompaño.

Mientras subías las escaleras hacia tu habitación, tu mente seguía divagando en todo lo que habías descubierto. Te sentías agotada, no solo física, sino emocionalmente. Ultimamente sentías que muchas cosas pasaban a la vez y que todo se movía tan rápido.

Ahora debías tomar una desición respecto a Jos, lo cual no iba ser nada fácil. Tal vez lo más prudente, por ahora, sería mantener las cosas en calma y no apresurarte a sacar conclusiones. ¿Y si todo esto no era más que una coincidencia? Tal vez Jos no estaba ocultando nada, y era solo tu mente sobrecargada haciendo conexiones donde no las había. Después de todo, apenas lo conocías.

Alonso te observaba en silencio, siempre presente, como un reflejo de todo lo que no podías comprender por completo. Sabías que debías seguir adelante con cuidado, indagando poco a poco en la verdad. Pero esta noche, lo mejor sería descansar.


GHOST // Alonso VillalpandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora