Hanna se cruzó de hombros y miró a su hermano menor cuando entró por la puerta con una amplia sonrisa en el rostro.
-¿Dónde has estado?-preguntó viendo como él se acercaba y se sentaba frente a Thalia que bebía de su leche en completo silencio.
-Primero las manos- lo regañó la Yaya Flor- luego las explicaciones.
Dalton puso los ojos en blanco y caminó hacia la cocina mientras Hanna le seguía con la mirada.
-Me he enterado por ahí de que te vieron bebiendo en una taberna de mala muerte- Hanna fue incapaz de contenerse- ¿¡desde cuándo diantres te has empezado a aficionar a la bebida?!
-Solo he bebido esa noche, puedes estar tranquila- Dalton salió de la cocina, pero se apoyó en el marco de la puerta y se cruzó de brazos. No necesitaba una reprimenda como si aún fuera un niño.
-¿Esto es por Evie?- la voz de la Yaya Flor le hizo apartar la mirada de su hermana para fijarla en ella- ¿O es por esa princesita que no tardará en casarse con otro?
Dalton tragó saliva, pero optó por hablar con sinceridad. Al fin de cuentas, estaba entre su gente.
-Esto es por Evie. He bebido para no buscar un medio de transporte e ir en su busca.
La Yaya Flor suspiró casi a la misma vez que Hanna. La única que continuó desayunando, intentando no prestar atención a las palabras del chico fue Thalia.
-Sabes que ella volverá- Hanna se puso de pie y rodeó la mesa para acercarse a su hermano- al menos mientras tú sigas aquí.
Dalton asintió.
-¿Quieres desayunar?-preguntó Thalia girando su cuerpo al fin para mirarle- Evie no está, pero aún seguimos los demás.
Él se sorprendió realmente de escucharla hablar tan temprano, pero aún así negó con la cabeza.
-He desayunado.
-Con la chica de la guitarra.
-¿Qué sabes tú de ella?- se puso a la defensiva Dalton, como si Thalia no hubiera simplemente preguntado por la mujer con la que había amanecido hace apenas unas horas.
-Te vi con ella- se encogió de hombros ella.
Dalton apretó los puños con rabia.
-¿Qué chica de la guitarra?- preguntó Hanna posando sus manos en los hombros de Dalton para atraer su atención.
-Una muchacha que conocí y que...
-Canta en el bosque, frente a la posada del señor Anderson, no lleva mucho en la ciudad- le interrumpió Thalia- no se sabe mucho más sobre ella.
-¿Pero que..
-Calla- Hanna clavó sus ojos oscuros en su hermano- ¿vas en serio con ella?
-Yo no voy en serio con nadie, Hanna, deberías saberlo ya- se apartó de su hermana y señaló con el dedo a Thalia- y tú deberías dejar de espiarme y venir aquí a contar toda mi vida privada.
-¿Vida privada?- sonrió Hanna cruzándose de brazos mientras él se dirigía a su habitación- aquí no entendemos de esas cosas.
Dalton no contestó a su provocación, se encerró en su habitación y agitó la cabeza con enfado.
Didian terminó de recoger su casa, y con la guitarra bien sujeta a su espalda salió al exterior devolviéndole el saludo al señor Anderson antes de encaminarse a la iglesia. Allí había aprendido a perdonarse a sí misma por todo lo que había hecho, por todos sus errores y mentiras. Por su pasado que intentaba que no la persiguiera por las noches. Por eso mismo estaba en deuda con aquel lugar de culto con el que estaba tan peleada.
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Ruivas
ФэнтезиDos razas separadas hace milenios, enemistadas y en guerra desde los comienzos del mundo. Pero.. ¿Qué pasaría si dos personas de bandos contrarios se enamoraran perdidamente? Evie es una Ruivas,( ser mágico con apariencia humana) que fue obligada a...