12

44 5 1
                                    

Osvaldo

No hay que tener unas gafas especiales para ver el brillo de las cosas...

No todo el mundo puede hacerlo. Pero si lo consigues, te las pones y empiezas a buscar el rastro que deja tras de sí cada emoción. El cariño posee un brillo tenue pero constante. Los recuerdos tienen un brillo intermitente porque se va apagando con el paso del tiempo igual que las estrellas. Es curioso. Hay personas capaces de centellear. Y a veces las miradas también brillan.

No puedo apartar mi vista de Emma.

Lucía absolutamente radiante con su vestido. La tela fluida abrazaba su figura de manera encantadora, resaltando su elegancia natural. El color del vestido, complementaba su piel y hacía que sus ojos brillaran aún más.

El diseño del vestido, con un escote sutil y detalles delicados, le confería un aire de sofisticación. Cada vez que se movía, el vestido se deslizaba suavemente, creando una sensación de movimiento que cautivaba a quienes la rodeaban. Su cabello, caia en suaves ondas sobre su espalda dejando al descubierto su cuello y resaltaba la belleza de su rostro.

Era evidente que no solo llevaba una prenda hermosa, sino que también irradiaba alegría y seguridad, lo que la hacía aún más deslumbrante.

-¿Cómo me veo? - Pregunta.

-Realmente hermosa.

Sonríe.

Ella se sigue viendo al espejo mientras yo me perdíerdo en su mirada, es que el color de sus ojos me encanta, no son ni azules, ni verdes. Eran color café, café que quita el sueño, café que que produce desvelos.

--

En medio de la multitud, hay una persona que destaca no solo por su apariencia, sino por la forma en que se mueve por el mundo. Su cabello, que parece danzar al ritmo de la brisa, enmarca un rostro donde cada rasgo cuenta una historia. Sus labios, siempre curvados en una sonrisa sincera, son como un faro de calidez y alegría.

Lo que realmente la hace hermosa es su risa contagiosa y su capacidad de escuchar. Cuando habla, sus palabras fluyen con una dulzura que envuelve a quienes la rodean. Tiene esa habilidad única de hacer que cada conversación se sienta especial y significativa.

Su pasión por la vida se refleja en cada cosa que hace; ya sea en el arte que crea, en los sueños que persigue o en las pequeñas cosas cotidianas que transforma en momentos mágicos. La belleza de esta persona no solo reside en su exterior, sino en la luz que irradia desde su corazón, tocando a todos los que tienen la suerte de cruzarse en su camino.

Ella se giró hacia mí y sonrió, y su expresión decía todo lo que sentíamos: estábamos listos para salir juntos ante el público a un que sabíamos que eso no atraería las mejores criticas. A medida que avanzábamos entre la multitud, noté cómo su presencia atraía miradas; la gente sonreía al verla pasar.

Ella se giró hacia mí y sonrió, y su expresión decía todo lo que sentíamos: estábamos listos para salir juntos ante el público, aunque sabíamos que eso no atraería las mejores críticas. Con un ligero temblor en el estómago, me empujó suavemente a dar el primer paso en la alfombra roja.

A medida que avanzábamos entre la multitud, noté cómo su presencia atraía miradas; la gente sonreía al verla pasar. Era como si el tiempo se detuviera, y en ese instante, todo lo demás desapareciera. A pesar de las miradas curiosas y los murmullos a nuestro alrededor, la conexión entre nosotros brillaba con fuerza.

Las luces de las cámaras parpadeaban a nuestro alrededor mientras llega vamos a donde se encontraba Ari quien empezó a preguntar cosas sobre como me sentía, si estaba nervioso, quien me acompaña etc. Ella se mantenía tranquila y segura, mientras yo intentaba encontrar las palabras correctas a cada pregunta. Su risa era un bálsamo que calmaba mis nervios, y cada vez que nuestras manos se entrelazaban, sentía que podíamos enfrentar cualquier cosa.

Mientras nos alejábamos del bullicio, la adrenalina comenzaba a desvanecerse y la calma se apoderaba de nosotros. Caminamos juntos, entre risas y susurros, buscando un rincón tranquilo donde pudiéramos hablar sin interrupciones.

Emma

Hoy me siento un poco nerviosa. Es como si tuviera mariposas en el estómago, y mi mente no deja de dar vueltas. A veces me parece que el corazón late más rápido de lo normal, como si estuviera preparándose para algo importante (lo está). Mis manos están un poco sudorosas, y me cuesta concentrarme en lo que estoy haciendo. Sé que es solo un momento y que pasará, pero en este instante, la ansiedad me abraza un poco.

A un que la conversación con Osvaldo me está tranquilizando un poco.

¿Algunas vez han sentido que cada persona que los mira, los está juzgando?

Pues así me siento yo, siento todos me están juzgando con la mira y eso hace que mis nervios no disminuyan fácilmente.

Esto fue una mala idea, siente que el algún momento la ansiedad me abrazara completamente.

Solo quiero que el evento termine pronto, no creo poder aguantar más.

-

Perdón por no subir capitulas, pero tuve problemas con mi salud y no tenía la suficiente imaginación.

Hay nueva historia en el perfil, pri si quieren ir a leerla.

Adiós, cuidense.

𝑬𝒔 𝒓𝒂𝒓𝒐 𝒆𝒍 𝒂𝒎𝒐𝒓  ||  𝐸𝑙  𝑀𝑎𝑟𝑖𝑎𝑛𝑎 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora