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Escocía
Colegio Hogwarts de Magia y hechicería
Magical boarding school for wizards and witches
(2 enero 1943)

Viernes.

Me dejo caer en la cama de mi habitación, estoy lo suficientemente cansada como para acostarme a dormir sin preocuparme por nada. Siento a alguien prender la luz, frunzo el ceño. La carga social de volver a saludar a todos mis amigos y además estar cuatro horas en un tren es completamente agobiante.

La luz me golpea de manera intensa y mis manos se vuelven puños contra la cama, escucho a Nephy agitar ruidosamente las alas. Aprieto la mandíbula y entierro más el rostro en mi almohada. Todos deberían estar en la cena de bienvenida, no aquí tentando mis límites.

Un alivio recorre mi cuerpo al notar a través de mis ojos cerrados que la luz fue apagada nuevamente. Y de pronto la puerta se cierra débilmente, dejando un suave chirrido.

...

(3 enero 1943)

Me despierto, mis ojos abiertos arden al entrar en contacto con el aire frío de las mazmorras. Estar tanto tiempo con los ojos cerrados dificulta mi vista. Levanto débilmente mi torso del colchón, mis piernas se doblan suavemente contra mi pecho y mi mirada se desvía al reloj de pared frente a mi cama.

Seis en punto de la noche, veintidós horas durmiendo, es reparador. Mis brazos envuelven mis piernas y apoyo mi frente contra las rodillas. Cierro suavemente los ojos mientras disocio unos minutos, pensando tonterías mientras asimilo mi existencia.

Escucho la puerta abrirse, aún así no levanto la cabeza hasta escuchar la voz de Adely.

—Tiene que ser una broma—suelta con clara molestia—Es casi de noche y apenas te estás despertando.

Alzo la mirada, tiene los brazos cruzados y sus ojos están fijos en mi. Veo la suciedad en su rostro, está llena de tierra por su práctica de quidditch.

—Solo estaba descansando, sabes que suelo dormir mucho—no miento, siempre duermo más de lo que debo—Además, es el último fin de semana sin deberes.

—El problema no es que duermas, el problema es que dormir en exceso es un claro indicio de depresión—explica dejando sus cosas en el suelo. Hago una mueca de desagrado al ver la marca de suciedad—Y lo que dormías antes no es nada a comparación de lo que dormiste hoy.

Ruedo los ojos con fastidio, yo no tengo depresión. Además, todas las vacaciones dormía al menos veinte horas.

—Por Merlin, Adely, claro que no tengo ningún problema, solo me gusta dormir—suelto. Dejo mis piernas estirarse y luego bajo de la cama, meto los pies en mis pantuflas rosadas.

—Solo...espérame aquí, te voy a acompañar a comer—dice, yo me limito a asentir en respuesta. Ella camina hasta el baño de la habitación, suspiro al ver el camino de arena que deja con cada pisada.

—¿Por qué simplemente no te cambias en los vestidores como la gente normal?—pregunto.

—Ew, no, que asco—espeta con claro desagrado, cerrando la puerta del baño detrás de ella.

Bufo de fastidio, me levanto de la cama y camino al pequeño tocador que compartimos las cuatro, al parecer se pusieron manos a la obra y ya lo llenaron de sus cosas, espero me hayan dejado el espacio que pedí.

Luego, mis ojos se posan en las muchas fotos que hay en los bordes del espejo.

La trágica fiesta de Halloween. Elena, Caspian, Cassius y yo en la fiesta de navidad (aunque él tiene un pequeño bigote que Elsie le dibujó luego de enterarse de lo que sucedió).

ℛ𝓊𝓃   //Tom Riddle//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora