Rain 2

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Los aplausos llenaron todo el teatro una vez terminada la obra, ovaciones de pie y muchas muestras más de apreció hacia los actores, quienes estaban parados en medio del escenario agradeciendo. Todos juntos y tomados de las manos.

Sin duda debió de ser muy buena o tal vez la historia era muy popular.

Lastima que ambos terminamos durmiendo en medio del segundo acto, era la última vez que dejaba que mi abuelo escogiera la obra, lo más vergonzoso era que nos habían metido en una barrera contra el sonido por nuestros ronquidos. Si eso no fuera suficiente, había babeado mi vestido por mientras dormía.

No entendía como la Princesa Iris, le interesaba este tipo de historia, se me hacían muy fantasiosas. Kazuma parecía pensar igual a mí sobre esto. Aunque compro uno de los peluches que vendían en la entrada, me pregunto lo que hará con el muñeco, creo que comprare una figura de la princesa de la obra para la Princesa Iris. lo que era algo irónico.

Tuve que excusarme por un momento para ir al baño, tenía que arreglar un poco mi maquillaje y lavar la parte del vestido en donde había caído mi saliva, aprovechando la oportunidad para acomodarme la ropa. Odiaba este vestido, se me veía espectacular pero tenía que acomodarlo cada rato.

Cuando regresé a donde me esperaba, estaba viendo a los artistas de la obra salir saludando a todos los presentes, me preguntaba si simplemente estaba aburrido esperándome o si estaba viendo a las bellas actrices que salían. Mire por un momento en un espejo cercano, realmente había una gran diferencia entre esas actrices y mi persona.

—Ahora ¿Qué deberíamos hacer? — Pregunto Kazuma que parecía importarle poco la vergüenza que habíamos pasado, tal vez dado a que era un plebeyo realmente no le importará si hacía algo tan malo como dormirse en medio de una obra, podría verse algo elegante con la ropa que vestía pero eso no cambia lo que era.

Debía admitir, tener algo de envidia por ello, la libertad que se manejaba era algo que nunca había hecho. En un día aburrido podía ir a un bar y beber con sus amigos sin preocuparse por nada, por mientras que yo como maestra de la princesa Iris tenía que cuidar mi imagen en cada momento.

Eso junto a que hace unas horas estaba actuando como nuestro criado para la visita de los amigos del abuelo, así que me costaba trabajo verlo como una posible pareja, incluso me costaba trabajo verlo como el aventurero que mató junto a sus compañeros a varios generales del rey demonio.

—El teatro era la única actividad programada, deberíamos regresar a la mansión. —

—Bromeas ¿cierto? Porque lo único que hicimos fue roncar ¿por qué no vamos a un bar a comer algo? —

Lo pensé un momento —No creo que eso sea apropiado. —

Todas las entrevistas que había ido en mi vida siempre eran cortas y sencillas; la primera cita se suponía ser para checar el físico de la pareja así como la personalidad, la segunda se agendada en una fecha lejana para reunir más información del pretendiente y la tercera era para acordar el compromiso. Pero dudaba que eso se aplicara para un plebeyo.

—Pero ambos somos adultos, no hay nada de malo en tomar algo de cerveza. —

Siempre había tenido el sueño de ir a un gremio y gastarme una gran cantidad de dinero invitando a todos las bebidas, hasta el amanecer, pero ni loca gastaría tanto dinero en una tontería. —Técnicamente tienes razón, pero nunca he ido a un bar. —

—No te preocupes, solo sigueme, yo te invito. —

Era más complicado de lo que pensaba tener una entrevista de matrimonio con él, no se aplicaban las normas comunes, lo peor era que a pesar que dije que no quería ser vista como algo que se pueda comprar.

KONOSUBA: la ruta de YunyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora