Aldea carmesi 3

259 35 8
                                    


"¿Qué acaba de pasar?" Esa fue la pregunta que cursó mi cabeza una vez que Kazuma empezó a alejarse de nosotras, Yunyun estaba esperándolo para después caminar a su lado en el momento que la alcanzó, por algún motivo sentía que había algo más de lo que podía notar pero simplemente no sabía que era. Nunca había sido buena en darme cuenta de sutilezas.

Me quedé viendo hasta que desapareció de la vista, en mi espalda Megumin estaba siendo advertida por sus padres de no usar explosión, ya que no querían pagar los daños que podía ocasionar con su magia. Si ella fuera una maga normal ese no sería ningún problema, pero estábamos hablando de Megumin aqui, asi que seria dificil que hiciera lo que sus padres le estaban pidiendo.

Tuve que intervenir en su auxilio cuando era obvio que la pequeña maga no estaba dispuesta a ceder al igual que sus padres, prometiendo que yo misma la vigilaría, lo que pareció no convencerlos y continuaron advirtiéndole ignorándome completamente.

Había notado que algo raro le pasaba a Kazuma desde hace semanas, Kazuma parecía más ejercitado y había estado mirando menos a mi pechos últimamente, lo que ocasionó una pequeña preocupación por mi aspecto. Sabía que algo estaba pasando, así que lógicamente concluí que finalmente estaba madurando, ahora entendía que era algo más pero no entendía lo que era.

Ese chico puede ser muy desconcertante cuando quería y cómo fuera poco, Yunyun parece estar siguiéndole el juego en todo esto, los cambios no eran preocupantes pero lo estaba alejando del tipo de hombre que me gustaba. Lo que era malo para mi, ahora quien me vería con esos ojos lascivos cada vez que caminara por la mansión en piyama o quien esperaría a que me bañara para entrar al baño sin razón aparente.

—¿Qué es lo que estaban hablando antes de que llegáramos? — Por fin la actitud chismosa de Aqua servía para algo, no era parte de mi educación como noble preguntar esas cosas, pero estaba muy interesada en saber lo que habían estado hablando antes de que llegaramos. Tal vez así entendería cuál era la cosa que no podía entender de todo este asunto.

La madre de Megumin respondió por mientras que el padre regresaba adentro sin dar señales que le interesara lo que estábamos hablando. —El joven Kazuma vino a conocernos, mientras ustedes estaban jugando con el ejército del Rey demonio. —

—Técnicamente ni siquiera peleamos contra ellos, cuando llegamos todos ya estaban derrotados. — comenté esto para disminuir cualquier preocupación que ellos pudieran tener acerca de la seguridad de su primogénita.

Si Megumin no hubiera sido tan estricta en usar su explosión en los remanentes del ejército del Rey demonio, no hubiéramos tardado tanto en volver, al último encontramos una pequeño grupo del ejército del rey demonio cerca de una mujer en vestido rojo y Megumin uso su explosión sin consideración por la vida de la mujer.

Luego aprendimos que era la general del Rey demonio pero hasta entonces realmente pensé que Megumin había matado a alguien inocente, realmente no sabía que hubiera hecho, como miembro del culto de Eris y como paladina tenía el objetivo de proteger a los inocentes. Sin Kazuma en el equipo, sin duda hubiera sido mi responsabilidad, detener a Megumin antes que hiciera daño a una persona inocente.

La tarjeta de aventurero de Megumin no la mostraba como una víctima de su explosión, así que continúa con vida, las tres acordamos guardar esta información de esos dos para darle una oportunidad a Megumin de probar que su magia servía para algo.

—De cualquier forma, Megumin prepárate para cenar en la casa del jefe de la aldea y ayuda a tus amigas a preparar una pose de presentación. La necesitaran para esta noche. —

—Un momento ¿Quién dijo que nosotras iremos? — sentí como ésta casi se caía de mi agarre cuando protesto tan enérgicamente, por suerte pude evitar que se cayera de mi espalda a tiempo.

KONOSUBA: la ruta de YunyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora