𝖽𝖾𝗏𝗈𝗍𝗂𝗈𝗇 - 𝗁𝗒𝗎𝗇𝗅𝗂𝗑

08

HYUNJIN.

Felix entra en la sala audiovisual usando un camisón verde pálido. Tiene triángulos que cubren sus pechos y una banda bajo ellos, mostrando sus tetas de la manera más obscena. No tiene mucho pecho. Como la mayoría de las bailarinas, es alto y delgado. Pero por la forma en que el material de la prenda se ciñe a él, veo que sus firmes pechos cabrían perfectamente en mi boca.

Mis ojos viajan más abajo y puedo ver que llega hasta la mitad de su muslo, mostrando sus largas piernas. Necesita comer más. Su cuerpo ha sido acondicionado como atleta, pero le niega lo que se merece.

No se avergüenza de su físico y se pasea con confianza, sonriéndome. Estoy tumbado en el sofá reclinable, con una bandeja de comida junto a mí. Se deja caer en el sofá, cruzando las piernas e inclinándose hacia atrás. 

El dobladillo de su camisón sube un poco y tengo que ahogar un gemido.
          
—Hay una manta para ti, por si tienes frío.— Ofrezco, mirando hacia sus duros pezones y luego de vuelta a él.

—Por ahora estoy bien. ¿Qué tenemos para comer?

Su inocencia es embriagadora y no sé cuánto tiempo voy a ser capaz de poder controlarme. 

—Le he pedido al personal que traiga pizza, nachos, palomitas. Todas las cosas que tradicionalmente se consume en las salas de cine, ya que estoy seguro de que nunca antes lo habías probado.

Muerde su labio y niega con la cabeza. Puedo ver una mirada de tristeza cruzar su rostro.

—¿Está bien que esté comiendo de esta manera todo el tiempo? Estaba tan reglamentado antes…

—Tú sólo tienes que preocuparte por tu felicidad, ¿entendido?— Digo e instantáneamente veo de nuevo esa luz de emoción en sus ojos. 

Él estira su mano, toma una porción de pizza y gime al primer bocado. 
        
Mi polla palpita al ver cómo saca la lengua para lamerse el labio. Joder, no voy a poder ser capaz de durar mucho.

—¿Qué veremos?— Pregunta mientras coge una soda y bebe un trago. 

—Te dije que te dejaría decidir. ¿Alguna idea?

—Hmmm.— Piensa por un segundo antes de que su sonrisa se ensanche. —¿Tienes “Fantasía”, la bailé una vez cuando era joven y todos decían que era una película de Disney.

Me río y asiento con la cabeza. —Sí, puedo conseguírtela— pulso algunos botones en el mando a distancia mientras Felix se acomoda, entusiasmado.

Come y ríe, hablando de la comida y de lo mucho que le gusta. Me encanta el sonido de su felicidad y lo que conlleva. Ver la expresión de su rostro, la ligereza de sus pasos. Es como ver florecer una flor por primera vez.
     
Cuando empieza la película, empuja la bandeja de comida a la mesa que tenemos delante. Ahora me doy cuenta de que se ha acercado más a mí. Arrastrando con él la cobija. 

Cuando empieza a sonar la música, se inclina a mi lado y lo rodeo con el brazo. La posición es tan natural y fácil. Es como si ya lo hubiéramos hecho miles de veces antes.

Su mano se mueve para descansar en mi estómago y siento mi polla flexionarse hacia arriba como si intentara llegar a él. 

La película se reproduce, pero no veo ni un solo fotograma. Miro a Felix. Solo a él. La forma en que los personajes bailan y la música suena, está hipnotizado. Pero después de una hora, sus párpados comienzan a parecer pesados y el sueño le gana. 

Apoyo mi mano sobre la suya, sintiendo su suavidad bajo mi palma. 

Al cabo de un momento, se contonea a mi lado y su mano se mueve más abajo. Apenas está a centímetros de mi polla, y lo sabe.

Me quedo quieto mientras él murmura en sueños, y juro que oigo mi nombre. Entonces su mano vuelve a bajar y ahora está descansando justo encima de mi dura longitud.

El calor de mi polla late bajo su contacto y aprieto los ojos con fuerza.

Mi mano todavía está sobre de la de él, así que presiono suavemente, manteniéndola en su lugar mientras aspiro y me corro encima. Lleno mis bóxers con el líquido pegajoso que deseo poner dentro de él, la crema que anhelo ver goteando fuera de su coño virgen.

Sé que su dulce coño está fresco. No hay forma de que la perra controladora de su madre deje que una polla se acerque a su colmena de miel. No, ese acogedor y azucarado centro que tiene goteando entre sus piernas es todo para mí.
     
Cuando he sentido lo último de mi liberación, retiro suavemente la mano de Felix de mi aún dura longitud y la coloco sobre mi pecho. Siento que sus labios suben hasta mi cuello mientras se acurruca más, y me encanta la sensación.

Alargo la mano hacia abajo, agarro su muslo y lo acomodo encima de mí. No puedo evitar preguntarme si tiene bragas debajo del camisón. Quiero su cuerpo envuelto alrededor del mío mientras duerme. Es la única manera en que sentiré algún tipo de alivio.

Correrme en mis bóxers no está funcionando más. Mi pequeño sol me tiene enredado en su red. Pero no hay lugar en el que preferiría estar, y sólo espero que pronto él sienta lo mismo.
 
Pronto, pronto le diré la verdad, pero quiero procrear con él antes de que eso suceda. Quiero su vientre redondo con mi bebé y atado a mí en todas las formas posibles antes de que la verdad salga a la luz.
     
Un día verá todo lo que he hecho por él.

Todo lo que he hecho por nosotros.

Un día, será mío en todos los sentidos posibles.

Entierro mi cara en su cabello mientras lo mantengo cerca. Empiezo a restregar mi polla contra su muslo y creo que tal vez, una vez más no hará daño.

lamento mucho la espera, de todos modos espero que estén disfrutando la historia.