So hot| 04

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Capítulo 04| parte dos


El grito desgarrador que había dado Oriana no había sido de placer. No.

Todo rastro de placer y excitación había desaparecido de su cuerpo, parándose rápidamente hacía el amago de despegar la parte superior de su vestido, que se encontraba mojado.

Isa dirigió su mirada hacia ella y notó la presencia de su padre al costado de su madre, con el plato de sopa humeante en manos. Sus miradas azuladas se encontraron y el hombre parado sin sentir culpa alguna, deseó no haberlo hecho.

En vista de que nadie hizo el intento de socorrerla, corrió hacia al baño.

Todas las personas en el comedor siguieron comiendo y continuando con su conversación como si la escena de hace unos segundos no hubiera sucedido.

—Debiste tener cuidado— escupió llamando la atención de todos—. Y por último, se pide perdón, por si no te enseñaron modales.

La joven pudo sentir las malas miradas de todas las mujeres ahí, junto al grito de su padre, pero poco le importó. Ella estaba extremadamente preocupada por su madre.

Acercándose al fondo del pasillo, donde se encontraba el baño de la primera planta, pudo escuchar los sollozos de su madre, provocando que su pecho doliera.

Toco la puerta un par de veces sin obtener respuesta o indicios de que esta sería abierta.

—Mamá, por favor abre— pidió de manera dulce.

No pasó mucho cuando la puerta fue abierta y frente a ella apareció Oriana con los ojos rojos y el escote de su vestido aún más mojado que antes, notándose todo un círculo colorado hasta su clavícula.

Quiso regresar al comedor y tirarle toda la olla de sopa en la cara a Jorge, cuando la vió tan frágil.

¿Cómo podía hacerle eso?

Los accidentes pasan, eso lo sabía y lo tenía claro. Pero la actitud que tomó con su esposa era tan repugnante, no la merecía en definitiva e Isabelle se encargaría de hacerle notar eso a su madre, que merecía ser feliz y mostrar su mejor versión.

Sin decirle nada, la tomó de la mano y la metió junto a ella dentro del baño otra vez, para luego cerrar con seguro. Tomándola por sorpresa,la cargó de los muslos.

—¿Qu-qué haces?, Isabelle bajame.

—No.

La dejó sobre el lavabo y fue al cajón donde se encontraba las cosas de primeros auxilios.

—Isabelle— se quejó.

Isa notó la intención de su madre para bajarse, apurando su acción en encontrar la crema de quemaduras.

—Quédate ahí Oriana— le advirtió.

Cuando regresó a su lado, la tomó de la cintura y la volvió a sentar bien sobre la mesa de granillo del lavabo.

Sin preguntarle, desabrochó los botones de su vestido mostrando la quemadura que resaltaba en su piel lechosa e inició a aplicarle la crema por toda la zona con sumo cuidado.

—¿Te arde demasiado?

Cuando no obtuvo respuesta, quebró toda su concentración para mirarla. La encontró observandola, pero esta vez era diferente, muy diferente a como la había visto alguna vez cuando niña o incluso hace días. Había algo distinto en el brillo de su mirada.

—¿Qué?

Oriana la observó por unos segundos antes de volver a la actitud tímida que siempre optaba cuando estaba con ella

So forbidden [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora