So forbidden [+18]

So hot| 07

Capítulo 07

—¡Puta madre!— gritó en cuanto volvió a escuchar la molesta voz de la mensajera.

Tomando sus cosas, salió de la oficina dirigiéndose a su secretaria.

—Cancela todo, nos vemos el lunes.

Sin esperar respuesta, tomó el ascensor. Llevaba una semana sin saber de Oriana, luego de que ella se fuera del apartamento, la mayo había desaparecido del mapa. Ambos, Jorge tampoco contestaba las llamadas y el no saber de ella la tenía angustiada, desesperada.

Iría a buscarla, no esperaría un día más.

Quince minutos después, se encontraba tocando fuertemente la puerta, llamando la atención de más de un vecino.

—¡Oriana abre la puerta!, ¡No me iré hasta hablar contigo!

Los minutos pasaban y su preocupación solo aumentaba, los vecinos de vez en cuando se asomaban por sus ventanas fingiendo ver si en su jardín todo estaba en orden. Jodidos chismosos. Unos se habían quedado observándola, pues hacía muchos años no veían a la única de Jorge.

—Ori, cariño, soy Isa. Abre la puerta, por favor.

Pisadas se escuchaban del otro lado, dándole esperanzas. Cuando menos lo esperó, la puerta se abrió mostrando a la mujer que tenía el rostro con hematomas y sangre seca, bañado en lágrimas. Su corazón dolió al verla de esa forma.

—Pero que mierda— soltó aún sorprendida.

Un sollozo escapó de los labios de Oriana y sin esperar más, se tiró a sus brazos a llorar desconsoladamente. Isabelle aún no procesaba del todo lo que estaba sucediendo y en cómo pudo haber llegado a esa situación. Escuchando a lo lejos los susurros de la gente, sin importar el qué dirán, tomó a Oriana de los muslos y la cargó adentrándose a la casa.

Cuando llegó a la sala pudo ver el desastre en que se había convertido, botellas de cerveza sobre la mesa de centro, vidrios rotos, los jarrones de flores que siempre le gustaron a Ori rotos en el suelo, la alfombra gris se encontraba húmeda y rastros de sangre en esta misma.

Iba a matarlo sin importar que fueran sus padres.

—¿Qué fue lo que pasó?— se atrevió a preguntar, acariciando la espalda de la mujer entre sus brazos, intentando que se tranquilizara.

—Nos escuchó.

—¿Eh? Cariño, necesito que seas clara, no estoy entendiendo nada.

El rostro de Oriana salió de su cuello y mirándola fijamente le dijo lo que menos esperaba.

—Ese día en tu apartamento, la llamada no se cortó y nos escuchó.

Joder.

—Espérame un rato aquí— dijo sentándola en el sofá.

Isabelle subió rápidamente a la segunda planta y tomando una mochila del armario, guardó algo de ropa, no debían perder mucho tiempo, Jorge podría llegar y tener un enfrentamiento con Oriana mal, no era una muy buena idea.

—¿Qué es eso?— le preguntó la mayor en cuanto llegó al primer piso.

—Te vienes conmigo a mi departamento.

Las palabras dejaron cuál piedra a Oriana, había escuchado muy bien la advertencia de Jorge y aún así, no puso resistencia cuando Isa la volvió a tomar en sus brazos. Mucho menos, cuando juntó sus labios con los de ella en un beso cariñoso.

—Te prometo que todo estará bien, ¿Si?

Asintiendo, segura de que así sería, se dejó llevar al auto estacionado fuera de la que era su casa. Y sin mirar a las personas que las observaban, dejó atrás al vecindario lleno de personas hipócritas y mal habladas, dejó la casa que en algún momento se sintió su hogar y dejo al hombre que había amado.