So hot| 06

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Capítulo 06


Una carcajada se escuchaba en cada rincón del gran departamento, mientras una mujer cubierta únicamente por una delgada sábana se encontraba molesta.

—Ya dime— insistió.

La menor la observaba graciosa.

—Ya te lo dije.

Un mojín se formó en los labios de Ori estando inconforme con su respuesta.

—¿Qué hacía aquí Isabelle?

—Te lo dije, estábamos trabajando.

Un bufido fue abandonado de los labios de Oriana.

—Vaya manera de trabajar.

—No puedo creer que estés celosa.

—Sofía Isabelle— le regaño.

Otra carcajada salió desde el fondo de su garganta.

—Vale, está bien, no me río más.

—¿Me dirás la verdad?

—¡Por Dios, mujer! Te estoy diciendo la verdad, ¿por qué tanta desconfianza?

El silencio invadió la habitación.

Simple, Isa es joven y la muchachita de hace unas horas también lo es. Y no solo es joven, sino también que es muy hermosa, suficiente para que Oriana se sintiera insegura. Demasiado insegura. De solo pensar que la mujer que la ponía como adolescente enamorada podría dejarla y estar con otra la ponía mal.

Su forma de pensar podría ser egoísta, pero era lo que sentía.

Isabelle observó con mucha atención sus gestos.

—Es increíble que lo estés pensando— soltó incrédula—. Oriana, es imposible que una mujer llegue a interesarme tanto como tú o incluso que ponga a latir mi corazón como tú lo haces. Eres la única mujer que quiero en mi vida y la única que deseo con tanta intensidad. No hay, ni habrá alguien más.

—No puedes asegurar eso— la contradijo.

La menor rodó los ojos ante la terquedad de la mayor. Sin embargo, una sonrisa alumbró su rostro al caer en cuenta que ella tampoco tenía mucho de diferencia. Ambas eran tercas.

—Voy a demostrártelo.

Oriana la observó confundida.

—¿Eh?

—Ya te enterarás, bonita.

Sin decir una palabra más, la tomó del mentón y la besó.


***


La luz de la luna se colaba en la habitación por el gran ventanal que permitía observar la bonita vista de la ciudad.

Ori se encontraba terminando de darse una ducha, mientras Isabelle estaba craneando cómo decirle a su madre lo que quería hacer.

Joder, ¿se lo permitiría?, ¿se molestaría con ella?, ¿la asustaría?

De repente, se había convertido en un manojo de nervios. Moviendo su pierna ante la ansiedad de no tener una respuesta segura.

La mayor observó confundida a una distraída Isa.

—¿Pasa algo?— preguntó sobresaltándola.

—No— contestó de manera inmediata—. Bueno sí.

La preocupación invadió el pecho de Oriana cuando su hija mostró un rostro nervioso.

So forbidden [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora