🩷4

85 9 0
                                    

Seokmin se había despedido de Joshua 15 minutos atrás, pues tenía que regresar al trabajo. Lloraba desconsoladamente y no era precisamente por haberse despedido de Joshua.

Antes de bajar de su coche para ingresar a su despacho, había tenido la dichosa idea de revisar sus análisis solo para cerciorarse de que no haya nada malo. Pero tal vez no debió haberlo hecho.

Se limpió las lágrimas y respiró profundamente sin embargo le fue imposible porque los resultados llegaban a su mente ocasionandole el llanto nuevamente. Ya veía venir los resultados, estaba seguro de lo que había en su mente habría en las hojas.

Se dio apoyo mentalmente, deteniendo su llorar y con las pocas fuerzas que tenía, bajo de su automóvil para continuar con su trabajo. Por lo menos ya se había ahorrado el regalo de cumpleaños de su esposo.

👶🏻

—Feliz cumpleaños, amor— Seokmin besó cortamente a Joshua.

—Muchas gracias, mi amor— abrazó a Seokmin.

No queria fiestas, ni salidas, solo pedía pasar una tarde con su esposo. Y Seokmin se lo concedió saliendo temprano del trabajo.

—Ten— le tendió el mismo sobre blanco que le dieron ayer en el hospital a Joshua.

—¿Qué es esto?— cuestionó con duda y temor al ver ese sobre blanco de dudosa procedencia. Un click se hizo oír en su cerebro dándole sus propias conclusiones y sin dejar hablar a Seokmin, argumentó primero.

—No Seok, no, acabas de felicitarme no puedes hacerme esto— se arrodilló frente a su confundido esposo—. No me pidas el divorcio, no en mi cumpleaños— rogó dramáticamente—. Si es por el tema de los hijos, no volveré a mencionarlo pero no me dejes.

Tenía miedo de que lo deje, era obvio que tenía harto a su esposo con su insistencia sobre los hijos y sabía que Seokmin era un excelente abogado, que tenía siempre buenos argumentos dejándolo más temeroso.

—Joshua, levántate— ordenó—. Y abre el maldito sobre.

Negó nuevamente—. No, me niego a perderte así sin más.

—No me vas a perder tonto, este es tu regalo de cumpleaños. Agarralo antes de que me arrepienta.

Dudosamente se levantó y tomó, de igual manera con el corazón desenfrenado, entre sus manos el dicho sobre.

—Abrelo.

Con las manos temblorosas, lo abrió. Sacó lentamente una hoja y desdoblandola miró detalladamente su contenido.

—¿Mi regalo son tus análisis?— todo rastro de temor se fue cambiándolo uno de confusión.

—Mira bien— aquella sugerencia sonó más como una orden.

—Mhm haber, plaquetas 230,000 mcL bien, glucosa 60 un poco baja, san—

—Eso no, Joshua — le arrebató la hoja—. Mira acá.

Nombre del paciente: Hong Seokmin
Edad: 31 años.
Peso: 60 kg.
Talla: 5'9.
Estado: embarazado, 10 semanas de gestación.

El rostro atónito de Joshua hizo reír a Seokmin.

—¿Estoy soñando?— miró asombrado a Seokmin, quien negó.

—¿No es una broma?— sintió su rostro mojado, esperando a que no fuera una.

—Ay Joshua, creíste que no me daría cuenta pero no nací ayer— limpió las lágrimas de su esposo—. Se que le hiciste un orificio pequeño al condón y así lo usaste, y no lo hiciste una vez sino varías veces.

—Es que...creí que— sollozó—. No funcionó... porqué...no tenías los síntomas del...embarazo.

Su llanto le dificultaba el habla, sin embargo Joshua no sufría, más bien estaba mucho más que feliz ante el mejor regalo que había recibido.

Y como si los síntomas fueran sido invocados, hicieron su acto de presencia provocándole vómitos pero no a Seokmin sino a Joshua quien veloz corrió hacía el baño.

—¿No estás enojado? ¿No me dejarás porque te embarace? o peor aún, ¿abortara, dongsaeng ?— cuestionó preocupado mientras abrazaba al inodoro.

Seokmin frunció el ceño viéndolo desde el marco de la puerta—. Si vuelves a decirme dongsaeng voy a abortar y a dejarte. Se supone que estamos casados y no debes decirme cóm-

Detuvo toda locomoción de sus palabras y salió asqueado del baño al ver que Joshua expulsaba sus alimentos nuevamente.

HijosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora