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El ámbito escolar y educativo para Seokmin eran completamente importantes y de sumo cuidado. Joshua no le tomaba tanto valor como Seokmin lo hacía pero no dejaba de lado que tenía interés en la vida que formaba para sus hijos.

Había que destacar que sus hijos eran muy inteligentes y obedientes, convirtiéndose en los pequeños genios de su clase. Esa era una de las razones, además de ser los únicos mellizos en toda la escuela, por las que tenían un gran reconocimiento ante varias personas; otra razón es que tenían a los padres más guapos entre cualquier generación.

Independientemente de quien le dé más importancia al tema de la educación, ambos padres estaban dispuestos a dar la cara por si algo que les sucedía a sus hijos que no les parecía.

Bueno, ese era el caso de Seokmin quien con rostro severamente serio caminaba a pasos firmes por los pasillos de la escuela.

Los padres que esperaban por sus hijos conversando entre ellos, al ver a Seokmin aproximarse decidieron guardar silencio y no voltear a verlo. Era bastante conocido entre todos el carácter fuerte que Seokmin cargaba que preferían no acercársele y solo pocas personas tenían el valor de hacerlo. Entre esas personas estaban sus amigos de años Jeonghan y Minghao.

Joshua que venía detrás de Seokmin con su hija de 5 años en brazos sonrió a los otros padres en modo de saludo por cortos segundos, cautivando a algunas madres solteras y uno que otro padre casado, para luego seguir jugando con la pequeña Heemin.

Algunos padres se cuestionaban como es que Joshua y Seokmin podían ser pareja. No le encontraban lógica a como pueden estar juntos teniendo personalidades completamente distintas.

No esperaron mucho tiempo para que el último grupo de alumnos de preescolar en su último año terminarán sus clases. Heemin iba en un grupo distinto al de Heeseok por lo que a veces Joshua tenía que esperar a por su hijo un poco más de tiempo.

La profesora comenzó a repartir a los niños con sus respectivos padres hasta que llegó el turno de Heeseok quien al ver a sus padres, se emocionó y corrió hasta ellos.

—Hola, bebé— Heeseok recibió un beso por parte de sus padres—. Ya que está Seokie, debemos irnos.

—No, no— Seokmin le contestó sereno a Joshua —. Aún tengo que hablar con la maestra de Heeseok.

—No creo que sea necesario, amor— de la misma manera en la que Seokmin le habló, trató de hablar sino fuera por el nerviosismo que se había activado en todo su cuerpo—. Llegarás tarde al trabajo.

—Es muy necesario— respondió completamente seguro y decidido—. Primero son mis hijos antes que nada y todo, y no importa si llegó tarde soy mi propio jefe.

Ante aquello dicho, bajó a Heemin para alivianar su intranquilidad—. Y tus empleados, ¿pueden manejarse por si solos?

—No trabajo con animales, Jisoo— miró incrédulo al de cabellos rubios —. Hasta parece que no quieres que hable con la maestra.

—No me digas Jisoo, me da miedo cuando me hablas así— dijo con un toque de tristeza mientras les daba una mirada rápida a sus hijos—. Y no es que no quiera, me gustaría mucho que lo hagas pero-

—Pero nada, si no quieres estar puedes irte a casa, yo llevó a Heeseok más tarde.

No alcanzó a seguir protestando porque Seokmin avanzó hasta el aula que le correspondía a Heeseok.

Joshua suspiró dándose por vencido. Había luchado con sus fuerzas tratando de detener a Seokmin sin embargo sus esfuerzos fueron en vano—. Heeseok no te pongas los zapatos, ve con tu padre.

El menor asintió y dejando a un lado sus zapatos, corrió hacía donde había ido Seokmin.

—Ven, linda— Joshua le extendió su mano a la menor y una vez juntas ambas manos, caminaron hasta el aula de Heeseok.

—Buenas tardes señor Hong, ¿pasó algo?— cuestionó la profesora al ver entrar a Seokmin, no era común verlo en la escuela y siempre que se topaba con el padre, era para recibir quejas.

—Buenas tardes profesora Kim— saludó cortésmente a la maestra—. Como podrá notar, vengo para hacerle saber que hay actitudes no agradables que van dirigidas hacía mi hijo por parte de su compañero de asiento.

En ese momento en el que terminó de hablar, ingresó Heeseok seguido por su padre y hermana.

—¿Puedo saber que clases de actitudes no son de su agrado por parte de Namyoung?

—El día de ayer mientras me aseguraba de que mis hijos terminen la tarea, me fijé que cuando Heeseok quería ocupar su barra de pegamento esta estaba vacía, lo cual se me hizo extraño porque recién le di uno nuevo.
Heeseok me dijo que su compañero de asiento le cortó toda la barra con una tijera y que luego se la llevó para tirarla en el escusado.

—Ahora entiendo porque ayer, Namyoungie tenía el uniforme repleto de pegamento— comentó comprendiendo los sucesos del día anterior—. ¿Es todo?

—No he terminado— dijo siguiendo con sus comentarios—. Al parecer el mismo compañero le cortó las últimas hojas de la libreta a Heeseok, también le rayó la parte trasera de la camisa con crayolas y le llenó la mochila con arena.

Joshua pensaba que sería mala idea en que su esposo le dejará saber a la profesora de los recientes problemas cometidos a su hijo, no lo veía como algo innecesario, pero sabía que Seokmin podía llegar a grandes extremos, como una demanda, con tal de defender a sus hijos. El americano solo quería llevar la fiesta en paz con los demás padres de los compañeros de sus mellizos sin embargo cuando a Seokmin no le parecía algo tenía que decirlo, siendo odiado en algunos casos no obstante lo hacía con intensión de igualdad.

—Heeseok, no ha tratado de manera inadecuada a ninguno de sus compañeros y espero que mi hijo sea tratado de buena manera, así como también le sugiero que ponga en orden a sus alumnos pero sobre todo ponga en práctica su profesión— mencionó sin expresión—. Se supone que está aquí para educar y enseñar, y las actitudes que ese niño realiza a mi hijo no me agradan y no son correctas.

—Oh, Namyoung es una niña— la profesora corrigió con un sonrojo leve—. Y le aseguro que este tipo de actos no volverán a sucederle a Heeseok.

—¿Niña?— la perplejidad en el rostro de SeokMin fue evidente que buscaba una respuesta que no fuera la verdadera—. Namyoung es...¿una niña?

—Si papi— Heeseok aclaró afirmando la duda reciente de su padre.

En ese instante Seokmin se sintió extraño e incluso avergonzado.

👶🏻

—No esperaba que Namyoung fuera una niña— Seokmin informó estando fuera del auto de Joshua mientras veía a sus pequeños hijos a través del cristal.

—No es tu culpa, amor— Joshua acarició suavemente el rostro desorientado de su esposo—. Heeseok tampoco te dijo si era niña o niño.

—Tengo que hablar con los padres de esa tal Namyoung— comentó decidido e inconforme por la anterior plática con la profesora.

—De eso, yo me encargo— se apresuró de avisar al ver a Seokmin tan pensativo, esas eran las expresiones que hacía cuando no estaba conforme con algo—. No te sientas presionado, son niños y recuerda que siempre harán travesuras.

—Tienes razón— asintió sintiendo un peso menos mientras miraba su reloj—. Tengo que regresar al trabajo, nos vemos en la cena.

Joshua le sonrió dándole un corto beso—. Te amo, nos vemos luego.

—Te amo también— respondió risueño a Joshua y luego a sus hijos quienes bajaron la ventana del auto para despedirse de Seokmin —. Los amo, mis bebés.

Bebés. Seokmin suspiró cansado y extraño caminando hacia su auto.

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