"Te voy a tener rogando por misericordia"
🩸🩸🩸🩸🩸🩸
Nathan Morgan.
Brujas, Bélgica.
El ser humano normalmente tenía la capacidad de reconocer el bien y el mal que rodean sus vidas, así como cuáles son las consecuencias y beneficios del camino que han tomado e incluso me atrevería a decir que formaba parte de la sangre que corría por sus venas.
No obstante, cuando tenías una sangre mezclada como la mía; era difícil saber qué camino era el mejor para ti mismo o para tu familia, porque una vez que escoges tu camino, no hay marcha atrás.
Mi madre lo sabía en el momento en que volvió por su corona de sangre como Reina de los Asesinos.
Mi padre también lo supo en el momento en que rompió sus leyes y códigos morales de la justicia, sólo por cuidar a mi madre.
Mi hermano incluso lo supo en el momento en que mi madre lo encontró a punta de pistola, hackeando la base de datos del Pentágono.
Toda mi familia siempre ha sabido cuáles eran sus caminos en la vida, mientras que yo me encontraba en una encrucijada entre lo que quería, lo que mi instinto me pedía a gritos y lo que haría feliz a mi familia, en especial, a mi madre.
No me malentiendan, mis padres son las personas más comprensivas que existen en este mundo, a pesar de que no éramos una familia completamente normal debido a sus empleos ilegales y sucios para el gobierno de los Estados Unidos; no cambiaba el hecho de que eran las personas que siempre me han apoyado desde que tengo uso de razón.
Incluso cuando las cosas salen terriblemente mal con algunas de mis ideas, y terminaba con un par de regaños y castigos de su parte, no dejaban de mostrarme su apoyo y comprensión a pesar de mis errores.
Decir que era un hijo ejemplar, sería una completa mentira; porque ningún hijo era completamente perfecto, aunque los padres digan lo contrario.
Soy consciente de cada uno de los dolores de cabeza que les he dado a mis padres, pero no cambiaba el hecho que los amaba con mi jodida vida al igual que a mi hermano, y que haría hasta lo imposible por hacerlos sentir orgullosos y felices de mí.
Sin embargo, sabía de antemano que no podía hacerlos sentir orgullosos y felices por encima de mí mismo.
Mamá no me lo permitiría nunca en la vida; y lo último que quería era que se sintiera culpable por ello el resto de su vida, suficiente ha tenido con la mierda que tuvo que pasar siendo una niña, y que todavía carga sobre sus hombros.
No quería lastimar más a la mujer que amaba con toda mi vida por culpa de mi indecisión.
Sé que aunque tomara el camino que a ella probablemente no le gustara, sé que será la primera en apoyarme, y sería la primera persona a la que recurriría en caso de tener mis dudas.
Irina Morgan era demasiado buena y humana para este mundo, pero por alguna razón, había tenido la jodida bendición de que ella fuera mi madre desde hace casi dieciocho años, y no hay día que no esté agradecido por ello.
—Concéntrate, Nathan— la voz en mi oído, me saca de mis pensamientos más profundos y parpadeo para volver mi atención a mi objetivo, quién no se ha movido de su lugar en el sofá—. Más vale que no comiences a cometer errores, o será la última vez que te cubra en un asesinato, bicho.
Me es inevitable no soltar una risa baja entre dientes que suena más a un siseo que a una risa, antes de resoplar por lo bajo, sin dejar de mirar a mi objetivo por la mirilla de mi McMillan Tac–50 modificado con armamento ruso, antes de responderle a mi hermano.
ESTÁS LEYENDO
Extras
General FictionBienvenidas a un mundo adverso en donde podrán verse momentos diferentes e icónicos de todos los personajes del Angieverso, posteriormente a la finalización de sus historias. Momentos para llorar, recordar, amar e incluso reír que no se vieron y alg...