the alliance

90 11 2
                                    

AURA SE DIRIGÍA A LA OFICINA DE MICHAEL, el sujeto había llamado a la pecosa y a Dwight porque necesitaba la ayuda de ambos en cosas muy diferentes

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


AURA SE DIRIGÍA A LA OFICINA DE MICHAEL, el sujeto había llamado a la pecosa y a Dwight porque necesitaba la ayuda de ambos en cosas muy diferentes.

—Lau! Necesito que le preguntes a Pam cuál es el siguiente cumpleaños, quiero que organicen una fiesta el día de hoy.— informó su jefe.

—El próximo cumpleaños es hasta el próximo mes, es de Meredith.

—No me interesa! Organicen una fiesta junto con Ángela y Phyllis, puedes irte.— sin más, Aura se retiró buscando a Pam.

<>

—Bien, para decoración podríamos.. Es una estupidez, olvídenlo.— Phyllis confesó dejando de escribir.

—¿Qué?

—Solo iba a decir que podríamos poner guirnaldas pero es tonto. Todo mundo pone guirnaldas.

—No! De hecho es muy buena idea, Phyllis. ¿Qué color tienen planeado?— pregunta la pecosa, emocionada.

Phyllis aclaró su garganta antes de enlistar colores. —Bien, podrían ser verdes, azules, amarillas, rojas.

—¿Qué tal verde?— sugiere la recepcionista.

—Creo que el verde es de prostitutas y el amarillo es una falta de respeto a la religión.— Escupió Ángela crudamente haciendo que Aura voltee a la cámara con una sonrisa incómoda.

—¿Por qué no lanzamos una moneda al aire?

—Las apuestas son pecado.

Pam estaba a nada de renegar hacía la respuesta cínica de Ángela pero entró Michael haciendo comentarios incómodos sin gracia.

—Aquí están mis chicas organizadoras. Organizaron una fiesta de los ochenta increíble el año pasado, sin olvidar mencionar que Jim y Aura casi se bes...

—Okay! Michael! No necesitan saber eso, puedes irte.— chilló la de ojos verdes al sentir todas las miradas sobre ella.

—Lo haré! Pero necesito que compren pastel helado con trocitos de chocolate.

—Meredith es alérgica a los lácteos, así que.. No creo que sea buena idea.— avisó la rubia cristiana.

—Ella no es la única que va a comer, ¿verdad? No todo es sobre ella.

—Hoy si lo es, Michael. Es su fiesta.

—¡Trocitos de chocolate con leche!— levantó la voz justo antes de irse, ignorando por completo la opinión que habían hecho.

 𝐒𝐎 𝐇𝐈𝐆𝐇 𝐒𝐂𝐇𝐎𝐎𝐋; 𝐉𝐢𝐦 𝐇𝐚𝐥𝐩𝐞𝐫𝐭Donde viven las historias. Descúbrelo ahora