Aura Laurent, contadora en una compañía de papeleria en la pequeña ciudad de Scranton, Pennsylvania. Un "simple" amor de oficina florece junto su compañero, Jim Halpert que su principal objetivo es crear bromas junto con Aura, haciendo que ambos se...
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DWIGHT PORTABA UNA GRAN PIZZARRA en sus piernas, donde organizaba nuevos horarios que Michael le había mandado a ocuparse, siendo su fiel trabajador.
—Así que necesitamos que alguien trabaje el día sábado, y creo que ese debería ser Jim.— dijo Dwight mientras lanzaba su corbata hacía su hombro.
—Espera, Dwight. Si tú eres quien fue elegido para organizar el calendario, ¿por qué no te presentas el sábado? Eres el perro guardián de Michael.— dijo Aura mientras comía un poco de nueces que Jim le había comprado.
—Dios, esto es triste. Nunca había visto que se le subiera tan poco poder a la cabeza a alguien. Phyllis, ¿puedes creértelo?— comentó irónicamente.
—A mi no me metas.
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—No he conocido la oficina del todo, Michael cree que es buena idea ir a dar un recorrido al almacén. Jim me había comentado que jugarían basketball, quiero verlos perder.
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—De acuerdo, Lau. ¡Dirigiendo mientras camino!.— gritó Scott mientras abría la puerta del almacén.— Esta es la bodega o el orfanato como me gusta llamarle.
—No le llames así! Yo me gané ese derecho.
—No se preocupe, tenga por seguro que nunca lo haré.— respondió Laurent mirando a la cámara documental con una vibra incómoda.
—Aquí tenemos los del "Barrio Bravo". Vengan aquí.— presentó Michael sin antes gritar un "Hola" hacía los trabajadores del almacén.
—¿No se enojarían si les dice así?— preguntó mientras subía sus anteojos temporales.
—Hola! Ella es Aura Laurent, es la empleada temporal de arriba.—
—Hola! Espera..¿Temporal?— dijo Aura, con un tono exaltada sin saber que se trataba de una pequeñita broma.
—¡Caíste! Hubieras visto tu cara!— grito Michael haciendo que Aura rodeara sus ojos y los tuviera puestos hacía los Barrio Bravo.
Michael empezó a presentar a cada uno de ellos haciendo que den su mano educadamente.
—Él es Roy. Creo que deberías saber pero es el prometido de Pam.— antes de agitar su mano, Aura lo examinó ya que había escuchado malas cosas sobre él.
—Aura, un gusto.— la pecosa dio su mano con algo de repulsión al ver como el prometido de su amiga estaba mirándola de otra forma, no agradable.
—El gusto es mío, preciosa.— Roy tenía intensiones de besarle la mano, pero Aura la quitó.
—¿Te sigue dando "aquellito"? Si no es así, puedo decirle que es parte de su trabajo.— comentó Michael al sentir la incomodidad inundar el almacén.
