Katsuki estaba abrumado por la situación que se había desencadenado después de la fiesta. Los constantes mensajes de Ritsu llenaban su teléfono, recordándole el beso que habían compartido y la confusión que sentía al respecto. Aunque había dejado claro que no quería nada con él, Ritsu persistía en su intento de contactarlo, lo que solo aumentaba su frustración.
Por otro lado, los regalos y mensajes de Kirishima solo añadían más conflicto a su mente ya turbada. A pesar de querer ver a Kirishima y aclarar las cosas, Katsuki se sentía paralizado por el miedo y la indecisión. No sabía cómo enfrentar a su novio después de lo sucedido en la fiesta, temiendo su reacción y sintiéndose culpable por haber permitido que las cosas llegaran tan lejos con Ritsu.
Así que, en un intento de evitar enfrentarse a la situación, Katsuki había estado evitando a Kirishima, esperando encontrar la claridad que tanto necesitaba antes de poder hablar con él. Sin embargo, cada día que pasaba sin resolver las cosas solo aumentaba su angustia y su sensación de estar atrapado en un callejón sin salida.
~~~
Un día como cualquier otro, estaba preparándose para irse a su aula, cuando escuchó que tocaban la puerta.
Katsuki se sorprendió al encontrar un oso de peluche enorme y una caja de chocolates frente a su puerta. Los regalos eran demasiado grandes para pasar desapercibidos, incluso en el pasillo concurrido de su edificio. Con el corazón latiendo con fuerza en el pecho, recogió los regalos y los llevó a su habitación.
Una vez dentro, colocó el oso de peluche en su cama, observándolo con incredulidad. Parecía ridículamente grande, pero al mismo tiempo, el gesto detrás de él lo llenaba de emociones contradictorias. Tomó la caja de chocolates y la abrió, encontrando sus dulces favoritos cuidadosamente dispuestos en el interior.
-Bien, esto es... - murmuró para sí mismo, sin saber qué decir o cómo reaccionar ante el gesto de Kirishima. Se sentía abrumado por la mezcla de gratitud, confusión y culpa que lo invadía. Por un lado, apreciaba el esfuerzo de Kirishima por hacer las paces, pero por otro lado, se sentía culpable por haberlo evitado durante tanto tiempo.
Con un suspiro, decidió enviar un mensaje de agradecimiento a Kirishima, prometiendo hablar con él más tarde. Sabía que no podía evitar la conversación por mucho más tiempo, y que era hora de enfrentar la situación de una vez por todas.
Katsuki miró el enorme oso de peluche en su cama, y con un suspiro, tomó su teléfono. Sentía que ya había evitado a Kirishima por demasiado tiempo y que debía enfrentar la situación, aunque su corazón latiera con nerviosismo.
*Gracias por el oso y los chocolates, Kiri. Son... realmente adorables, como tú. No puedo decir que todo esté bien todavía, pero quiero que sepas que aprecio mucho que estés haciendo todo esto por mí. Me gustaría hablar contigo más tarde, cuando me sienta listo. Por favor, no pienses que te estoy ignorando. Sólo necesito un poco más de tiempo. Te prometo que hablaremos pronto. Te extraño. ❤️*
Con dedos temblorosos, añadió un pequeño corazón al final del mensaje, vacilando un momento antes de presionar "enviar". Sentía la necesidad de expresar su gratitud y afecto, aunque aún no se sintiera completamente preparado para enfrentarse a Kirishima cara a cara.
~~~
Eijirou estaba en su habitación, dándole vueltas a la cabeza mientras miraba su teléfono, esperando algún tipo de respuesta de Katsuki. Habían pasado días desde la última vez que hablaron de manera significativa, y la falta de comunicación lo estaba volviendo loco. Se sentía impotente, sin saber cómo llegar a Katsuki después de lo que había pasado.
Se levantó de la cama y comenzó a pasearse por la habitación, frustrado. Sabía que no podía simplemente dejar las cosas como estaban, pero tampoco tenía idea de qué hacer para romper el hielo. Entonces, su mirada se posó en una pequeña figura que tenía en su escritorio, una miniatura de un erizo que había ganado en una de sus primeras salidas con Katsuki. De repente, una idea se formó en su mente.
ESTÁS LEYENDO
Todo o Nada
RomanceLa preparatoria U.A. era conocida por ser también era el hogar de estudiantes muy peculiares. Entre ellos destacaban Bakugou Katsuki, un chico dulce, agradable y pacífico todo lo contrario a Kirishima Eijirou, el típico chico malo, grosero y atracti...