"Dónde los años 70's nunca terminan"
En una ciudad marcada por el crimen, la corrupción, el sonido del rock and roll y la música disco, tres personajes de mundos opuestos; un mercenario, una cantante y un guardaespaldas, se ven obligados a colaborar...
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Club Nocturno Copacabana, Nueva York–☆
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Las luces parpadeantes iluminaban el club nocturno, creando una atmósfera llena de energía y emoción. Los tres personajes entraron con determinación.
—Wow, aquí deben de vender cualquier clase de metanfetaminas. –exclama Wade.
—Como saben, el chico que buscamos suele frecuentar este lugar, según Gambito.
—Pero ¿cómo lo encontraremos?, Hay cientos de personas aquí. –dice Logan observando todo a su alrededor.
En ese momento, la canción «Your Love» de Lime empezó a sonar a todo volumen, inundando la pista de baile y atrayendo la mirada de todos. Wade señaló hacia la pista con una sonrisa al ver al chico peli plateado.
—Por ahí.
Ellos se dirigieron hacia la pista de baile, donde se encontraba un joven bailando al ritmo de la música, desinhibido y despreocupado. Era Peter, el chico que buscaban. Estaba visiblemente alcoholizado y con algunas sustancias encima, pero parecía disfrutar al máximo el momento.
Peter aparece en el centro de la pista de baile, rodeado de luces de colores y una multitud de personas bailando a su alrededor. Su movimiento es enérgico y lleno de pasión, con giros y movimientos coordinados que demuestran su habilidad para el baile.
La música es frenética y pegajosa, haciendo que todos en la pista se muevan al ritmo de la misma. Peter luce un traje brillante y llamativo, que resalta su figura atlética y elegante. Su rostro está iluminado por la emoción y la alegría de estar en ese momento, disfrutando cada movimiento y cada nota de la melodía.
El público observa con admiración y aplaude entusiasmado, contagiado por la energía de Peter y su increíble talento para el baile.
Logan se acercó a él con cautela, tratando de no llamar mucho la atención. Peter lo miró con ojos vidriosos y una sonrisa juguetona.
—¡Hey! ¿Qué hacen aquí, chicos? ¿Vienen a bailar conmigo?
Tonya y Logan lo sujetaron con suavidad y le explicaron la situación, llevándolo fuera de la pista en medio de la música y las luces parpadeantes. Peter seguía riendo, sin darse cuenta realmente de lo que estaba sucediendo.
—Vaya noche nos espera. –murmuró Logan, con una mueca de cansancio mientras se alejaban del bullicio del club, mientras sentaba al joven frente a la mesa con firmeza.
Él intentó levantarse de su asiento, pero Tonya lo detuvo con un gesto.
—Relájate, amigo. Estás en buenas manos. –le dijo con una sonrisa, mientras un mesero se acercaba con una bandeja en la mano con algunos tragos.
—Si no fuera importante no estuviera aquí, entiéndelo –habla Logan– ¡Ni siquiera puedes embriagarte, eres mutante! -él tira la bandeja dejando que el líquido se extienda por toda la mesa. Sin embargo, Peter no le prestó interés y comenzó a conversar con algunas personas cerca de la mesa.
