- tranquila, estoy aquí - su voz durante el camino de regreso me tranquiliza.
Al llegar a la cabaña me lleva directo a la ducha preparando la tina de su habitación y sin siquiera preguntarme me quita la ropa y me mete en la tina, no pongo resistencia, estoy cansada para pelear.
- Gracias por ayudarme - no quiero verle el rostro siento que moriría de vergüenza solo de verlo.
- No te acerques a nadie más de aquí a menos que sea yo - lo dice en un tono posesivo.
Se quita su ropa y entra en la tina justo detrás de mi .
- ¿porque haces esto?- mi voz apenas es audible.
- porque quiero, no existe otra razón - su boca está en mi oreja.
Sin pensárselo dos veces saca su lengua y recorre mi oreja, su lengua recorre la orilla de mi mejilla hasta llegar a mi cuello, hace una pequeña succión con su boca y pasa su lengua para saborear, comienzo a sentir como sus manos viajan de mi cintura hasta mi vientre y se posan en mis muslos.
- puedo tocar tus piernas - me lo dice mientras pica con un dedo mi muslo derecho.
- Ha... Hazlo - quisiera decir que no y alejarlo pero el deseo por ser tocada es aún más fuerte que mi cordura.
Sin pensárselo dos veces me da la vuelta y quedó de frente a él su mirada de depredador me pone nerviosa, me mira como si fuese a comerme, agachó mi cabeza por qué no soporto verlo siento que me saldrá humo de lo roja que estoy.
- Mírame - su mano viaja hasta mi barbilla obligándome a levantar la mirada - No quiero que te pierdas nada de lo que voy a hacer, tu mirada en mis ojos-.
Sus manos se van desplazando con suma delicadeza hasta mis piernas, el toque de sus dedos en mis cicatrices me provoca un escalofrío que me recorre el cuerpo entero,
- Haaa - se me salió un gemido sin querer,
Tapo rápidamente mi boca para evitar soltar otro, me mira y se detiene toma mi mano con la suya y la retira.
- No quiero que te escondas, quiero escucharte disfrutarlo - toma mi mano con fuerza y comienza a besar mis piernas.
Su boca se desplaza desde la punta de los dedos de mis pies hasta mis muslos sin entrar mucho en la poca agua que quedaba en la tina, pasa de mis muslos a mi mejilla, bajando lentamente hasta mi cuello y clavícula, mi respiración se encuentra agitada por la excitación, sus manos se aprietan a mi cadera y de pronto toda esa sensación de pocesión se esfuma.
- Salgamos - sale de la tina tenso, se coloca su bata y me pasa una toalla dejando mi bata a la mano para que me la colocará.
Salio del cuarto de baño y yo quedé atónita.
- ¿Que fue lo que hice mal?- mi alerta se enciende y caigo en cuenta.
Todo lo que ha hecho desde que nos conocimos, si es lindo,lo ha sido solo por tenerme lástima, hizo esto para hacerme sentir mejor, para que olvidará mi mal momento como con mis pesadillas, lo que significa que no importa cuánto yo lo desee a él, el nunca me deseara a mi, como podría, no lo culpo, doy asco.
- Ja, que estúpida - mi risa sarcástica me ahoga.
Despues de pensarlo un rato me trago mis sentimientos y me dispongo a salir, el no está en la habitación me dirijo a mi habitación y la puerta está como nueva, la ha arreglado, entiendo lo que eso significa.
Entro en la habitación, me pongo pijama y me siento en una silla con un cigarrillo y enciendo mi celular, toda la semana lo mantuve apagado para evitar las preguntas de Isabel, apenas se conecta a la red y empieza a sonar todos los mensajes.
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FUEGO Y ESPEJOS
RomanceAdaline una chica de 18 años acabando de perder a su madre por causa del cáncer y teniendo unos tíos que le arrebataron todo hasta su pureza se ve en la necesidad de escapar lo más lejos posible pero todo eso cambia en el momento en el que se encuen...