CAPITULO 8

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A partir de ese día nuestra relación siento que cambio al menos un poco, a la hora de salir de casa por cuestión de mis diseños sin darme cuanta me lo encuentro a dónde sea que valla, han pasado 8 días desde entonces.

El sexo no ha cesado, las cosas que me hace sentir comienzan a confundir mi mente y su actitud aún más la persona que me amenazaba con matarme me sigue a todos lados me abraza antes de dormir y mi mente me dice que es falso pero mi corazón no hace caso.

El día del sofá caí rendida de cansancio en sus brazos pero a la mañana siguiente estaba en mi habitación y así ha sido desde entonces, lo cual me genera mucha ansiedad al no saber a qué estamos jugando pero de igual manera me da miedo preguntar.

Puedo escuchar su voz al teléfono del otro lado de mi habitación me gustaría saber con quién habla todos los días pero no me siento con la confianza de preguntar sobre esto tampoco.

Y mis llamadas con Isabel han sido tan cortas que ni siquiera he podido consultar con ella estás situaciones.

Me decido a llamarla para saber cómo se encuentra.

Un tono, dos tonos.

- valla, hasta que por fin, oye me habló uno de los socios y quiere una junta contigo en persona.

- que? Pero yo no sé ni siquiera donde estoy.

- tranquila le comenté que por el momento no estás disponible pero a más tardar 1 mes te presentas ante el y estuvo totalmente de acuerdo - su voz emocionada me dice que es un cliente importante.

- bien - trato de alegrarme pero la verdad ni siquiera me había puesto a pensar que dentro de unas semanas mi relac.

Espera cuál relación, mi sexo casual diría yo llegara a su final, quisiera decirle que quiero seguir teniendo lo que sea que tenemos pero algo me dice que por su parte no es igual.

- no te escucho muy animada, sucede algo Ada?- aquí vamos con la preocupación.

- no, no pasa nada, es solo que, me puse a pensar en que haré ahora que se me terminen los días aqui- creo que fui muy convincente.

- no te preocupes por eso Javi ya está en trámites para comprarte una casa con el dinero que nos diste a guardar, puedes estar segura que en esa casa Catrina no podrá encontrarte.

- Diablos, había olvidado a Catrina - después de días a lado de este hombre de alguna manera llegué a sentirme segura.

Mis pesadillas desaparecieron, antes de decir algo más.

- ¡Pero como paso eso! - el asombro del otro lado del teléfono me tomo por sorpresa.

- perdón, no entendí a qué te refieres -

- ¿Por qué desaparecieron tus pesadillas? - lo dije en voz alta de nuevo.

Mi mano viaja hasta el puente de mi nariz, tengo que arreglar este problema mío y de mi bocota.

- No lo se, creo que he estado tan relajada que lo olvide - no es toda la verdad pero no es una mentira.

- solo relajada o será que alguien te relaja hee - su carrilla pícara me saca un risa sonora.

- claro que no, el, el es lindo pero se que solo será así por unos días más - puedo notar la decepción en mi voz - pero no pasa nada al menos lo disfrute.

- ey, yo creo que deberías decirle lo que sientes, quizás no lo acepte pero es la primera vez que te oigo hablar de un hombre y puedo decir que estás enamorada de el - Isabel me conoce tan bien que sabe que está situación con el me hace mal.

FUEGO Y ESPEJOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora