La luz de la mañana entra por los ventanales, verlo dormir tan apaciblemente me sorprende y aún más el hecho de estar en la misma habitación y por si fuera poco en la misma cama.
Igualmente me genera algo de miedo el saber que hace unas horas estuve a punto de morir a manos de este hombre debido a un malentendido.
Trato de retirar su brazo que me rodea pero pesa bastante, después de varios intentos lo logro, el leve movimiento de mis caderas para abajo me genera una oleada de dolor a lo largo de mi pierna.
- Tks - mis quejidos llegan a sus oídos.
Siento el movimiento y al girarme para verlo ahí están sus misteriosos ojos mirándome entrecerrados.
- que tratas de hacer - su voz grave se escucha molesta - tratas de escapar - suelta una risa sarcástica.
-No, yo solo, Quería ir al baño - realmente eso es todo, con este dolor no llegaría tan lejos.
Sin pensárselo dos veces me toma en brazos y me lleva hasta el baño, una vez que termine el abre la puerta y aunque he puesto todo de mi parte para no ser una molestia, el espera a que termine de lavarme las manos para cargarme hasta la cama.
Mi sorpresa llega cuando su teléfono suena a mi lado y alcanzo a ver el identificador de llamadas, "Susan" quién es ella.
- Estás casado - sus ojos se desvían hasta el teléfono, lo toma y sale a la terraza a hablar.
Puedo ver su perfil al teléfono mi corazón dio un vuelco cuando vi su sonrisa de punta a punta, quién logra esa reacción en el.
Ami solo me mira con odio y lujuria, su conversación lleva al rededor de 20 min.
Esto está mal yo no debería estar aquí, debo apresurarme a mejorar para volver con Isabel, diablos mi teléfono quedo en esa casa igual, no tengo como contactarla.
- ¿Te duele algo? - su pregunta me distrae, y veo su rostro inmutable.
- olvide mi celular, lo necesito, debo volver por mis cosas cuánto antes -.
- No te preocupes, ya mandé por lo más importante que es tu cartera, tu laptop y tú celular, más tarde vendrán a dejarlas - quién vendrá a dejarlas si en el tiempo que llevo de conocernos no a habido nadie más.
- Bien, en cuanto mejore y tenga mis cosas me iré lo prometo - su seño acaba de fruncir, tanto le molesta que no me valla ya mismo.
- Bien - solo se da la vuelta y sale de la habitación.
Esta habitación es tan grande que a la vez da miedo, a medida que han pasado los días me doy cuenta que está persona es demasiado peligrosa para mí, los misterios y lo poco que se comunica me produce desconfianza.
Al poco de una hora entra con el desayuno en sus manos y lo pone en mi regazo, veo que toma la cuchara en sus manos y la mete en el plato de comida.
- abre la boca - parezco una niña chiquita para el.
- puedo comer sola solo tengo lastimada una pierna - no puedo evitar sentirme incómoda.
He tenido que aguantarme las náuseas más de tres veces al comer, lo débil que me siento y todo lo que me está pasando se que es debido al balazo de mi pierna, debo dar lo mejor de mi para salir de esta.
Al terminar de comer se disponía a retirarse y su teléfono comenzó a sonar de nuevo.
- informa, mmm, mhm, bueno, en un momento bajo - supongo que son las personas que traen mis cosas.
Sin decir absolutamente nada solo sale de la habitación y al cabo de un rato comienzo a escuchar los gritos de una mujer.
-Cómo te atreves? Sabes quién soy yo? - se escucha sumamente molesta.
- quién seas o dejes de ser no me interesa, ya habia hablado contigo sobre esto, creo que no quedó claro - debe ser algo delicado.
De pronto unos pasos agigantados se escuchan por el pasillo cuando la puerta se abre de golpe y ahí está ella, una hermosa mujer joven de cabello largo y oscuro grandes ojos con un bello maquillaje, cuerpo muy bien formado y con ropa lujosa, nada que ver conmigo.
- ¡por esto! ¿En serio? No te puedo creer, tengo 2 años siendo tu prometida no puedo creer que me hagas esto - ¿su que?.
No se porque en el fondo de mi corazón yo esperaba que no fuera real lo que mi intuición me decía, era demasiado bueno para ser verdad, un hombre hermoso e interesante no puede estar soltero.
Mi corazón se está rompiendo de alguna manera pero ni siquiera puedo reclamarle, yo sabía que él y yo no éramos nada.
El me advirtió que no me enamorara y que no esperara amor de parte de el porque no lo abría ahora entiendo el motivo.
Mi ensimismamiento termina en el momento en que mi rostro gira hacia la derecha, mi cachete me arde y veo el rostro irritado de la mujer, aún estando molesta es hermosa.
- Lo siento - ni siquiera se porque me disculpo en teoría yo no le hice nada.
- Saque la de aquí, no quiero volver a verla - la voz molesta de Izan suena en la habitación y dos hombres toman a la fuerza a la mujer y la sacan de la habitación.
- ¿estás bien? Lamento que tuvieras que presenciar esto, llamaré y a un doctor - lo dice alarmado mientras toma papel en sus manos y lo posa sobre mi nariz.
Así de patética soy que hasta una hemorragia nasal tuve, pero porque este hombre actúa como si no pasará nada después lo que paso hace un momento, el engaño a su prometida conmigo y aún así no le toma importancia, la vida sigue demostrandome que una relación de pareja no es para mí.
- debo confirmar si ya se fue, ahorita vuelvo - estos días seran sumamente incómodos.
Quiero escapar.
Al cabo de poco tiempo aparece emocionado con una silla de ruedas.
- Mira, ahora ya puedes salir de la cama, puedes usarla en lo que mejoras para que no está siempre encerrada - porque hace estás cosas por mi después de lo que paso.
Inconscientemente tocó mi mejilla izquierda.
- aún te duele - se acerca apresuradamente y toma mi barbilla para examinarme mejor.
Sin pensarlo por reflejo me safo de su agarre y volteo hacia otro lado, noto su estado de shock ante mi reacción.
- ¿está todo bien? - en verdad lo pregunta.
- ¿porque no me lo dijiste? ¿Por qué dejaste que me... Olvídalo no estás obligado a responder. -
- No lo creí importante como ya lo dije delante de ella, creo que quedó muy claro lo que dije cuando ella aún estaba aquí - si quedó claro que es su prometida.
- Das asco, eres un monstruo, no puedo creer que nos hicieras esto a las dos - me siento tan molesta, tan agraviada no se cómo controlarme.
- !Espera! ¿De que hablas? - en serio como logra actuar como la víctima con un rostro confundido y triste, después de lo que hizo.
- vete, sal de aquí no quiero verte, me das asco, déjame sola- no quiero verlo más solo quiero mejorar para irme y no verlo más, verlo solo me provoca dolor.
- Bien - se incorpora y sale de la habitación.

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FUEGO Y ESPEJOS
RomansaAdaline una chica de 18 años acabando de perder a su madre por causa del cáncer y teniendo unos tíos que le arrebataron todo hasta su pureza se ve en la necesidad de escapar lo más lejos posible pero todo eso cambia en el momento en el que se encuen...