Capítulo 12

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Jimin se paseaba una y otra vez en la pequeña sala de su departamento. Y Jungkook estaba a punto de perder la paciencia.

— ¿Podrías detenerte un rato y esperar? Taehyung dijo que llegaría en diez minutos, y sólo han pasado dos, desde que llamó —se paró en frente de él para detener su paseo.

—Es fácil para ti estar tan tranquilo. No eres el que tiene bailar en frente de todas esas personas que definirán una parte de tu vida. Estoy nervioso. Es mi sueño trabajar en una agencia. Más aún si será con Yoongi y Hoseok.

—Jiminie, eres un gran bailarín. Sé que te irá bien. Eres encantador y hermoso. Seguro que ellos te dejarán.

—Ya hiciste que me ruborizara. Y no digas esas cosas delante de Tae o se pondrá celoso. Él pensaba que tú y yo teníamos algo, cuando recién llegaste.

Jungkook sólo sonrió. Jimin era realmente un chico encantador, pero lo veía como su hermano y jamás hubiese puesto sus ojos en él de esa manera. Además, él conoció a Seokjin casi al mismo tiempo de aterrizar en Seúl. Desde entonces su vista fue sólo para el hermoso castaño que robaba todos sus pensamientos.

Cuando al fin llegó Taehyung, Jimin exhaló un gran suspiro. Corrió a abrazarlo y refugiar todos sus nervios en él. Estar en sus brazos era de por sí un calmante.

Tae lo abrazó y lo separó un poco para besarlo suavemente.

—Mi hermoso Jiminie, quiero que estés tranquilo. Vas a triunfar mi amor, estoy seguro. Eres un gran bailarín.

Jungkook apareció en la sala. Cuando Tae llegó, había ido a su dormitorio para darles la privacidad que requerían. Saludó al chef y decidieron que ya era hora de ir a la famosa audición en BigHit.

Al llegar un nervioso Hoseok los esperaba. Si Jimin era un manojo de nervios, el otro chico era una gelatina. Entraron al edificio y la recepcionista les indicó dónde serían las audiciones. Al llegar a la gran sala de ensayo, Jungkook y Taehyung tuvieron que esperar afuera.

Ellos nunca hablaban demasiado, porque Tae cuando iba al departamento, Jungkook estaba en el de Seokjin y en el trabajo su relación era de jefe y empleado, por eso se sorprendió cuando el rubio comenzó la conversación.

— ¿Seokjin sabe qué estás aquí?

—Claro que lo sabe. Él vendrá por mí, cuando los chicos hayan terminado su audición. Luego nos iremos a su pent-house. Así tú podrás hacer lo que quieras con Jimin —Tae sonrió, ahora entendía cuando su amigo Seokjin le decía que no había forma de callar a Jungkook.

—Sabes al principio no estaba de acuerdo con lo que sucedía entre tú y Seokjin, la forma cómo comenzó todo. Pero veo el cambio que él ha tenido y sé que tú eres el único responsable. Cuando sucedió lo de Ken, estaba tan devastado, traicionado y agobiado. Pensé que costaría mucho que se recuperara. Pero apareciste en su vida y él ha vuelto a brillar. Gracias por eso y espero que te mantengas junto a él.

—Yo lo quiero Taehyung. Lo quiero mucho. Con todo y su carácter difícil que tiene a veces, con su maldita obsesión por la perfección, con todo eso lo quiero y no pienso dejarlo.

— ¿Lo amas cierto?, sé que no se los has dicho y prometo no decirle nada.

—Yo jamás me enamoré así —Jungkook mordió su labio, antes de confesar en voz alta lo que su corazón le gritaba a cada instante —yo si lo amo y ahora no sabría estar sin él. Tengo miedo de todo esto, de no ser suficiente para él, que se aburra y me deje.

—Jungkook..., creo que debes decírselo...él no me ha dicho nada, pero estoy seguro que siente lo mismo por ti.

Jungkook no quería ilusionarse. Estos últimos días Seokjin había estado extremadamente cariñoso con él, mimándolo mucho. Incluso lo había llevado de compras, aun cuando el inicialmente se opuso a que le comprara ropa y accesorios caros. Pero no pudo hacer nada, ante los ruegos de Jin. Su relación cada vez se hacía más íntima y profunda. Incluso se lo había contado a su hermano, quien al principio se sorprendió un poco, pero luego le había entregado todo su apoyo y lo había abrumado con preguntas del tipo: ¿eres el de abajo? Por supuesto le había contestado con una grosería antes de admitirle que era así.

Enamorándome de TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora