Capítulo 19

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La casa que Seokjin había arrendado en la Isla Jeju, era simplemente encantadora. Pequeña, con una terraza que miraba a la playa. La habitación también tenía vista al mar. No había querido un hotel, porque lo que más deseaba era privacidad y tranquilidad. En todo Corea, su rostro era reconocible y él ahora sólo quería disfrutar de la compañía de Jungkook.

Jungkook..., se preguntaba en qué momento ese chico se había convertido en el centro de su vida. Recordaba la primera vez que lo había visto, cuando entró a su oficina buscando la oportunidad de trabajar. Recuerda haberlo mirado de arriba a abajo y haber sentido su corazón latir más rápido. Desde esos breves minutos de encuentro, se había metido en su piel.

—¡Jinnie es hermosa! —sus pensamientos y recuerdos fueron interrumpidos por unos fuertes brazos que rodearon su cintura desde atrás —de verdad me gusta mucho. Gracias por esto.

Seokjin se dio vuelta para abrazarlo. Lo miró a los ojos y no pudo evitar sentir una emoción que lo desbordaba. Quizá debía estar asustado por esos sentimientos tan grandes que lo volvían vulnerable frente al rostro de Jeon Jungkook. Pero no, él no tenía miedo, él quería perderse en esa mirada intensa y en esa hermosa sonrisa.

—¿Te he dicho lo mucho que te amo Ķookie? Y sin esperar respuesta lo besó. Porque eso era vida, perderse en los suaves labios de su bebé. Su boca tan dispuesta tan abierta y cálida. Sus lenguas buscándose y encontrándose. Ya habían pasado 3 o más meses desde que le robó el primer beso, pero la sensación era la misma. Su corazón a mil, su cuerpo palpitando de deseo y su mente perdida en la dulzura de su sabor. Mientras lo besaba abrió sus ojos y disfrutó verlo con los ojos cerrados y con su boca moviéndose al ritmo que él imponía. Porque Jungkook en esa intimidad se entregaba sumisamente a cada uno de sus deseos. Después en el trabajo o en la cotidianidad podía discutirle o hacer un berrinche, pero no cuando lo besaba o hacían el amor.

Cuando el beso terminó seguía mirándolo, realmente era un joven hermoso.

—¿Por qué me miras así? ¿Pasa algo Seokjin? —Jungkook mantenía sus brazos alrededor de su cuello, mientras sentía unos brazos fuertes rodeando su cuerpo.

—Sólo te miraba. Eres tan lindo Ķookie que a veces me da miedo perderte. Pronto irás a la universidad y se te abrirá un mundo nuevo. Compañeros y compañeras que seguro conocerás. Algunos y algunas querrán conquistarte y yo...yo no si seré competencia para ellos.

—Seokjin ¿no confías en mí? ¿Crees que me voy a lanzar a los brazos del primero que me dedique una mirada o intente coquetear? Me duele si es así. Te amo sólo a ti. Este anillo no lo tengo en mi dedo sólo porque es lindo. Lo tengo porque estoy comprometido contigo y nada ni nadie en este mundo me va a arrancar este tremendo sentimiento. Sabes que a veces me pregunto si otras personas, otras parejas de cualquier sexo, sienten este mismo cúmulo de sensaciones que yo siento en mi corazón. Y son por ti. Por Kim Seokjin.

Entonces Jungkook sentía lo mismo que él...esos mismos sentimientos que iban más allá de un simple enamoramiento, incluso más allá de lo que el mundo definía como amar...

—Claro que confío en ti Kookie. No me hagas caso. Soy un egoísta y posesivo que te quiere las 24 horas del día a mi lado.

—Yo también deseo estar contigo todo el tiempo Seokjin. Pero también quiero estudiar, quiero que estés orgulloso de mi.

—Ya lo estoy bebé, muy orgulloso. Trabajarás y estudiarás al mismo tiempo. Eso es un gran esfuerzo.

—Jiminie y Hoseok lo hicieron. Y sé que un par de chicas que atienden, también estudian. Yo podré. Además, tú estarás ahí para mí. Eso es todo lo que necesito.

Seokjin lo volvió a besar. Él era muy afortunado al haberse cruzado con ese chico.

Unas horas más tarde, salieron a pasear. La isla era hermosa y el clima estaba muy agradable.

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