Cap. 1.

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Gema estaba escuchando lo que le estaba diciendo el ministro a través del auricular.

La misión de ella era seducir a un hombre, no era tan dificil. Eso fue lo que pensó. Pero luego le dicen que va a trabajar a ciegas porque no tienen ni una sola foto de esta persona.

Bueno, a prepararse para morir.

Gema se puso un vestido verde, no era llamativo y eso era lo mejor.

-Debes seducirlo, recuerdas?

-Señor ministro, si yo me presento ante usted con un vestido escotado y corto, ¿qué sucederá?

-No voy a contestar.

-Ir de esa forma es demasiado obvio. Se supone que voy a esta fiesta para pasar un buen rato, sola, no para seducir a alguien.

El personaje de Gema era de una joven sin experiencia sexual. Era tímida y no se atrevía a acercarae a los hombres.

-Me gusta este personaje  es el mismo que me dieron hace un año.

-Lancaster.

El ministro advirtió a Gema.

Ella no debía de dar indicaciones de que fue contratada.

-Tranquilo, ministro. Su gente tiene un bajo coeficiente.

-¿Qué carajos le sucede?

Christopher preguntó con brusquedad. Ella ni se parecia a la sumisa Gema.

-Ignórala.

Gema no perdió el tiempo e ingresó a la fiesta privada de este narcotraficante.

Fue al barra y pudió una bebida y luego fue a sentarse en un lugar tranquilo.

-Se supone que debe buscar al narco no sentarse ahí como estúpida. Sabía que ella no era la correcta para el trabajo.

-Ella es la única mujer soltera entre las mujeres de la élite.

-Ella no está capacitada para esto.

El ministro ya no discutió con Christopher.

Gema no era una simple teniente. Ella era un agente encubierto, una de las mejores y de las que no se hablaba.

Era un agente secreto que Alex pidió prestada solo por y para esta misión. Y de paso para la campaña que fue su tapadera.

Gema miró casualmente por su alrededor. Guardias por todas partes y cámaras en cada lugar.

Las mujeres traían vestidos escotados y muy cortos. La ropa era tan descubierta que no dejaba nada a la imaginación.

Ella observó su ropa que era un vestido largo en comparacion con los otros y no era escotado.

Agarró un poco de su ropa y la subió con timidez y duda.

Un vaso de whisky se bajó en la mesa.

-No necesitas hacerlo.

Ella levantó la vista sorprendida y luego sonrió.

-Quién puede resistirse a una persona sonriente?

Alex preguntó con burla.

-Debería dejar de sonreir y hacer su trabajo en serio.

Alex puso los ojos en blanco y siguió viendo la imagen en la computadora.

-Hola. ¿Qué se le ofrece?

-Una noche contigo.

La sonrisa de Gema disminuyó y desvió la mirada.

Sin título. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora