Cuando volvieron a reunirse fue en un lugar para merendar. Obvio, era un lugar lujoso. Pasteles y tés exquisitos.
-Te casaste con alguien con dinero.
-Él se casó con alguien con dinero. Yo ya tenía mi empresa cuando lo conocí.
-Está contigo por tu dinero.
-No digas tonterías. Él aún no había lanzado su empresa a la bolsa de valores, me hablaba constantemente de su empresa él no sabía que yo tenía la mía. Cuando se enteró dudó de seguir conmigo, dice que era mucha mujer para poco hombre.
Ella sonrió al recordar.
-Le dije que era la hija de una sirvienta que solo tuvo suerte. Mentira, me maté trabajando. Tengo lo que tengo porque me esforcé.
-Pero eso él no lo sabe.
-Por supuesto que no.
-Siempre tuve la duda de que paso contigo. Desapareciste de la nada.
-Me tiré por el balcón. Esa misión con los guapos morenos fue un pedido de Alex.
-Sí, me leí el papel que dejó en su oficina. Una agente secreto.
-Era mi último trabajo antes de retirarme.
-Y de paso ayudar con la campaña.
-Eso era para cubrirme. Hice un papel perfecto, no?
-Me hiciste creer que te gustaba.
-Ups! Hice lo que tenía que hacer.
Ella comio un pastel.
-Esto está riquícimo.
Christopher probo el té y le gustó.
-Ahora que me acuerdo qué pasó de tu madre.
-Está enterrada al lado de Alex. Murió hace 5 años.
-Que lástima. Mis pésames.
-Hm.
-También merezco mis pésames recuerda que asesinaste a mi mamá.
Christopher se atragantó con el pastel.
-Se lo merecía.
-Lo sé. No estaba bien de su cabeza, que lástima.
-Que tal tus hijos?
-Mi nena esta en Rusia, tiene una amiga allá. Mi hijo la acompañó y los otros dos están de vacaciones con sus familias.
-A dónde fueron?
-Hawai.
-Un hermoso lugar.
Un lugar de hermosos recuerdos para Christopher.
-Y tus hijos?
-Estan de misión.
-Y...tu esposa?
-Está en Rusia visitando a su hermana.
-Deberías tomarte unas vacaciones.
-Con qué tiempo?
-Ay por favor! Eres Christopher hago lo que quiero Morgan. Cuantas veces has hecho eso de huir del trabajo sin permiso de Alex.
-Tenía motivos. Tenía a mi mujer a mi lado quería llevarla a conocer el mundo. Todo eso se ha ido, Gema.
-Invítala. Dile que quieres pasar tiempo con ella. No creo que te diga que no.
-Lo voy a intentar. Cuando vuelva le voy a decir que quiero que volvamos a cuando eramos amantes.