Charlotte se puso su vestido y zapatos, agarró su cartera, se puso sus lentes y salió del apartamento.
-Adónde vas?
-Voy de compras y tú?
-También. Vamos.
Ella sostuvo con delicadeza el brazo que él le ofreció.
Cuando llegaron al piso de abajo ella intentó soltarlo.
-Qué sucede? - preguntó Charlotte
-Eso pregunto yo.
-Voy a ir a mi carro.
-Yo te llevo. Vamos a ir a comprar juntos, es fácil y práctico que yo te lleve.
-Bien.
Ella respondió no muy segura pero en realidad no veía el probrema.
Él le abrió la puerta del carro y ella ingresó.
Charlotte observó al caballeroso Christopher, con una sonrisa.
Cuando él empezó a conducir hubo un silendio dentro del coche.
Apretó el volante con fuerzas.
Vamos. ¿Christopher Morgan, dudando? Él no era así.
Christopher se llenó de valentia y deslizó su mano del volante al muslo de Charlotte.
Charlotte que estaba concentrada en su celular hizo una pausa. Observó la mano tatuada del hombre y luego puso su mano encima de esta.
Dejó su celular a un lado y empezó a conversar con Christopher.
Christopher habló con Charlotte y luego tuvo más confianza.
Se relajó en su haciento y su agarre en el muslo de Charlotte se hizo más firme.
...
-Yo voy por algunos vestidos tú ve a comprarte tus cosas.
-No quieres que te acompañe?
-Seguro no estas interesado en estas cosas.
-Que no me interese no quiere decir que no te acompañe.
-Prefiero que no me acompañes. Detesto hacer las cosas que no me gustan, no voy a permitir que tú hagas algo que no te gusta.
Christopher observó la naricita arrugada de Charlotte.
-Lottie, eres adorable.
-Lo sé. Me lo dicen mucho.
Ella recostó su cabeza por el fuerte y musculoso brazo.
Ingresaron a una tienda y compraron bastantes vestidos. En otra compraron zapatos, joyas, ropa de casa y bolsos.
-Solo falta la ropa interior y luego podemos ir a donde tú quieres ir.
Ella se paró enfrente de la tienda y miró a Christopher
-Qué?
-Debes irte. Esto es solo para mujeres.
-Y? Yo veo unos cuantos hombres desde aquí.
-Sí pero esos son esposos o yo que sé.
Chris le rodeó la cintura e ingresó con ella.
-Te acompañé en todas las tiendas también puedo en esta.
Charlotte observó al descarado de Christopher.
Tal vez esa era su personalidad antes de casarse y ahora estaba volviendo de a poco.
Charlotte tenía mucha curiosidad sobre este hombre.