Durante la quinta noche de la guerra, el palacio de demonios fue invadido por una tropa de ángeles, que su objetivo principal era matar al príncipe demonio.
Su padre se negó a entregarlo, y después de una batalla en la que era ganado por número, se encontraba realmente fatal, estaba inconsciente y no había despertado desde el ataque, los médicos más especializados de los que se tenían conocimiento no le daban esperanzas.
Ya que éste fácilmente hubiera asesinado a todos, si no hubiera sido por su deplorable estado de salud en ese entonces, sufría cáncer de estómago desarrollado en tercer grado.
Niragi se culpaba por el estado de salud de su padre, habría preferido miles de veces morir el.
Estaba frustrado, nada le salía bien, todo era un desastre, en las noticias escuchaba únicamente los ataques entre ambas naciones, y aunque apenas había comenzado al parecer la nación de ángeles atacaba con desesperación, como si no deseaban la victoria en sí, sí no la muerte y extinción de los demonios.
Los brujos tenían los mejores curanderos y eran se caracterizaban por las mejores fuerzas médicas y de apoyo, y lo ángeles en ataque sigiloso y devastador.
Los demonios y hombres lobos solo sabían atacar, atacar y atacar, los hombres lobos se caracterizaban no sólo por el ataque en sus fuerzas, si no también en su astucia y defensa, los demonios eran exactamente lo mismo.
La batalla se veía reñida, aun que ai la veías superficialmente los ángeles parecían sedientos de sangre.
Aun qué su padre sobreviviera, Niragi heredaria el trono, por lo que se le había obligado buscar a una doncella que lo complaciera, el reino no podía quedarse sin rey por mucho tiempo, y si tenían uno débil era igual de inútil como no tenerlo.
Por lo que, inclusive sin haber muerto, su padre dio la orden de que a Niragi se le heredará el trono ¡Ya! No había tiempo de dudas.
-- ¡Pero! ¡Yo no estoy enamorado de ninguna mujer! ¡No quiero estar con ninguna de esas interesadas! ¡Mamá! -- Dijo el pelinegro, mientras discutía con la reina, aquella mujer nunca le dedicaba la palabra, ni siquiera en su infancia hizo el esfuerzo de educarlo, sólo se presentaba en ocasiones en la vida de Niragi, y si lo hacía no era para pregunta un "¿como éstas?" Era para llegar a dar una órden,, que sobre mar, tormenta o relámpagos se hacía.
-- Te casaras, y como castigo de tu comportamiento.. Yo misma decidiré tu esposa, te casaras antes de su coronación, únicamente por papel, y después de la guerra, haremos la mejor boda y deslumbraremos a aquellos angeles. -- Decía la reina, retirándose de la habitación del príncipe, el cuál únicamente se había quedado sin dar una última expresión, el sabía que no servía de nada.
El pelinegro solo soltó un suspiró, sabía que ese día se llegaría tarde o temprano, pero antes de eso, quería decir sus sentimientos, aun que no fuera correspondido, aún que sea rechazado de la peor forma, a estas alturas ya no tenía el sueño o la aspiración de tener una relación con aquel hombre del que recientemente se había enamorado, y desde un inicio sus esperanzas habían sido pisoteadas, quizás éstas ya habían crecido de esa forma.
Quería decirle lo que sentía a Chishiya, el porqué se aferraba a él, al palacio, decirle lo que sintió al ver al pequeño príncipe, y pedirle una segunda oportunidad, no una oportunidad de ser pareja, si no de ser dos reyes que se lleven bien por la paz entre naciones.
Ahora esa sería su meta, aun que a este punto ninguna se cumplía, cumpliría eso, se lo había determinado, quería ser recordado como un buen rey, uno que trajo tecnologías de ángeles y dio tecnología de demonios, uno que mantuvo la paz en todo momento, uno que logró detener la guerra, uno que no fuera corrupto ni interesado.
Aun que para eso tuviera que fingir falsamente un matrimonio feliz, enamorado.
Nunca sentiría lo mismo por una conocida que de repente se haga llamar la Señora Niragi, la reina, y que de repente se aparezca en su cama, exigiéndole que cumpliera sus responsabilidades.
Hace tiempo había tenido un amigo de barrios bajos, bueno, eso decía el, en realidad era un joven de muy buen estrato, que había logrado llegar a ser sirviente del palacio, y hacerse amigo del príncipe, por aquel entonces tenían quince y veinte, Niragi solo era un jovensito de secundaria, y le costaba mucho hacer amigos, y le deprimia esto.
Por esa misma razón, cayó rápidamente en la trampa del hombre, que se hizo su amigo rápidamente, este era muy aniñado, así lo veía Niragi.
Un día, lo invitaron a un club night, en el qué había muchas mujeres y hombres de alta sociedad, pero no tan alta como Niragi.
Había ido cubierto con una máscara, quería vivir la vida de adolescente de ciudad y no de realeza, le causaba adrenalina, había mujeres vestida de forma muy vulgar, y eso le impactaba, ni siquiera le causaba excitacion, no tenía las hormonas tan alborotadas para pensar o deleitarse con aquellas mujeres de calle, como coloquialmente se les refería.
Entonces, su amigo señaló una en especial, era una mujer que ofrecía servicio carnales, y que el hombre había contratado para que el príncipe se volviera un "hombre"
Llegó hasta una habitación, donde la mujer quitó sus prendas y este no se podía resistir, no lo habían dejado.
Nunca le contó a nadie sobre eso, pero nunca le pareció placentero, le repugno, le da arcadas de solo recordarlo.
Y desde ese día, su apetito sexual había caído, no quería nada relacionado, si solo escuchaba una insinuación sentía asco, se sentía sucio.
Nunca más convivió con algún sirviente, los trataba con desdén,y nunca más fue a la ciudad, a su ciudad sin guardias que lo respaldaran.
Pero a decir verdad, con Chishiya había sido distinto, nunca tuvo ni un acercamiento que insinuara algo, era obvio, ni siquiera un apretón de manos, pero de solo imaginarse estar cono ese hombre en la misma cama, sentía lo que hace mucho había estado dormido.
Y aun que se imaginaba y llegó a fantasear con algo sexual, no lo sentía tan carnal, no lo sentía tan falso como había sido su primera vez, si no se lo imaginaba romántico, placentero en realidad.
Algo que nunca había experimentado, y sentiría la misma sensación sofocante cuando este en una falsa luna de miel.
Esa era su obligación como rey.
Era tiempo de madurar.
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𝙰 𝚕𝚘𝚗𝚐 𝚝𝚒𝚖𝚎 Nirashiya
RomantiekLas gallinas aún que les decapites siguen corriendo. Los más idiotas les toma mucho tiempo morir. No nos hagas ser niños de vuelta, nunca fuimos uno; La inocencia solo es desconocer algo. ─── ・ 。゚☆: *.☽ .* :☆゚. ─── 𝐍𝐢𝐫𝐚𝐠𝐢 𝐱 𝐂𝐡𝐢𝐬𝐡𝐢𝐲𝐚...