Bajo El Efecto Del Engaño || Emma

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(Nota: Puedes colocar la música si deseas para una mejor experiencia;) )

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Nuevo día,lo mismo de siempre,
O almenos eso creía.

las drogas mantenían mi mente tranquila y me hacían al menos volar un poco antes de poner los pies en la tierra.
Esnifaba una línea tras otra antes de ir a la universidad, me hundia en un mar de miseria que al menos con esto  podría navegar.

Tenía mala fama por drogadicto en la universidad,cosa la cual me daba igual,era mi vida,no era la mejor, pero a la final era la mía ¿no?

Depender de algo me hace sentir tan débil que lo odiaba, pero odiaba más el no tener algo con lo cual distraerme.
Otro día más. Eso pasaba por mi mente mientras, un poco tambaleando, agarraba mi mochila para emprender mi viaje. La luz del sol me encandilaba, vaya que era molesta. Agarre mis audífonos y me los coloque, y empecé a reproducir las canciones.

La música era otra adicción, una no dañina la cual también me hacía sentir en paz y calma en mi mundo de desastre.
Solos mis audífonos, mi droga y yo, vaya que vivir así están miserable. Pero no hay mucho que pueda hacer.
Quiero decir,claro que podría empezar dejando de drogarme. Pero, francamente me genera sensaciones que por más alucinógenas o dañinas sean, las quería seguir sintiendo en mi.

Miraba mi alrededor con detenimiento fijándome en cada pequeño detalle,viendo familias felices,parejas enamoradas,pájaros en árboles, todo muy bonito en verdad.
No se si son las drogas que hacen efecto en mi y me hacen ver lo que yo quiero e imagino, quizás, pero, si es así, prefiero mil veces vivir así.

Después de no tanto rato dando un paso tras otro para llegar, mi destino estaba en frente, el silencio en el pasillo y las miradas de todos sobre mi se había vuelto una costumbre, costumbre a la cual me tuve que adaptar, guarde mis auriculares y simplemente me resigné a caminar hasta mi salón.

Mi asiento todos los años era el del fondo,no me molestaba, al contrario, me parecía el ideal, cerca de la ventana, lejos de los mugrosos de la clase.
Y sobre todo el lugar donde simplemente me podía hundir en mi rio de pensamiento sin que nadie se cuestionara o se preocupara por mi. Era increíble.

La campana sonó dando a entender el inicio de la clase,sorpresa para todos cuando entro junto a la profesora la rectora del instituto, todos miraban con atención lo que se preparaba para decir la anteriormente mencionada.

- Jóvenes,les pedimos su grata atención.
Se que estamos a mitad de curso pero se nos sumará una compañera más, adelante -

Un brillo alumbró mis ojos mientras que estos mismo se abrían, era como ver caminar a un ángel, no, ella era un ángel.

- Un placer en conocerlos a todos, soy Emma, espero caerle bien a todos. -

Su voz,simplemente en cantadora se sentía como el suave rocío de lluvia qué aveces caía en los días más inesperados, como aquel pétalo que un niño delicadamente arranco un por uno para saber si su enamorado en verdad lo amaba.

Por andar tan sumergido en mis pensamientos no me fije que se había sentado a la par mía. La mire de reojo,era sumamente bonita, sus ojos verdes se encontraron con mis apagados y ojerosos ojos cafés, avergonzado simplemente gire la cabeza, de la contraria recibi una tierna sonrisa, una inocente y llena de pureza.

Sus ojos verdes como la esmeralda eran simplemente hipnotizantes de ver quizás eso me hizo verla por momentos en la clase,simplemente para detallar bien esos hermosos ojos.

Sonó otra vez la campana, indicando la hora de el almuerzo, intente tocarle el hombro para presentarme adecuadamente, pero ya algunos de los mugrosos la habían acaparado, dedicándome simplemente una sonrisa como de ' piérdete '

La veía reír desde una mesa de la cafeteria,se notaba que lo estaba pasando bien, aveces me daba cuenta de pequeñas miradas qué siempre se dirigiendo a mi mesa. Suspire recostandome en la mesa de la cafeteria, aveces pienso que soy lo suficientemente idiota como pata pensar que hay un chance de por lo menos tener un amigo.

Fue ahí cuando me tuve que retractar de lo que había dicho...

- ¡Hola! Soy Emma, un gusto -

Quede atónito al verla. Simplemente algo que no esperaba en mi monótona vida. Ofreció su mano en señal de que la estrecharamos.

- Hola...soy Harry -

Estreche su mano.

Una estrechada de manos, un acto normal para muchos.

Para mi, algo que atormentaria más un mar qué previamente ya estaba descontrolado, lo cual acabaría en una sola cosa.

Su perdición.

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