Bajo El Efecto Del Engaño || Emma

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(Nota: para una mejor experiencia coloca la música;) )

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- Eres una puta mierda Harry.

Ahí estábamos los dos, frente a frente en la sala de su casa.
Todavía no entiendo como escalo tan rápido esta situación, fue tan repentino que solo queda un ligero y borroso recuerdo en mi cabeza. Harry me miraba con sus ojos llenos de lágrimas convidando con sus facciones de desesperación y arrepentimiento.

Solo quería decirte lo que senti- -

Lo detuve antes de que terminara su oración.

- ¡Tu no lo entiendes! Eres un maldito drogadicto... lo único que sirve de tu ser es tu nariz para inhalar todo lo que te metes...Me das asco.

Apretaba con fuerza el mantel que estaba atrás de mi "solo quería decirte lo que sentia" me parece tan patética esa frase, no, Harry me parece patético. Observaba como limpiaba sus lágrimas qué intentaban salir de sus ojos.

¿Qué te hice Emma? ¿Por qué siempre me tratas como si yo fuera una mierda? -

- Te trato así porque ERES una mierda, no te mereces absolutamente nada en esta vida.

Hable golpeando su cabeza con mis dedos.

Yo solo e tratado de comprenderte y de amarte como más e podido... ¿¡Por qué demonios eres tan cruel?!-

No pude evitar que mi risa se desplegada por la habitación, era tan idiota que me hacia sentir cosquillas en la barriga.
Lo agarre de las mejillas con fuerza, asegurándome de por lo menos clavarle ligeramente las uñas, lo baje hasta que estuvo de mi nivel.

- Eres un puto chiste chico... escúchame con atención, solo eres un desgraciado dependiente emocional de unos polvos. No diferencias lo bueno de lo malo y eres tan fácil de manipular que con un chasquido de dedos estas de rodillas ante mi. Eres un miserable.

...tu eres una persona verdaderamente horrenda Emma -

Se libero de mi agarre empujándome a la pared, lo siguiente que se escucho fue un puño, toda la rabia que me recorría fue directamente a mi mano y sin pensarlo le metí un puño, lo suficientemente fuerte para hacer sangrar su labio.

-Solo sirves para cortarte, no haces nada bueno en tu vida¡¿creíste que no me había dado cuenta de tus cortadas?! Ja... estas equivocado.

Jale su brazo con fuerza atrayendolo a mi, subi sus mangas con rabia dejando expuestos así sus brazos cortados, igual que hice en sus cachetes apreté sus brazos con mi mano, observe en el una cara de disgusto completo.

Duele por favor Emma ya para te lo pido -

- Pero ¿no te dolió cuando te las hacías verdad mierdita?

Me las hice pensando en ti y en como estaba nuestra relación...-

- Que desagradable eres.

Cállate... -

Forcejeo para sacar su brazo de mi agarre yo incremente ligeramente la fuerza, sacando de la boca del otro quejidos de dolor puro

- ¿Por qué? ¿Acaso te duele que te digan la verdad?

Cállate...-

- Harry Hillster, el puto drogadicto del pueblo ¿suicidate mejor no?

Apreté mi agarre lo más que pude.

CÁLLATE...-

Me grito y saco su brazo con fuerza de mi agarre, juraría que se hizo un rasgon con mi uña, me miraba con sus lágrimas desbordandose por sus cachetes pero con una cara de enojo y cansancio.
Mis ojos se abrieron como platos no había previsto esta reacción, pero no me asuste.

No necesito que me digas todo lo que me e venido repitiendo todos estos años, si, soy un inservible qué no sirve para otra cosa más que drogarse y cortarse ya lo se. -

Solo se escucho otro golpe, esta vez el de una cachetada.

- No me vuelvas a gritar, conoce tu puto lugar. Mientras siga contigo me encargaré de repetírtelo todos los días de tu vida, maldito miserable.

Voltee a ver la mesita de atrás y vi unas bolsitas con sus sustancias. Las agarre en mis manos y se las enseñe.

- Hablando de las susodichas sustancias, mira...aqui esta tu mierda.

Le tire las bolsitas a la cara, el solo se dedicaba a mirar el vacío, como si su cuerpo hubiera perdido su alma.
Lo agarre de sus cabellos y subí su cabeza obligándolo a que me mirase.

- No te averguenzes cariño, creo rotundamente que todos somos unas personas podridas, pero tu específicamente te llevas el premio.

Empecé a romper las dos bolsas que me quedaban en las manos con mi uña, sus lágrimas seguían derramandose a medida que rompía las bolsas.

Te odio...muchísimo Emma... -

-Pffff... ambos sabemos que no es así...te MUERES por mi, de eso estoy más que segura.

Agarro mi mano y la quito de su cabeza y con tan solo un movimiento me tumbo al suelo, fue la gota que derramó el vaso.

- MALDITO INFELIZ ¿¡Quién demonios te crees!?

Basta, DÉJAME en paz... -

- JAMÁS, cavaste tu propia tumba Harry...

Terminamos...no quiero verte más nunca en mi vida. -

Le sonreí, mi sonrisa era una sonrisa tétrica llena de rencor y de ego acumulado. Nadie en mi vida se a atrevido a terminarme, no lo iba a permitir, si eso quería el, estaba bien... pero iba a irme por la puerta de oro.

- Créeme Harry cuando te digo... te arrepentirás...

Mi mirada era fría y siniestra y mi sonrisa no paraba de crecer a medida que notaba el miedo en su cara.
Me levante del suelo, arregle mis vestimentas y procedí a salir no sin antes susurrarle en el oído.

- Te arrepentirás de haberme conocido -

Camine a mi casa sin ningún tipo de remordimiento por el reciente hecho, iba feliz por el trayecto maquinando cual iba a hacer mi siguiente jugada.

Este amor era como un ajedrez.
Yo iba a ganar esta partida y me quedaría con todo.
Su vida, su alma y espíritu.
Solo tenía que saber mover mis fichas y bien que lo sabía hacer.
En este ciclo solo uno podía salir mal e iba a ser el.

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