Almas Entrelazadas

CAPITULO 15

Que se supone que debía hacer, el tenía razón, deseaba volver a sentir aquello que vivimos en Milán, pero aceptar la propuesta en que me convertía? y no era algo que pudiera comentar y de igual forma no está acostumbrada a ello, prefería resolver mis cosas sola. Quizás y si solo lo intentaba y si revivia aquello solo una vez más.

A estás horas de la noche muy pocos quedaban en la empresa y como Chan lo había dicho me avisó a la hora que terminó su trabajo que bajara al estacionamiento para encontrarme con el y eso hice.

El estaba de pie junto a su auto, al verme camino hacia el lado del copiloto y abrió la puerta.

---Sube.

Me apresure a entrar internamente no quería darme tiempo de arrepentirme, no soy de ese tipo de persona, pero confieso que estaba haciendo algo que me hacía sentir extraña, como fuera de lugar o algo asi. Algo asi como la presa debil y vulnerable, frente a una gran fiera, que en cualquier momento me devoraría, pero no podia recamar nada, estaba aqui por decision propia, y solo por complacer mis deseos internos.

Su apartamento se sentia enorme ante mi, todo estaba ordenado, tal y como lo había visto la última vez que vine, debía de tener a alguien que lo ayudara, ya que por su agenda, que yo me conocía muy bien, sabía que no tenía tiempo para organizar todo tan perfectamente.

Christofer tiro de mi el abrigo y junto al suyo lo dejo encima del sofa.

---Que decidiste?--- dijo sentándose en el otro sofa e indicándome que hiciera lo mismo y lo hice manteniendo la distancia entre nosotros.

---De que trata el acuerdo?--- fue lo que logre articular. Era el tema por lo que habíamos venido, y no quería darle más vueltas al asunto; tenía un millón de preguntas pero debía empezar por lo principal.

El mayor se recosto en el sofa mirando a techo, como buscando las palabras correctas para explicarme de que trataba aquella propuesta que me había dicho horas antes.

---Es algo sencillo, tu y yo solo tendremos sexo, fuera de eso nada, solo cumplir con el deseo del otro --- Dijo sin mas, dejandome sorprendida con la facilidad que manejaba el tema.

---Necesito ser exclusiva?--- pregunte, pero al escuchar aquello salir de mi boca supe que podria entenderse mal.

Se enderezó en el sofá fijando sus ojos en mi, su mirada ardio ante el comentario, apretó su mandíbula y arrugó el entrecejo.

---Estas con alguien mas?--- pregunto manateniendo sus ojos fijos en los mios--- si es asi, no podra haber acuerdo.

---Por que?--- fue lo que pregunte, su mirada era aun mas furiosa, se levanto del sofa para sentarse en la pequeña mesa de centro y quedar justo frente a mi.

---El tercero siempre sobra, ademas no soy fan de meterme en relaciones.--- exclamó intentando disimular su molestia, era bastante posesivo y eso curiosamente me gustó y me hizo sacar una pequeña sonrisa.

---Yo no tengo una relacion, ni estoy con nadie--- Aclare para que relajara su actitud--- lo decia por ti. Seria algo solo de nosotros dos?

El asintio, ahora mas relajado luego de mis palabras.

---Pero que pasa si alguno de los dos empieza a tener sentimientos por el otro?--- volvi a hablar.

---El acuerdo acaba, si llegases a presentar sentimientos por mi...

---Yo no podria enamorarme de ti---le interrumpí, su cara fue una completa gracia, parecía ofendido pero, era mas que cierto, yo no tenia nada asi como el sindrome de Estocolmo que presento sentimientos por alguien que me trata de la peor manera posible; desde el momento en el que conoci al verdadero Christofer Bang, toda aquella admiracion se habia esfumado, pero hubo algo que llego despues y fue el deseo, pero era algo que no pasaba de alli, habia una gran diferecia entre desear y amar, eso lo tenia mas que claro y su manera de hablar, y referirse que yo seria tan ingenua como para enamorarme de el me molesto un poco.--- pero y tu?

---No soy del tipo de persona que se enamora--- dijo de manera fría.

---Debes haber hecho esto muchas veces, para estar tan seguro de ti mismo.

El se mantuvo en silencio, y con eso comprendi su respuesta, por eso era un tema que se le daba tan facil y sin rodeos.

El solo hecho de imaginarme las inumerables veces que habria dicho estas mismas palabras para alguien mas, me hacian volver a dudar de si debia aceptar o no, me convertiria eso en una de ellas, pero en concreto que seria, estaria mal todo esto.

Chan noto mis dudas, tomo mis manos y me levanto del sofa.

---Yo no te obligare ni presionare a nada, sin tu consentimiento no movere ni un solo dedo--- Empezo a decir--- Pero si sientes que es algo que no puedes hacer o que no te hace sentir bien lo respetare y no volvere a insinuar ni tocar el tema.

Vaya que era bueno con las palabras.

---Lo hare--- respondi mas por impulso que por logica y me mantuve frente a el esperando que el hiciera su primer movimiento.