CAPITULO 21

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BANGCHAN

Adoraba eso, sus reacciones, sus jadeos, su mirada que su cuerpo me perteneciera de inmediato al yo solo posar un dedo en ella.

---Creo que no te basto lo de ayer para entender que nadie más puede tocarte--- dije en su oido tomando su cabello y llevando su rostro hacia atras--- Nadie puede tenerte. Entiendes?

---Si señor---dijo mirándome con ojos suplicantes, esa voz y mirar me ponían cada vez mas, me abrí espacio entre sus piernas y me lance a sus labios, necesitaba sentirlos, volver a sentir su sabor, la suavidad de su boca; baje mis manos hasta su pequeña cintura, ella recibió mis caricias desesperadamente, sabia que queria mas y eso sería lo que le iba a dar, lleve una de mis manos hasta el final de su falda y la subí para adentrarme en sus mojadas bragas.

---Joder, esto demuestra como me quieres dentro--- volví a hablar en su oido, ella soltó un jadeo al sentir mi respiración; empecé a besar su cuello, pasando mi lengua desde su clavícula hasta el punto bajo de su oido.

---Ah... Chris!--- soltó entre gemidos.

---Debes hacer silencio cariño--- le dije antes de volver a besarla.---Crees que puedas hacerlo?

Asintió desesperadamente mientras realizaba movimientos circulares en su punto, ella mordía sus labios acallando los gemidos. Cómo moría por estar dentro de ella, pero debía controlarme, no podía simplemente hacerlo, pero al menos podía probarla, baje lentamente sin despegar la mirada de ella y me ubique entre sus muslos, besando cada uno de ellos mientras ella arqueaba la espalda de placer, moví a un lado la delgada tela que se interponia entre su centro y yo, pase mi lengua lentamente, su sabor era exquisito, escuché como ahogaba un gemido y comenzaba a apretar el escritorio con sus pequeñas manos, adicione a mis movimientos dos de mis dedos, entraban y salian de su entrada mientras mi lengua se encargaba de su botoncito sensible.

---Oh Dios, Chris--- dijo al no contener el placer. Comenzó a mover sus caderas aceptando mis movimientos.

Me levanté aún sin dejar de penetrarla con mis dedos para besar sus lindos labios y ayudarla a acallar los gemidos, ella llevo su mano a mi pecho y la otra a mi nuca tirando de mi cabello, como me enloquecía que hiciera eso.

---Solo yo puedo hacerte sentir esto--- le dije de nuevo en su oido.

Toque su punto y el gemido que soltó fue mas fuerte que antes, volví a besarla mordiendo sus labios, mientras me concentraba en continuar llegando justo a ese punto, sus caderas se meneaban de adelante hacia atrás ayudando a mis dedos a entrar a profundidad y así conseguí su último gemido llegando al orgasmo.

---Ah! Dios--- expreso entre jadeos.

Retire mis dedos y dejé que ella se recuperará en mis brazos, se mantenía sujetando fuertemente mi camisa, recuperándose poco a poco y cuando volvió en si le pregunté.

---Estas bien?

---Si, más que bien--- no esperaba tanta honestidad por lo que su respuesta me hizo sonreír. Me aleje un poco para darle espacio y que acomodara sus ropas.

---Me alegra escuchar eso--- dije pasando mis manos por la camisa volviendola a su lugar.e

Ella estaba en frente de mi, solo mirándome, con aquellos ojos inocentes, joder que no eran inocentes para nada cuando gemía mi nombre; su sonrojo poco a poco disminuía y estaba jugueteando con sus manos. Volví a acercarme a ella y sin tocarla le dije al oído.

---Esta noche podrás hacer todo el ruido que quieras.

El rojo en sus mejillas volvio ante aquel comentario, y una pequeña sonrisa se dibujo en su cara, levanto la mirada y nuestros ojos se encontraron.

---Tengo planes está noche--- le divertía tentar mi humor, la sonrisa se hizo en ella mas amplia pero la mia desapareció.

---Tienes planes?--- pregunté levantando una ceja alejándome de ella.

---Si, si hubieras hablado antes quizas--- dijo está vez soltó una pequeña risita luego de hablar.

Me estaba rechazando?
Por muy extraño que me pareciera no me molestaba por lo que tomé con gracia sus palabras.

A ella le parecía divertida la situación, y yo no podía decir nada, ni impedirle que hiciera lo que quisiera, por mucho que en el fondo lo deseara, no me convenía.

---Bien pagarás doble la próxima vez--- dije volviendo a sonreír --- mientras más rechaces solo se acumulan.

En sus ojos percibí aquel brillo de deseo y esa carita inocente, joder que me ponía caliente solo con esos ojos.

---Bien yo... ---estaba por hablar pero empezaron a tocar la puerta.

Ella se acercó para quitar el seguro y dejar entrar a Han, quien nos miró a ambos con una expresión curiosa, pero no dijo nada al respecto más que informar que debía ir al estudio y eso hicimos los tres salimos de mi oficina para dirigirnos al lugar donde ya se encontraban Minho y Bin.

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