CAPITULO 36

17 4 0
                                    

ANTHONELLA

Me desperté por un extraño peso en mi cintura, quería cambiar de posición pero ese brazo me lo impedía.

Espera brazo?. Pensé.

Abrí mis ojos de par en par y caí en cuenta de donde estaba, bajo mi rostro el tonificado pecho de Christopher, una de mis manos abrazando su torso al igual que una de las suyas mi cintura. No era capaz de realizar movimiento, si despertaba no sabia como actuar ni que decir. Había dormido con el, como debía tomar eso; independientemente de como lo hiciera no conseguía recordar nada que me diera una idea de lo que ocurrió la noche anterior y de como termine en su casa durmiendo sobre su pecho desnudo y utilizando su propia camisa.

Tome fuerzas para levantarme intentando no moverlo demasiado, conseguí con éxito sentarme sin que este lo notara, pero en lugar de solo salir huyendo de ahí mis ojos no pudieron evitar mirarlo, su rostro era sereno y esta vez aquel ceño frincido de la primera vez que lo vi dormir no estaba, realmente se miraba tranquilo, un hormigueo corrio por mi cuerpo concentrando aquella sensacion en mi estomago.

Como pude pensar siquiera no poder enamorarme de el. Pensé.

Un mechón de cabello rebelde cayo en su cara impidiéndome mirar al completo esta, extendí mi mano y lo aparte, cuando estaba por regresarla a su lugar fue la mano de Chris la que me sujeto, abriendo los ojos suavemente mirándome y una suave sonrisa se asomo en sus labios.

--- A donde crees que vas?--- pregunto el, pero antes de siquiera responder me tumbo junto a el de nuevo --- solo unos minutos mas.

Sus palabras me sorprendieron y me quede inmóvil en sus brazos, si negaba que me gustaba esto estaria mintiendo, que habia sucedido la  noche anterior como para que se estuviese comportando de tal manera.

---Por cierto gracias por recogerme y traerme aquí --- le agradecí, quizás conversar un poco eliminaría los nervios inconscientes que tomaban mi cuerpo, sin embargo el solo comenzó a reir.

--- Yo no te traje aquí, fuiste tu misma --- hablo entre risas, como es que yo había conseguido llegar hasta aquí si ni siquiera recordaba nada. --- no lo tomes a mal --- continuo hablando al mirar la expresión en mi rostro. --- yo estaba por ir por ti en cuanto me llamaste, solo que ya estabas aquí cuando abrí la puerta.

Me senté de golpe y cubri mi rostro con mis manos, yo misma vine aquí, tan mal estaba como para perder mi orgullo de tal manera.

---Que ocurrió entre nosotros?--- pregunte con real miedo a la respuesta. Mi cuerpo pedia que Chan me tomara como suya, pero mi parte lógica se negaba a la idea, alguien que me haya tratado de tal manera no lo merecía, pero la noche esa parte lógica estaba oculta bajo un mar de alcohol y no había parte consciente de mi que me detuviera.

---Te duele alguna parte--- dijo tomando una postura recta en la cama, posando sus manos detrás de su cabeza, orgullos de lo que podía lograr en la intimidad. Yo abrí mis ojos como platos y pude sentir como el calor subia mis mejillas, toque partes aleatoreas de mi cuerpo buscando alguna molestia, inclusive me mvi de un lado a otro para certificar si habia algun dolor en mi entrepierna pero nada molesto.

---No yo-y estoy bien --- respondí volviéndome para mirarlo.

---Entonces ahí tienes tu respuesta --- dijo tranquilo. --- no hicimos nada, o al menos no hicimos lo que te imaginas.

Almas Entrelazadas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora