Almas Entrelazadas

CAPITULO 16

El no perdio tiempo y unio nuestros labios, empezo como un beso suave, pero poco a poco se torno más intenso con mi cuerpo reaccionando a cada uno de sus movimientos, estaba por subir mi vestido cuando me separé un poco del beso.

---Chris...

El se separó totalmente de mi.

---Si aún tienes dudas dejaré que lo pienses un poco más, pero--- empezó a decir pero lo interrumpí.

---Nunca he estado con nadie.--- le puntualice. Podía sentir como si realmente hubiese fuego en su mirada ante aquella confesión, casi podía ver una pequeña sonrisa que se formó en sus labios, como quien descubre una piedra preciosa, yo bajé mi rostro hacia mis manos avergonzada por mis palabras, no me daba vergüenza admitirlo pero tampoco me sentia cómoda al hablar del tema, a mí edad era logico que hubiese estado ya con alguien pero no; sentí su tacto, su mano tomo mi mentón y me hizo mirarlo.

---En ningún sentido?--- pregunto aún con la mirada ardiendo. Sabía a lo que se refería, a cualquier tipo de tacto que alguien hubiese hecho en mi.

---No --- negue con la cabeza--- nunca tuve tiempo para algo así estaba ocupada en...

Me detuve a mitad de la frase, ya que continuar solo me dejaría en más vergüenza, no tuve tiempo de estar en una relación porque mi obsesión por Chan me consumió mi adolescencia y luego de salir de la preparatoria de igual forma no pude por estar preparando mi profesión, y siendo honesta nunca pensé en algo como eso, y ahora estaba frente a Chan, a punto de confesarle algo asi.

---Y eso representa un problema?---Pregunto, pero está vez su voz tenía algo nuevo, era dulzura?

---Yo, no tengo ninguna experiencia, eso representaría un problema para ti?--- pregunté, el había estado con infinidad de mujeres y en cambio yo ni si quiera yo misma me había atrevido a tocarme nunca--- digo, has hecho esto muchas veces y pues yo...

Está vez fue el quien me interrumpió.

---Para mi no es ningún problema, y esto también sería algo nuevo para mi--- se explico--- nunca he estado con alguien sin experiencia, yo solo espero estar a la altura.

No pude evitar sonreír ante aquello.

---Entonces tenemos un acuerdo?--- volvió a hablar y yo asentí con la cabeza, pero el nego.--- quiero palabras cariño.

"Cariño" aquella palabra despertó algo en mi que ni siquiera sabía que existía, levanté mi mirada a la altura de sus ojos y respondí.

---Si señor --- dije en un acto sumiso y el sonrió con lujuria.

---Ven conmigo--- dijo y me tomo de la mano para llevarme hasta su habitación, ahí tomo total control de la situación, en realidad un control que no habia cedido en ningún momento.

Me coloco de espaldas a la pared para besarme, un beso aún más intenso que el anterior y en un movimiento rápido me levanto del suelo y yo envolví mis piernas a su alrededor, presionaba su cadera con la mía y yo aún sentia la necesidad de tenerlo aun mas cerca, subí mis manos hasta su cuello y luego a lo bajo de su cabello para tirarlo un poco, el soltó un sonido ronco, le gustaba y a mí me encantó escucharlo, camino conmigo hasta la cama dejándome debajo de el.

Empezó a dejar un camino de besos y mordidas por mi cuello, unos que me dejaban sin aliento, acariciaba mis muslos y poco a poco comenzo a subir mi vestido y yo curve mi espalda para que pudiera sacarlo, en estos momentos mi cuerpo le pertenecía y solo respondía a el; no pude evitar el acto instintivo de cubrir mis pechos, el me miró a los ojos mientras tomaba mis manos.

---Frente a mi, no intentes cubrirte nunca--- y libero mis pechos de la protección de mis manos posicionando está encima de mi cabeza con una sola de las suyas. Y yo asentí aceptando su orden.

Con la otra empezó a bajar por mi abdomen dando suaves caricias, me tomo de la cintura y me presionó más a el, podía sentir como el bulto en sus jeans crecía con cada caricia, intente ayudarlo y quitarle las ropas pero me detuvo y volvió a colocar mis manos en el mismo lugar, esta vez sujetandolas un poco más fuerte y evitar que volviese a librarme.

---Hoy me encargaré que disfrutes por completo--- dijo acercando sus labios a mi oído, el suave roce de su aliento me hizo jadear aún más.

Se infiltró dentro de mis bragas notando ya lo mojada que estaba mi centro y comenzó a trazar círculos en mi punto más sensible, aceleraba y bajaba la velocidad de sus trazos, al igual que la fuerza de sus presiones.