Un Amor En El Crimen

Parte 7.

Una vez dentro de la cabaña, Gala se dirigió directamente a su cuarto, buscando un espacio donde pudiera estar sola y procesar lo que acababa de pasar. Karime, sin embargo, no parecía dispuesta a dejarla sola. La siguió hasta la puerta del cuarto de Gala, y cuando ella abrió la puerta para entrar, Karime se adelantó y la detuvo con una mano en el hombro.

Karime: Podemos hablar un momento?

preguntó Karime, sus ojos fijos en los de Gala.

Gala, sintiendo una mezcla de frustración y atracción, asintió sin decir una palabra. Entraron en el cuarto, y Karime cerró la puerta detrás de ellos. La tensión entre ambas se podía cortar con un cuchillo. Gala se sentó en la cama, intentando calmar sus pensamientos, mientras Karime se quedó de pie a unos pasos de distancia.

Karime se acercó lentamente a Gala, su mirada fija en la de ella.

Karime: Lo que dijiste antes, Lo que siento por ti... es real.

Antes de que Gala pudiera responder o siquiera procesar completamente sus palabras, Karime inclinó la cabeza y la besó. El contacto de sus labios fue suave al principio, pero pronto se convirtió en algo más intenso, lleno de una urgencia que Gala no había anticipado. El beso la tomó por sorpresa, y a pesar de su confusión, Gala se encontró correspondiéndolo, sus labios moviéndose en sincronía con los de Karime.

En el momento en que el beso se profundizó, Gala se maldijo a sí misma en su mente.

Gala: —Qué estás haciendo?

se reprendió internamente.

Gala: —No deberías estar haciendo esto! Es una mafiosa, y ella está jugando contigo!—

Pero, a pesar de sus pensamientos reprimidos, Gala no se apartó. El calor del beso, la cercanía de Karime, y la intensidad del momento la envolvieron completamente. Su mente estaba en un caos, luchando entre lo que quería y lo que sabía que debía evitar.

Finalmente, Karime se apartó ligeramente, mirándola con una mezcla de deseo y complicidad.

Gala, con el corazón latiendo a mil por hora, bajó la mirada, incapaz de sostener el contacto visual.

Gala: Esto no debería estar pasando

murmuró, su voz temblorosa mientras intentaba recuperar su compostura.

Karime la miró con comprensión, pero también con una chispa de determinación.

Karime: lo sé Pero a veces, las cosas que no deberían pasar son las que más necesitamos entender.

Gala asintió lentamente, sin saber cómo responder. A pesar de sus intentos de mantenerse firme, no podía negar que había algo profundo y real en lo que acababa de ocurrir. Sin embargo, aún estaba atrapada en una maraña de emociones y dudas que no sabía cómo resolver.

Karime se levantó y se dirigió hacia la puerta, dándole a Gala un último vistazo.

Karime: Descansa Gala

Gala se quedó en la cama, el sabor del beso aún en sus labios y la mente llena de confusión. Sabía que debía enfrentar sus sentimientos y las implicaciones de lo que había sucedido, pero por ahora, se permitió estar sola, tratando de encontrar claridad en medio del torbellino emocional que la había invadido.

La noche avanzaba y el sonido de la lluvia se hacía cada vez más fuerte, acompañada de truenos que resonaban en la isla. La tormenta había llegado con fuerza, y el viento aullaba fuera de la cabaña, haciendo que el ambiente se volviera aún más inquietante.