Parte 10.

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Con el paso de los días, Gala no podía sacudirse la sensación de que algo había cambiado en su cuerpo. Las náuseas matutinas persistían, y los mareos se hacían más frecuentes. Finalmente, decidió enfrentarse a sus sospechas y se hizo una prueba de embarazo.

El resultado fue positivo.

El mundo de Gala pareció detenerse mientras miraba la prueba. Las emociones se arremolinaron dentro de ella: confusión, miedo, e incluso un toque de alegría, pero todo estaba eclipsado por una abrumadora sensación de incertidumbre. ¿Cómo iba a contarle esto a Karime? ¿Cómo podría encajar un bebé en sus vidas, especialmente en medio de todo lo que estaban atravesando?

Durante días, Gala guardó el secreto. Cada vez que Karime le preguntaba si se sentía mejor, Gala se limitaba a asentir, intentando sonreír y disimular su creciente ansiedad. En las noches, mientras Karime dormía a su lado, Gala se quedaba despierta, mirando el techo, su mente llena de dudas y temores.

Karime, por su parte, no sospechaba nada. Estaba preocupada por Gala, pero atribuyó su malestar a los recientes eventos traumáticos. Sin embargo, comenzó a notar que algo más preocupaba a Gala. Sus respuestas eran más cortas, su mirada a veces se perdía en el vacío, y había una distancia que no lograba entender.

Una noche, después de que Karime se quedó dormida, Gala salió al balcón del hotel, abrazándose a sí misma mientras miraba la ciudad iluminada. El viento fresco la rodeó, y aunque sabía que tenía que decirle a Karime, el miedo la paralizaba. ¿Y si Karime no quería este bebé? ¿Y si esto complicaba aún más sus vidas? El peso de esa incertidumbre la agobiaba, pero por ahora, no estaba lista para enfrentarla.

Gala decidió que, al menos por un tiempo, mantendría el secreto. Necesitaba tiempo para procesar lo que significaba estar embarazada y cómo iba a manejar esta nueva realidad. Sabía que eventualmente tendría que decirle a Karime, pero por ahora, el miedo la mantenía en silencio.

en la tarde Karime y Gala estaban comiendo, y Gala se levantó vomitando al baño, Karime preocupada la siguió pero Gala había cerrado el baño asi que regreso a la mesa

Una vez dentro del baño, Gala se apoyó en el lavabo, respirando hondo para intentar calmar las náuseas. El reflejo en el espejo mostraba su rostro pálido y sus ojos llenos de preocupación. Todo lo que había estado guardando adentro comenzaba a hacerse más pesado, y la realidad de su situación se volvía más ineludible.

Gala cerró los ojos, intentando reprimir las lágrimas.

Gala: —Cómo voy a decírselo?—

pensó, sintiendo el peso del miedo y la incertidumbre. La relación con Karime había sido lo único estable en su vida últimamente, pero este embarazo amenazaba con cambiar todo.

Después de varios minutos, Gala finalmente se calmó lo suficiente como para regresar a la mesa. Se echó agua en la cara y se dio una última mirada en el espejo antes de salir del baño. Cuando regresó, Karime la estaba esperando, observándola con una mezcla de preocupación y curiosidad.

Karime: Amor Estás bien?

preguntó Karime, inclinándose ligeramente hacia ella.

Gala asintió, forzando una sonrisa.

Gala: Sí, solo me sentí un poco mareada, pero ya estoy bien.

Karime frunció el ceño, claramente sin estar del todo convencida, pero decidió no presionar.

Karime: Si necesitas algo, solo dímelo. Sabes que estoy aquí para ti.

Gala asintió de nuevo, pero en su interior, el nudo de ansiedad seguía creciendo. Sabía que no podía seguir escondiendo la verdad por mucho más tiempo, pero el miedo la mantenía atrapada, incapaz de compartir con Karime lo que realmente estaba sucediendo.

Después de comer, Karime y Gala subieron a su habitación en silencio. El ambiente era tenso, y aunque Karime intentaba actuar con normalidad, sabía que algo estaba pesando sobre Gala. La preocupación en su rostro era evidente, y finalmente decidió que no podía seguir ignorando la situación.

Gala se dirigió hacia la ventana, observando las luces de la ciudad mientras trataba de reunir el valor para decirle a Karime lo que había estado ocultando. Sabía que ya no podía retrasarlo más, que era hora de enfrentar la realidad.

Karime se acercó lentamente, colocándose a su lado.

Karime: Gala, sé que algo te está molestando. Por favor, dime qué es. Estoy aquí para ti, lo sabes.

Gala respiró hondo, aún con la mirada fija en la ciudad. Sentía el peso de las palabras que estaba a punto de decir, como si estuviera a punto de cambiar sus vidas para siempre. Finalmente, giró para mirar a Karime, sus ojos llenos de una mezcla de miedo y determinación.

Gala: Karime... hay algo que necesito decirte, He estado sintiéndome mal últimamente, y... me hice una prueba.

Karime frunció el ceño, su preocupación intensificándose.

Karime: Una prueba? Qué quieres decir?

Gala tragó saliva, sintiendo su corazón acelerarse.

Gala: Estoy embarazada, Karime.

El silencio que siguió a sus palabras fue abrumador. Karime la miró fijamente, procesando la información. Podía ver la angustia en los ojos de Gala, el miedo que la había estado atormentando durante días.

Karime: Embarazada?

repitió Karime, como si intentara comprender completamente lo que eso significaba. Dio un paso atrás, llevándose una mano a la boca mientras trataba de asimilar la noticia.

Gala: Sí, Lo descubrí hace unos días, pero no sabía cómo decírtelo. No sabía qué ibas a pensar o cómo ibas a reaccionar. Tengo miedo, Karime.

Karime cerró los ojos por un momento, tratando de calmar la avalancha de pensamientos y emociones que la inundaban. Cuando volvió a abrirlos, se acercó a Gala, tomando sus manos entre las suyas.

Karime: Gala... esto es una sorpresa, sí, pero no quiero que tengas miedo. Estoy aquí contigo, y vamos a enfrentar esto juntas.

Gala sintió un alivio inmediato al escuchar esas palabras. Las lágrimas que había estado conteniendo comenzaron a caer, y se dejó caer en los brazos de Karime.

Gala: No sabía qué hacer, No quiero que esto arruine lo que tenemos, pero no puedo hacerlo sola.

Karime: Y no tendrás que hacerlo sola, mientras el mundo no deje de existir y nos volvamos polvo. mi corazón siempre siempre, buscará el tuyo

respondió Karime, abrazándola con fuerza.

Las dos se quedaron abrazadas en silencio, sintiendo la conexión y el compromiso que compartían. Aunque la noticia del embarazo había traído incertidumbre, también había fortalecido su relación, asegurando que, sin importar lo que sucediera, enfrentarían todo como un equipo.

Un Amor En El CrimenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora