✺*⊹Dulce de Uva⊹*✺
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✺ * ⊹ Donatello conoció a una persona que lo entiende perfectamente... pero tiene miedo que sus hermanos lo descubran, o al menos, teme a como vayan a reaccionar.
Pues es un tema algo difícil...
¿Era amistad...
Era aproximadamente la media noche, tres tortugas se encontraban algo preocupadas, reunidas en la sala de su "casa" en las alcantarillas de Nueva York.
¿Cuál era el motivo? Fácil. Su inquietud se debía a la cuarta tortuga que habitaba ahí, más específicamente, su hermano de morado, Donatello.
Hacia unas horas les había dicho que saldría de las alcantarillas a buscar unas cosas para uno de sus experimentos locos o algo así… aunque, como era de costumbre, los chicos no le prestaron atención. Lo que provocó que a la hora de darse cuenta que el inteligente tardaba en regresar, no supieran en dónde buscar.
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Estuvieron un rato debatiendo en la cocina de posibles lugares donde se encontrarían Donatello.
Miguel Ángel estaba de paranoico, otra vez. Compartía sus teorías locas casi casi gritando, de posibles escenarios en dónde Donnie terminaba siendo comida de las ardillanoides.
Raphael y Leonardo también estaban preocupados, aunque se mantenían más serenos, por el bien del pecoso.
Ambos mayores comentaban con voz seria que, en una de esas, el de morado había Sido capturado por el clan del pie.
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Después de unas horas de discutir, ahora estando en la sala, su preocupación no disminuía, por lo que se estaban preparando para salir a buscar al segundo menor, y salvarlo si era necesario.
Leonardo se encontraba guardando sus katanas gemelas en su espalda, cuando escucharon un ruido proveniente de la entrada de la guarida.
Giraron la cabeza rápidamente, y oh, sorpresa, ahí se encontraba Donatello, entrando como si nada a su hogar.
• Donnie, por el amor de Dios, ¿¡Dónde estabas - exclamó alterado y a la vez preocupado el líder de las tortugas. Se acercó a su hermano menor para ver si se encontraba bien.
• Oh… lo siento por preocuparlos… me encontré a… alguien - Notó como todos estaban preparados para salir a buscarlo, lo cuál le sacó una sutil sonrisa.
Las otras dos tortugas se acercaron a Leo y Donnie. Raphael queriendo golpear al más alto y Mikey queriendo abrazarlo.
El de bandana morada se excusaba torpemente con una sonrisa un tanto… rara.
Él decía que se encontró a Abril y por eso se había distraído.
Aunque en sus ojos se reflejaba una emoción y confusión característica de él cuando encontraba algo extraordinario.
Pero también estaba nervioso.
Los tres hermanos se miraron y dejaron que Don fuera a su cuarto.
• Oculta algo - dijo entre dientes el portador del sais.
• Lo sé… aquí hay gato encerrado - El mayor de todos se cruzó de brazos, desconfiado de el comportamiento del científico.
• ¿Que tiene que ver gatito helado aquí? - Mikey los miro con confusión, recibiendo miradas de incredulidad por parte de los otros dos.
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