Five

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Jay y Carlos estaban durmiendo tranquilamente sobre las sillas cuando un pequeño sonido despertó a uno de los chicos.

Jay abrió un ojo y luego el otro viendo la varita del hada madrina que estaba muy bien echa para decir la verdad.

– Carlos! – Golpeo el pecho de su mejor amigo tratando de despertarlo.

– Que? – Hablo el chico algo soñoliento y al ver la varita, los dos se levantaron de la silla. Carlos saco la varita de la maquina y la miro detalladamente. – Que bueno..

– Si...vamos! – Jay agarro la varita y justo cuando iban a salir de la habitación Chico hablo.

– Hey chicos que hay de mi? – Dijo Chico.

– No Chico quédate. – Apunto al perro. – Enserio quédate. – El pequeño perro hizo un sonido en forma de enojo y se acosto en su cama nuevamente, Jay y Carlos cerraron la habitación sin antes decirle a su querido perro que lo amaba.

Los dos chicos iban saliendo de la torre cuando apareció Doug, Jay escondió la varita detrás de su espalda.

– Hey, hola han visto a Evie?

Los dos chicos se miraron.

– Ahh, decidió ir a acampar.

– Evie la que quiere vivir en un castillo, dormirá en el suelo sin lugar donde enchufar su secadora? – Doug conocía muy bien a Evie y sabía que algo estaba pasando.

– Ya sabes lo espontánea que es amigo – Fingió Carlos con una risa junto a Jay mientras retrocedían. – Adiós Doug. – Justo cuando iban a caminar para irse Lonnie los detuvo.

– Los acompaño chicos. – Dijo Lonnie muy segura.

Jay rio. – Que? no necesitamos espadas para...– Hizo una pausa. – comer wafles – Carlos lo miró dandole a entender que empeoro el tema.

– Van a la isla a rescatar a Ben y a Olivia o me llevan o...le dire al hada madrina.

Jay y Carlos no tuvieron otra opción que aceptar, no querían meterse en problemas.

El primero en despertar fue Harry quien estaba durmiendo junto a Olivia en su cama, tenían que estar antes de las 12 en el barco de Uma para conseguir la varita y dominar el mundo. O eso pensaba su capitana.

Miro a su amada dormir, ese hermoso cabello largo de un tono rubio, todo despeinado y las fracciones de su rostro dejaban conmovido al pirata. No quería dejarla ir pero lo tendría que hacer.

Hook me - Harry Hook Donde viven las historias. Descúbrelo ahora