Personajes masculinos x tú [Yandere Simulator]

Nemesis-Kun.

T/n se encontraba caminando por la academia, era extraño que estuviera sola. El ambiente se sentía pesado, como si una tormenta se avecinara. Las sombras de los árboles se alargaban, creando figuras inquietantes en el suelo. De repente, siente un empujón fuerte que la hace tambalearse. Al girarse, ve a Nemesis, su figura alta y oscura contrastando con la luz tenue del atardecer.

Nemesis sostenía un cuchillo en su mano, su hoja brillando con un destello siniestro. T/n se quedó paralizada por el miedo, sus ojos fijos en el arma que se acercaba peligrosamente a su pecho. A escasos milímetros de su piel, Nemesis se detuvo. Sus ojos, fríos y calculadores, se encontraron con los de T/n.

En un movimiento brusco, Nemesis tiró el cuchillo a un lado, el sonido metálico resonando en el silencio. Se alejó de ella y se dejó caer al suelo, sentándose con las piernas cruzadas y la cabeza baja.

T/n, aún temblando, dio un paso atrás. -Qué... qué estás haciendo?- preguntó con la voz entrecortada.

Nemesis levantó la mirada, sus ojos llenos de una mezcla de dolor y confusión. -No puedo hacerlo, murmuró. No puedo lastimarte.-

El viento soplaba suavemente, moviendo las hojas y creando un susurro inquietante. T/n se acercó lentamente, su corazón latiendo con fuerza.

Nemesis suspira profundamente, su mirada aún fija en el suelo. -No puedo hacerlo porque... porque eres importante para mí- dice en voz baja. -No puedo matarte.-

T/n, aún temblando, da un paso hacia adelante. -¿Por qué ibas a matarme entonces?- pregunta, su voz llena de confusión y miedo.

Nemesis levanta la mirada, sus ojos llenos de una mezcla de dolor y determinación. -Alguien me mandó a matarte,- confiesa. -No puedo decirte quién, pero debes saber que estás en peligro.-

T/n se queda sin aliento, la sorpresa y el miedo mezclándose en su rostro. -¿Por qué alguien querría matarme?- pregunta, su voz apenas un susurro.

Nemesis niega con la cabeza. "No puedo decirte más,responde con firmeza.
-Pero te doy un consejo: no te acerques más al chico que se apellida Yamada. Si sigues hablándole, terminarás muerta. Si no es por un tercero, será por la chica que me mandó.-

El viento sopla suavemente, moviendo las hojas y creando un susurro inquietante. T/n siente un escalofrío recorrer su espalda. -¿Quién es esa chica?- pregunta, desesperada por obtener respuestas.

Nemesis se pone de pie y mira a T/n con determinación. -No puedo dejarte aquí. Te vendrás conmigo- dice con firmeza.

T/n lo mira confundida y asustada. -¿Por qué hablas como si nos conociéramos? -pregunta, su voz temblando.

Nemesis suspira y baja la mirada. -Porque nos conocemos - responde. -Hace mucho tiempo, cuando éramos niños, yo era un niño muy callado y recuerdo que nos la pasabamos en el parque cerca de tu casa-

De repente, T/n es transportada a un recuerdo de su infancia. Tenía aproximadamente 10 años y jugaba en un parque con un niño. Él era serio y de pocas palabras, pero cuando estaban juntos, se mostraba dulce y protector. Pasaban horas jugando y hablando, creando un vínculo especial.

Un día, sin previo aviso, el niño desapareció de la vida de T/n. Ella lo buscó por todas partes, pero nunca volvió a verlo. Ese niño era Nemesis.

El flashback termina y T/n vuelve al presente, mirando a Nemesis con nuevos ojos. -Eras tú- susurra, sorprendida. --Eras tú todo este tiempo.-

Nemesis asiente lentamente. -Sí, era yo. Y ahora, debo protegerte de nuevo. No puedo dejar que te hagan daño.-

T/n siente una mezcla de emociones: confusión, miedo, pero también una extraña sensación de seguridad.
-¿Por qué desapareciste?- pregunta, su voz llena de curiosidad y dolor.

Nemesis la mira con tristeza. -No podía quedarme. Había cosas que debía hacer, pero nunca dejé de pensar en ti.-

T/n fue subida a una camioneta junto con Nemesis. Al entrar, se dio cuenta de que los hombres que estaban dentro eran parte de la Yakuza. Su corazón comenzó a latir con fuerza y el miedo se apoderó de ella. Uno de los hombres, con una expresión seria pero calmada, se dirigió a ella.

-No te preocupes- dijo el hombre. -Sabemos de la situación. Tus padres están al tanto y Nemesis nos ha informado de todo.-

T/n miró a Nemesis, buscando alguna señal de que todo estaría bien. Nemesis asintió levemente, tratando de tranquilizarla. El viaje fue tenso y silencioso, con T/n sintiendo una mezcla de miedo y confusión.

Al llegar a la casa de la Yakuza, una imponente mansión rodeada de altos muros, T/n no pudo evitar sentirse aún más nerviosa. Nemesis la tomó de la mano y la guió hacia el interior, pasando por varios pasillos hasta llegar a una habitación.

-Esta será tu habitación,- dijo Nemesis, abriendo la puerta y dejándola entrar. La habitación era grande y lujosamente decorada, pero T/n apenas notó los detalles, su mente aún procesando todo lo que había sucedido.

-¿Por qué estamos aquí?- preguntó T/n, su voz temblando ligeramente.

Nemesis cerró la puerta detrás de ellos y se volvió hacia ella. -Es el lugar más seguro para ti ahora -explicó. -La Yakuza tiene los recursos y la influencia para protegerte. Tus padres están de acuerdo con esto.-

Nemesis se sentó en una silla cerca de la cama, observando a T/n mientras ella trataba de relajarse. Después de un momento de silencio, decidió hablar.

-T/n- comenzó, su voz suave pero seria. -Hay algo que necesito decirte, aunque sé que este no es el mejor momento.-

T/n levantó la mirada, curiosa y un poco nerviosa. -¿Qué es?- preguntó.

Nemesis tomó una profunda respiración, sus ojos reflejando una mezcla de emociones. -Desde que éramos niños, siempre sentí algo especial por ti. No solo como amigos, sino algo más profundo. Pero nunca tuve el valor de decírtelo.-

T/n se quedó en silencio, procesando sus palabras. -¿Por qué me lo dices ahora?- preguntó finalmente.

-Porque no puedo seguir ocultándolo,- respondió Nemesis. -Sé que estás enamorada de Taro, y entiendo que mis sentimientos pueden no ser correspondidos ahora. Pero quiero que sepas que me esforzaré para que esos sentimientos cambien. Haré todo lo posible para que te enamores de mí.-

T/n sintió una oleada de emociones, su corazón latiendo con fuerza. -Nemesis, yo... no sé qué decir -admitió, su voz temblando ligeramente.

-No tienes que decir nada ahora - dijo Nemesis, levantándose y acercándose a ella. -Solo quería que supieras cómo me siento. Y pase lo que pase, estaré a tu lado, protegiéndote y demostrando que soy digno de tu amor.-

T/n asintió lentamente, sintiendo una mezcla de alivio y confusión. -Gracias, Nemesis -susurró. -Por todo.-

Nemesis le dio una pequeña sonrisa, una rara muestra de calidez en su rostro normalmente serio. -Descansa ahora,- dijo suavemente. -Mañana será un día largo.-