†El Bosque De Las Desgracias†

† capítulo 9 †

A la mañana siguiente Lucifer despertó con un peso en el pecho y sintiendo como abrazaban su cintura haciendo que yamase su atención colocando la vista abajo encontrándose con un castaño dormido.

Sinceramente no le tomo tanta importancia ya que tenía bastante sueño y se volvió a acomodar abrazando a Alastor por el cuello quedando nuevamente dormido.

Un rato después Alastor despertó y miro a Lucifer durmiendo abrazándolo y con sus piernas enredadas en su cintura, percatandose de que al igual que el lo estaba abrazando por su diminuta cintura aunque no quería despertarlo y romper el abrazo pero tenía que hacerlo porque claramente ambos tenían compromisos y sería un dolor de cabeza tener que posponerlos y después tener mas trabajo.

Pero en el intento fracaso rotundamente sus ojos se posaron en el rostro de Lucifer sus mejillas, parpados y labios hacían juego porque los tres tenían un rosa que la única diferencia era que sus labios eran más rosas que lo demás.
Una sonrisa boba se formó en su rostro.

-Lucifer...Corazón, despierta...-con una de sus manos que abrazaba su cintura acuno su rostro y con su pulgar comenzó a acariciar su mejilla- Luci... porfavor

El rubio comenzó a abrir los ojos con pesadez mirando a el castaño y le dedicó una sonrisa adormilada.

-que sucede Al?...

Levantó una ceja-Al? Mmm...¿nuevo apodo? ¿Eh?

-si, ¿o tú eres el único que puede decirlos?

-claro que no querido

-y ya nos tenemos que levantar?

-si...supongo que tienes cosas que hacer, como ayer estabas tan preocupado por tu hija-

-Charlie! -grito el rubio para después arrempujar a Alastor al otro extremo de la cama, saliendo lo mas rapido posible y acomodando la pijama- ¿Puedes salir? Tengo que vestirme

-pero yo no quiero salir de la cama

-y yo no quiero que me mires desnudo

-mmm...-ente cerró los ojos- bien saldré, pero está será la última vez que me corres de mi cuarto -decia colocándose los zapatos- la última

No le tomo importancia a ninguna de sus palabras por lo que siguió con lo suyo y se comenzó a vestir de una manera rápida para no tardar tanto.

Se miro en un espejo y peino sus cabellos que estaban tan desordenados por su movimiento en la noche, lo sabía, sabía que dormía como gusano moviéndose demasiado y aunque termino durmiendo con la calidez del abrazo de Alastor, no lo atmitiria, fue realmente agradable la compañia de Alastor.

¿Lo volvería a hacer?

Si.

Termino de acomodar su cabello y salió de la habitación caminando hacia la parte de abajo encontrando a Alastor sentado en el sofá cruzado de brazos con una sonrisa y el seño fruncido.

Eso era raro.

-Alastor?

-oh, ya terminaste-su tono sonaba con un obvio rencor facil de notar hasta para el mas tonto

-si...veo que estás ¿Molesto?-
dude

-no. Ahora tu déjame cambiarme y no me molestes, iré a Mí recamara-termino alejándose lentamente hasta desaparecer de la vista del amante de los patos

-creo que si se enojo. Bueno, ya ni modo-alzo las manos en señal de inocencia y camino a paso lento por el lugar

Los cuadros eran pocos y entre ellos resaltaban dos en los que se podía apreciar distintas fotos.